MALVINAS. Reivindican, en la Casa de las Abuelas en la Exma, a los «cóndores» víctimas del Terrorismo de Estado
Rindieron homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado que participaron del Operativo Cóndor
Ante un auditorio colmado, estuvieron presentes Andrés Castillo, Virginia Cabo, Carmen Salcedo y Paula Ramírez.
ESPACIO MEMORIA VERDAD Y JUSTICIA (EX ESMA)
“Siempre recuerdo aquel día en el que llegamos a Malvinas con 18 compañeros, a quienes reivindico porque estábamos convencidos en generar un hecho político de gran simbolismo para reivindicar la soberanía de las islas. Poner los pies en la tundra malvinera es algo que no olvidaré jamás”, relató Andrés Castillo, integrante del Operativo Cóndor y sobreviviente del centro clandestino de detención, tortura y exterminio que funcionó en la ESMA.
A 50 años del Operativo Cóndor, el Espacio Memoria recordó a los militantes populares Dardo Cabo, Aldo Ramírez y Edgardo Salcedo, víctimas del terrorismo de Estado durante la última dictadura. Con el auditorio de la Casa por la Identidad colmado, también estuvieron presentes Paula Ramírez (hija de Aldo Ramírez), Carmen Salcedo (sobrina de Edgardo Salcedo) y Virginia Cabo (hermana de Dardo Cabo). El moderador fue Gerardo Salcedo.
Castillo, actual secretario adjunto de La Bancaria reconoció que entrar al predio de la ex ESMA “me revuelve todo, porque aquí sobreviví con lo peor de la especie humana, los torturadores, y con lo mejor: mis compañeros”. En esa línea, manifestó que se sintió reivindicado cuando ingresó a la ESMA el 19 de marzo de 2004 junto al presidente Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. “Nunca olvidaré aquel acto del 24 de marzo de 2004 en el que Néstor se hizo cargo y pidió perdón en nombre del Estado y solicitó que se avanzara con los juicios de lesa humanidad. Hoy los torturadores de la ESMA están presos”, señaló.
Virginia Cabo dijo que el acto significaba “volver a poner en la historia un hito como el Operativo Cóndor, y les da un sentido profundo a sus vidas, porque si tenemos memoria, todo habrá valido la pena”. Destacó que los integrantes del Operativo eran jóvenes que rescataron a otro joven: Antonio “El Gaucho” Rivero, ya que ungieron con su nombre a lo que hoy se conoce como Puerto Argentino. Y subrayó en María Cristina Verrier –mujer de Cabo y la única integrante femenina del Operativo- la valentía de las mujeres. Virginia Cabo contó que Verrier custodió durante muchos años las siete banderas que flamearon en las Malvinas en aquel septiembre, hasta que en 2012 decidió entregárselas a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Una de ellas actualmente se exhibe en el Museo Malvinas.
Paula Ramírez expresó que cuando empezó a descubrir la trayectoria de vida y de militancia de su padre comprendió que septiembre era un mes crucial. En septiembre Aldo participó en el Operativo Cóndor y desde el 1° de septiembre de 1977 se encuentra desaparecido. “Mi papá fue alguien con una vida corta, intensa y comprometida desde su militancia en Montoneros y en la Juventud de Trabajadores Peronistas. Y llevó hasta el final ese compromiso por el otro y el amor por la patria”, dijo.
Carmen Salcedo, sobrina de Edgardo Salcedo, afirmó que “nos dieron un ejemplo de vida y de moral revolucionaria, que sigue vigente para todos nosotros”.
La representante del Directorio de Organismos de Derechos Humanos del Espacio Memoria, Amy Rice Cabrera, explicó que “este acto habla de la importancia de reivindicar a los 30 mil desaparecidos y a sus luchas. Aquí entendemos que la memoria es una construcción colectiva, que tenemos que hacer desde los organismos de derechos humanos junto a las familias y a todo el pueblo”. Integrante de H.I.J.O.S., también señaló que “tenemos que hacer memoria de estos hechos, que no pueden ser borrados y que forman parte de la memoria del pueblo argentino”.
Luego del acto, se realizó la intervención artísticas “Presentes”, por la que se colocaron gigantografías con los rostros de Cabo, Salcedo y Ramírez en las paredes del Espacio Memoria.
El 28 de septiembre de 1966, dieciocho jóvenes desviaron un avión de pasajeros en pleno vuelo para hacerlo aterrizar en las Malvinas, donde hicieron flamear la bandera argentina, en una acción de reclamo por la soberanía argentina sobre las islas.
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Allí también estuvieron presentes toda las contradicciones del peronismo, comenzando por el hecho de que el operativo nunca se reivindicó explícitamente como peronista (para no espantar al nacionalismo gorilón) y fue apoyado tanto por el vandorismo como, tengo entendido, un sector de la Fuerza Aérea. En los hechos el segundo de Dardo Cabo (en la foto, con su compañera, María Luisa Verrier, detenidos ya en el continente) fue Alejandro Giovenco, un fascista tremebundo, agente de inteligencia no recuerdo si de la Gendarmería o del Servicio Penitenciario Federal (SPF),antivandorista entonces y más tarde custodio de Lorenzo Miguel, en cuya custodia introdujo a la CNU, que murió cuando le estalló una granada en la mano, creo recordar que en la esquina sur de Corrientes y Talcahuano, cuando quiso hacerle «una broma» al diarero comunista con la anilla de la granada («broma» que ya había hecho antes).Hubo compañeros suyos, paranoicos, que sostienen que la granada había sido modificada por sus rivales en la UOM, los mismos que luego terminarían asesinando a Jorge «El Polaco» Dubchak, pistolero de la CNU y miembro de una de las custodias de Lorenzo Miguel, dentro de la sede de ese sindicato… Lo cierto es que otros participantes (por ejemplo, Juan Carlos Rodríguez, asesinado por la CNU y la banda de Aníbal Gordon en una parrilla de Florencio Varela en 1975) revistaron entre los pesados de la UOM de entonces y me parece recordar que al menos uno integró la Triple A. Si no es el propio Andrés Castillo quien me corrije, posiblemente lo pueda ser mi amigo Julio Oscar Spina, que es un estudioso del tema desde que ambos escribimos juntos una nota sobre el operativo en la revista El Porteño. Por lo pronto les dejo un texto muy interesante publicado originalmente en El Descamisado. Se me hace que lo redactó, o bien el propio Dardo Cabo, o bien Ricardo Roa. Cosas veredes Sancho. Si les interesa el tema, han escrito sobre él bien Roberto Bardini y Hugo Presman, como recuerda aqui Abel B.
EL OPERATIVO CONDOR fue un acto de piratería con el secuestro de un avión de pasajeros, llevado a cabo por terroristas, lo cual debería avergonzar a cualquier país civilizado. Por su parte, el llamado «terrorismo de Estado», atribuido al gobierno de facto del ’76 al ’83, es un gran macaneo de la izquierda. No hay, ni puede haber, «terrorismo de Estado». Esto no lo digo yo, aunque lo escribo aquí, lo dijo en un documento la Audiencia Nacional Española (similar a nuestra Corte Suprema de Justicia) al denegar la extradición de la ex presidenta viuda de Perón. .