López Echagüe atendió a Ernesto Tenembaum

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Sigo 6 7 8 con atención flotante mientras redacto una nota que debo entregar mañana. Está Hernán López Echagüe con el que tuve amistad bastante fluída hasta que se marchó con su mujer (Laura Giussani, también periodista y escritora) y sus hijos a Nueva Palmira, Uruguay, luego de que lo despidieran o se fuera (no lo recuerdo) de Página/12, en medio de una feroz ofensiva judicial del Cabezón Duhalde y sus allegados.

Con Hernán nos une no sólo la militancia en el peronismo revolucionario, sino también motivos culturales, para no decir étnicos. Aunque él es más joven, ambos nos criamos en gran medida en el Laurak-Bat, el principal club vasco de Buenos Aires, donde mis padres se conocieron y adónde él fue incluso bailarín (yo no, soy patadura). Y cuando él apenas era un adolescente que no había terminado de crecer, ya militaba en la UES, donde lo apodaban, curiosamente, “El Enano” (Hernán no es petiso). Y yo fui uno de los fundadores del Movimiento de Acciòn Secundario (MAS) porteño, principal afluente de la segunda UES.

Así como le ajustó las clavijas a Horacio Verbitsky en su último libro, en 6 78 Hernán le pasó una factura a Ernesto Tenembaum, de quien recordó que se jactaba de desayunar muy seguido con Oscar Camilión, ex canciller de la dictadura y ex amante oficial, casi consorte, de Laura Ernestina Herrera de Noble (si hay alguién que sabe de quien son hijos Marcelo y Felipe ha de ser él, que ofició de padrastro cuando eran bebés). Conozco a Tenembaum desde el juicio a los asaltantes al cuartel de La Tablada y otros militantes del MTP. Para él, éstos últimos meses han sido ruinosos, ya que aparecieron varios testimonios acerca del modo en que concibe y practica el supuesto “periodismo independiente” que no lo han dejado bien parado, como ya se informó en post anteriores.

López Echagüe dijo algo muy sensato a propósito de la intimidad con las fuentes: que la pérdida de distancia con ellas crea en los periodistas la ilusión  de que pertenecen a los círculos de poder. A partir de ello suelen ganar mucho dinbero, sí, pero tambén transfirnarse en voceros de quienes les pagan o alimentan aquella ilusión. De ahí a la patética situación de Lanata, incapaz de vivir con menos de cien mil pesos mensuales, apenas hay un paso.

Repudiado por La Apropiadora, estigmatizado por Clarín, involucrado en el tráfico de armas hacia Bosnia y Croacia cuando era canciller de Menem, Camilión debe ser muy viejo y no creo que Tenembaum lo siga viendo. Verá a otros.

Vamos a ver si lo siguen invitando a 6 7 8 a Hernán. Ojalá que si. Para eso, estoy seguro, Gvirtz deberá soportar presiones.


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