LA PATA EMPRESARIA DE LA DICTADURA: Condenan a un ex CEO de la Ford por secuestros y torturas y también a quien era el jefe de Seguridad de la Planta de Pacheco
También recibió una nueva condena el general (RE) Santiago Omar Riveros, que era el jefe de la guarnición Campo de Mayo. Es un fallo que contradice flagrantemente la posición del gobierno nacional, enemigo de que se investigue «la pata civil» de la dictadura. Un fallo que posiblemente marque un cambio en la dirección del viento en lo que respecta al Poder Judicial luego de que la Corte Suprema convalidara la supresión del beneficio del 2×1 para los criminales de la dictadura. Ojalá.
La Justicia condenó a dos ex funcionarios de la automotriz Ford por delitos de lesa humanidad
Müller (85), ex Jefe de Manufactura de la Ford Pacheco y «número dos» en la jerarquía, recibió una sentencia por privaciones ilegales de la libertad cometidas y por abuso funcional agravado por el empleo de violencia y amenazas. Por los mismos cargos resultó condenado Sibila (90), militar retirado que se desempeñaba como Jefe de Seguridad de la planta Pacheco (en donde funcionó un centro clandestino de detención), por los mismos hechos fue condenado a 12 años de prisión.
Por su parte, el general (RE) Riveros fue condenado a 15 años de prisión e inhabilitación absoluta por “allanamientos ilegales, privaciones ilegales de la libertad cometidos por abuso funcional, agravadas por el empleo de violencia y amenazas y tormentos agravados”.
El Tribunal, integrado por los magistrados Osvaldo Facciano, Mario Gambacorta y Eugenio Martínez Ferraro, dispuso que los condenados cumplan sus penas en institutos del Servicio Penitenciario Federal cuando las condenas queden firmes en las instancias de apelación.
Los dos directivos de la empresa seguirán en libertad pero Riveros, quien al momento de los hechos era director de Institutos Militares y de quien dependía la guarnición Campo de Mayo, permanecerá detenido en función de las otras condenas que está cumpliendo.
Muller y Sibila son los únicos dos civiles de la línea gerencial de la compañía que llegaron al final del juicio con vida. Otros imputados naturales que tenía la causa, como Nicolás Courard -que fuera presidente de la filial argentina- y Guillermo Galárraga -Gerente de Relaciones Laborales- fallecieron mucho antes de que el juicio llegara a a sentencia. En ésta, los jueces reafirmaron el carácter imprescriptible de los delitos que se juzgaron y rechazaron a lo largo del proceso todos los planteos de nulidad presentados por la defensa de los acusados.
«Este es un fallo trascendente, no sólo en el ámbito nacional, sino también en el plano internacional porque certifica la participación del empresariado en la implementación de la dictadura, que en sus inicios se dedicó a perseguir a las organizaciones gremiales y obreras porque eran las que dificultaban la imposición de su modelo económico, político y social», reflexionó en diálogo con Télam, el abogado querellante por la Secretaría de Derechos Humanos de Nación, Ciro Annicchiarico.
Con su sentencia, los jueces reafirmaron el carácter imprescriptible de los delitos que se juzgaron y rechazaron a lo largo del proceso todos los planteos de nulidad presentados por la defensa de los acusados.
Durante el juicio se investigó el secuestro de 24 obreros de la planta Ford de General Pacheco, constatándose en la instrucción que durante la dictadura funcionó allí un centro clandestino de detención.
Los sobrevivientes Carlos Propato, Pedro Troiani y otros obreros, querellantes a su vez en la causa, estuvieron presentes durante la lectura de la sentencia en los tribunales federales de la localidad bonaerense de San Martín. Fueron acompañados por Nora Cortiñas, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y por la nieta restituida María Victoria Moyano, entre otros representantes de organismos de derechos humanos.
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