LUIS SALINAS: La leyenda del indomable

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A diez años de su muerte, arrojaremos sus cenizas al río en el Parque de la Memoria

Luis Salinas: la leyenda del indomable

 

 

Este domingo se cumplirán diez años desde que murió mi amado hermano Luis. Es una fecha muy fuerte porque el 8 de octubre es también, al menos oficialmente, el día en que nació Juan Perón y en el que asesinaron al Che Guevara. Como si faltara algo, Luis nació el mismo 28 de julio en el que también nació Hugo Chávez.

Este sábado a las 12 (porque el servicio metereológico pronostica lluvia para el domingo) los que lo amamos, comenzando por sus hijos, Simón y Martín, y espero que muchos de sus muchos amigos y amigas, arrojaremos sus cenizas al río en el Parque de la Memoria, justo donde se encuentra el monumento a Pablo Miguez (un chico de 14 años que los esbirros de la ESMA subieron a uno de los “vuelos de la muerte” por el único “delito” de haber visto demasiado) y dónde los jefes de Estado que visitan la Argentina rinden homenaje a nuestros desaparecidos y demás víctimas del Terrorismo de Estado.

Luis había pedido que sus cenizas fueran arrojadas al mar. Por entonces el Parque de la Memoria estaba en pañales y en los últimos años ha cundido la costumbre de arrojar en ese lugar tan bello como despojado las cenizas de nuestros queridos muertos, desde la de otro L.A.S. amado por mi, Luis Alberto Spinetta, hasta las de nuestro hermano Pablo pasando por las de John William Cooke, que quien fuera su secretario y principal colaborador, Carlos Lafforge había guardado durante casi medio siglo. Y como ya dijo el poeta “nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar…” y más temprano que tarde nos hemos de disolver y encontrar allí, donde se originó la vida, se trata de una ocasión única para manifestar nuestros sentimientos hacia Luis, y luego seguir reunidos, acaso contando algunas de las muchas anécdotas que lo tuvieron como protagonista, almorzando en uno de los antiguos “carritos” de la Costanera norte, “Los Platitos”, que se encuentra justo enfrente del Parque (les ruego que me confirmen asistencia a jotajotasalinas@gmail.com, así reservo mesa).

Huelga decir que la muerte temprana de Luis, el mejor escritor de la familia, además de poeta, dibujante, y militante (con 13 años, era el “Gurí” de nuestra agrupación, el AREN devenido Movimiento de Acción Secundario, MAS, principal afluente de la futura revivida UES) fue para mi como una extirpación, casi una lobotomía, pues él mantenía mucho más fresca y vívida la infancia común, lo que le permitió destacarse en cuentos dirigidos a quienes todavía mantienen la capacidad de asombro intacta.

Según me han contado muchos de sus compañeros de cárcel, Luis (rebautizado “Piraña” o “Piri” por su voracidad) fue el preso que más días pasó en calabozos de castigo (“chanchos”) por su tenacidad y desprecio por las normas disciplinarias con que buscaban doblegar a los prisioneros/rehenes. Le dije ayer a su ex y madre de sus hijos, Mónica Fernández Bidegain, que eso quizá se debiera en gran parte por su adoración por la película La leyenda del indomable (Cool Hand Luke) protagonizada por Paul Newman, que vimos en nuestra adolescencia. no recuerdo si en el cine Lima o en el Atlantic de la Avenida Belgrano.

Lo cierto es que antes de morir Luis me dijo que no le tuviera pena, que dentro de lo que había podido, siempre había hecho lo que quiso, de lo cual estaba muy satisfecho.

Sin embargo, Luis fue muy despelotado (al morir, había perdido su DNI… que era decuplicado, lo que había obligado al Registro Nacional de las Personas a confeccionar el correspondiente sello… que hasta ese momento no tenía) y extravió casi toda su obra; otra parte se perdió en accidentes informáticos y otra, por fin, en la gran inundación que anegó La Plata. Apenas quedaron parte de sus notas periodísticas, algunas poesías sueltas y sus libros de cuentos para niños.

Es por eso que todo lo que cada uno de ustedes pueda tener que no esté publicado en forma de libro y me lo alcancen por el medio que fuere (mi e-mail es jotajotasalinas@gmail.com) prometo publicarlo en Pájaro Rojo.

Les encomiendo que hagan correr la voz (y a través de las redes) de manera que se enteren todos los que fueron sus amigos, de modo que puedan ir al Parque de la Memoria el sábado al mediodía. A Luis le hubiera encantado verlos reunidos: Aun recuerdo su media sonrisa cuando lo sacamos a pasear por última vez en una silla de ruedas por los jardines de la clínica San Camilo y los encontró llenos de amigos y de amigas… materia en la cual me superaba ampliamente

Y no se olviden de decirme si se quedarán a almorzar. Me dicen que el dueño de “Los Platitos” es del palo. Trataré de que nos hagan precio.
…..
Aqui, la semblanza que escribió de Luis Horacio González: http://pajarorojo.com.ar/?p=1726


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4 comentarios

  1. ¡Presente! La leyenda del indomable, o quizás en algunas de esas matinés vieron “El gran escape”, con esos tipos que una y otra vez intentaban fugarse, con Steve Mc Queen a la cabeza Abrazo

  2. Mi querido y en todo momento el increible Guri. Por su forma de pensar, de ser, de hablar, de hacer chistes, de todo.
    Desde San Luis, estaré con él el sábado.

  3. Hola José,soy asidua lectora de tu blog,y quería darte mis condolencias en este décimo aniversario de la desaparición física pero no a todas luces,espiritual de Luis..
    No soy comentarista habitual de tus posteos ,porque no tengo el nivel necesario para hacerlo,a pesar de haber militado en 1975 a escondidas desde mis 15 años,en la casa de un profesor de Economía política,que nos reunía a quienes queríamos aprender sobre la doctrina peronista …pero la vida me llevó como a tantos otros compañeros a colaborar más con los necesitados ,con los humildes,que por el lado de la política en sí misma,sumado a mi familia numerosa,mis estudios y mi proteccionismo animal,no tuve mucho tiempo para más.Pero leo mucho y aprendo a mis 57 años.Y a tu blog debo decirte,lo consumo ávida de conocimientos profundos.Así que ojalá quienes conocieron y quieran recordar junto a tí a tu querido hermano,puedan hacerlo el sábado como se merece.Un abrazo entrerriano.

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