Lanata, un plagiario contumaz
Otra vez fue sorprendido copiándose
Lanata con charreteras. A copias ¡Ar! |
Como si fuera un Christian Sanz cualquiera, Lanata debutó como columnista de Clarín copiándose de una biografía de Hugo Moyano, «El hombre del camión». Para colmo, dice uno de los autores, Mariano Martín, quien trabajó como periodista en el efímero diario Crítica de la Argentina, no es la primera vez que lo hace con el mismo libro, pues entonces, abusando de su posición dominante (obviamente, un redactor no se encuentra en las mejores condiciones para acusar al director de su diario de plagiario) ya había utilizado un párrafo textual en un artículo firmado sin citarlo.
Una disgresión: Podría escribir una larga (y a mi modo de ver, huelga decirlo, muy interesante) nota demostrativa del nulo apego de Lanata por la investigación periodística y la verdad, y se la he ofrecido a distintos medios supuestamente del palo pero no encontré ningún interés en publicarla… lo que tiene cierta lógica en quienes sostienen foros como Fopea, cuya función es oficiar de caballo de Troya en el gremio de los periodistas y dejar abierta la puerta para el reposicionamiento si por azar los tiempos cambian y el neoliberalismo retoma el poder para deshacer lo mucho andado por el kirchnerismo, pero no la tiene en quienes juran y perjuran fidelidad a la causa nacional y popular).
Volvamos al tema que nos ocupa. Clarín se vio obligado a salir al cruce diciendo que lo de su nuevo mascarón de proa no había sido más que un error. Lo cierto es que Lanata ya tuvo acusaciones de plagio a raíz de sus libros históricos, tan bien criticados por el gran Homero Alsina Thevenet. Y, por cierto, plagió descaradamente un libro de Pablo Sirvén («Perón y los medios de comunicación») no hace mucho en una de sus columnas de Perfil.
Resulta estremecedor asistir a la autodestrucción de Lanata. La televisión, la notoriedad, son para él como el fuego para las mariposas. Está dispuesto a todo con tal de permanecer en el candelero. Tiene lo quería: un programa de TV en un canal central y en un horario central, y una columna en el diario más leído. Pero apenas si tiene algo que decir, y por eso copia y se autocopia (pero ahora, los famélicos esqueletos de hace una década son gente regordeta que pasa estrecheces y dice que tiene hambre). Pronto sólo quedaran cenizas. Pero antes es posible que veamos a Lanata superar en abyección al dinosaurio Bernie.