MASACRE DE TRELEW. Murió el condenado fusilador Luis Sosa

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Estaba condenado a perpetua y gozaba de prisión domicilaria 

Murió el capitán Luis Emilio Sosa, uno de los responsables de la Masacre de Trelew

TÉLAM, MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA
El capitán de Fragata retirado Luis Emilio Sosa, uno de los máximos responsables de la Masacre de Trelew, murió ayer a los 81 años a consecuencia de un cáncer. Capturado en el año 2008, había sido condenado a cadena perpetua después del juicio realizado en agosto de 2012 en el Centro Cultural de Rawson y gozaba del beneficio de la prisión domiciliaria. Los jueces que lo condenaron consideraron probado que fue él quien aquel 22 de agosto de 1972 en la Base Naval Almirante Zar de Trelew dio la orden de abrir fuego sobre 19 guerrilleros que se habían fugado del penal de Rawson y se habían entregado en el viejo aeropuerto de Trelew luego de haber perdido el avión que tenían planeado los llevara a Santiago de Chile, pero él nunca lo reconoció.

 

16 militantes militantes, 11 del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), 3 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y 2 de Montoneros, 12 varones y 4 mujeres, murieron, mientras tres sobrevivieron a pesar de las graves heridas recibidas en el ametrallamiento y a haber sido rematados dentro de sus celdas.

La versión oficial que Sosa siempre sostuvo es que hubo esa madrugada otro intento de fuga. Pero en el juicio se comprobó que en realidad a los presos políticos se los obligó a salir de sus celdas para acribillarlos.

En realidad, Sosa no cumplía funciones en la Base Aeronaval de Trelew. Fue destinado a ese lugar cuando se produjo la fuga, todo indica que con la orden de matar a quienes negociaban su rendición en el aeropuerto (foto).

Fue él quien negoció con Mariano Pujadas (de Montoneros) y Rubén «El Indio» Bonnet (del ERP) y les prometió falsamente que los reintegrarían a la cárcel de Rawson.

El presidente Alejandro Agustín Lanusse sostuvo la hipótesis del nuevo intento de fuga pero le ordenó al vicealmirante Hermes Quijada que diera la cara por la cadena nacional de radio y TV. Siete meses después fue asesinado por una fracción properonista del ERP llamada precisamente 22 de agosto.

Hace pocos días falleció otro de los condenados Emilio Del Real y de los   sindicados como los “tiradores” sólo quedan con vida el suboficial Carlos Marandino, quien también cumple prisión domiciliaria, y el teniente Roberto Bravo, prófugo de la justcia argentina.

Bravo vive en el estado de la Florida, Estados Unidos, país que negó su extradición. Todo indica que Bravo, que fue enviado por la Armada a Washington tras la masacre, trabajó para los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas. Por lo pronto está registrado como contratista del Ministerio de Defensa.

Sosa siempre insistió en que hubo un intento de fuga reprimido por las fuerzas de marina, luego de que Mariano Pujadas intentara arrebatarle su pistola. Su versión fue desmentida por los tres sobrevivientes (luego desaparecidos durante la dictadura iniciada en marzo de 1976), por los médicos de la base y por ex conscriptos que se encontraban cumpliendo el servicio militar allí.

La Base Naval Almirante Zar volvió a ser noticia en 2006 al descubrirse que desde allì se realizaba espionaje a políticos, civiles, religiosos y estudiantes.


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