Lanata: cuesta abajo en la rodada
Ayer vi en 678 que Lanata, como dicen los españoles, «fusiló» una nota de Pablo Sirvén (sin citarla). Que la copió, bah. No lo podía creer, pero hube de rendirme a la evidencia. Lanata debe estar muy mal de la cabeza para haber caído tan bajo. Hasta la gente de 678, estupefacta, conjeturaba que (como ya le pasó a Bucay y a Pigna) no debía ser el propio Lanata el que escribiera sus notas, sino algún «negro»…
Me parece una tontería. No tengo ninguna duda de que es el propio Lanata el que escribe las columnas de Lanata, y que fue Lanata el que se copió a Sirven… en la parte en que éste cita a Hugo Gambini… que ya anteriormente acusó a Lanata de plagiarlo… A lo mejor, conjeturo, Lanata se copió de Sirvén para evitar copiarse de nuevo de Gambini, y ahorrarse su rapapolvo, no lo sé. Lo cierto es que ha hecho lo mismo que el inimputable de Christian Sanz… ¡Cuanta decadencia! Bajezas como ésta se hacen sólo cuando la mente de un periodista es un yermo absoluto y se contrajo el compromiso de entregar una columna de apariencia sesuda.
No me extraña que el cerebro de Lanata sea un baldío a la hora de tener que defender a Clarín y Magnetto, a los que siempre había execrado.
Sigue así el camino de Chiche Gelblung, que pasó de ser un archienemigo de Clarín a trabajar en el Grupo (después de amigarse con Magnetto sólo le falta darse un beso con Mirtha Legrand, como Menem hizo con Isaac Rojas). Precisamente, a partir de febrero, Lanata recibira el micrófono de Radio Mitre de Gelblung, a quien siguió en el «arrepentimiento». Y es que ambos están acostumbrados a un tren de vida muy lujoso, y nos es fácil mantenerlo desde la «independencia»… Así que ¡a la mierda con la «independencia»! ¡Pagame y llamame Marta!
Gelblung siempre fue un showman, Lanata salió del armario y se reveló como tal cuando salió con un plumero a las tablas del Maipo. A mi lo que me llama profundaemnte la atención es que tantos periodistas jóvenes (quiero decir: más jóvenes que yo) hayan creído durante años que Lanata era un periodista apegado a la verdad… cuando nunca, nunca lo fue.
Se le atribuye a Gelblung haber exhortado repetidamente a los redactores del semanario Gente «Nunca dejes que la realidad te arruine una buena nota». Lanata siempre fue un cultor de esa «filosofía», la piedra angular del amarillismo (Muchos no lo veían, acaso porque estaba rodeado de grandes periodistas).
Si a alguien le interesa, puedo probarlo.