OPERETA EN CURSO: Stiuso quiere resucitar la «Ojota» y pinchar teléfonos a discreción

Compartí

A través de Silvia Majdalani y con el beneplácito de La Nación (que puso el tema en su portada y que «amabilizó» todos los ítems, hasta el punto de extirpar completamente el impresentable pasado menemista de Majdalani), Stiuso rompe lanzas para recuperar la principal potestad perdida, la de intervenir comunicaciones telefónicas, so pretexto de que la Corte sería lenta en efectuarlas (la Procuración no lo era). Quieren reconstruir y recuperar la vieja Oficina de Observaciones Judiciales (la llamada «Ojota») de la avenida de los Incas y disponer de las «pinchaduras» a su arbitrio, algo que hasta el propio Macri (el burlador burlado, ver ilustración de cuando estaba procesado) ha sufrido de parte de Stiuso. Lo hace en momentos en que la investigación sobre los negocios ilícitos de Stiuso (incluida su virtual sociedad con Sandra Arroyo y Nisman) está paralizada, y luego de que, con el padrinazgo de servicios secretos extranjeros, Stiuso y Macri hayan dejado de lado sus diferencias en aras de tratar de emporcar a CFK. Pero el embate tiene un talón de Aquiles: en cualquier país serio, los servicios secretos no interfieren más que las comunicaciones de agentes extranjeros, no se ocupan de perseguir narcotraficantes y mucho menos de resolver secuestros extorsivos, tareas confiadas en el primer caso a policías o agencias especiales, y sin excepción a las policías en el segundo. Puede argumentarse que las policías no son fiables, que en ambos casos sus efectivos suelen estar involucrados. Este es el nudo del problema. Pero la vieja SIDE y el propio Stiuso han estado involucrados en sonadísimos casos de tráfico de drogas, y respecto al secuestro de personas no hay país, repito, donde ese delito no lo investigue la policía. Mientras no se confie en la Federal y la Bonaerense, lo más lógico y como transición es confiarle estas investigaciones a la Policía de Seguridad Aeroportuaria. JS

La ex SIDE quiere recuperar el control de las escuchas

 

1206_arribas_majdalani_side_cedoc.jpg_1853027552

Gustavo Arribas, director de la AFI y Silvia Majdalani, subdirectora de la AFI.

La nueva cúpula busca un debate en el Congreso; las considera cruciales contra el narcotráfico y los secuestros

SANTIAGO DAPELO / LA NACION

La nueva conducción de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) quiere recuperar el control de las escuchas telefónicas. Según el plan que está en marcha, la idea es «convencer» a propios y ajenos de que se trata de una herramienta fundamental para la lucha contra el narcotráfico, pero especialmente para «ayudar» a resolver secuestros extorsivos.

«No hay inteligencia sin escuchas.» La frase, que pertenece a una de las personas que más conocen el submundo de los espías, expresa un mensaje que emana desde la dirección de inteligencia nacional. Y sirve para mostrar cuánto afectó en el trabajo de la ex SIDE la decisión de quitarle el control de la División de Observaciones Judiciales (a cargo de las intervenciones telefónicas), conocida en el pasado como Ojota, hoy en la órbita de la Corte Suprema.

La idea en la que trabajan las autoridades de la AFI -Gustavo Arribas, el «Señor Cinco», y Silvia Majdalani, la «Señora Ocho»- es ir al Congreso, pero todo está en estudio. Anticipan una fuerte resistencia opositora en un hipotético debate legislativo.

«Algo así debería salir por ley», aseguraron fuentes que conocen los detalles de la estrategia. Parte de la administración nacional todavía duda sobre los plazos para empezar a dar este debate, que, sin lugar a dudas, generará una gran polémica.

«No hay ninguna intención de hacer nada por ahora; no está en nuestra agenda», dijo a LA NACION una fuente con acceso diario al despacho del Presidente. Pese a que fue relativizado desde la Casa Rosada, el proyecto existe.

Uno de los principales argumentos que utilizarán para dar la discusión tiene que ver con los tiempos para intervenir en delitos como los secuestros extorsivos. Hoy, en medio de la ola de secuestros -en lo que va del año ocurrieron más de 109, según cifras oficiales-, los plazos son demasiados extensos. «Todo tarda demasiado», dijeron a LA NACION fuentes oficiales. Y agregaron que en esto también hay responsabilidad de las empresas telefónicas, las encargadas de intervenir las líneas por pedido de la Justicia.

Un ejemplo de estas demoras recorrió las oficinas de las personas encargadas de la seguridad nacional. Fue en caso del niño de 10 años liberado hace 13 días en un hotel en el barrio de Constitución tras permanecer dos días en cautiverio. Según detallaron fuentes que siguieron de cerca la investigación, el proceso para acceder a la triangulación de celdas que permitieron ubicar al secuestrador a través de antenas celulares fue muy lento. «Lo podríamos haber localizado mucho antes», confió una persona con acceso al expediente.

El reto para Arribas y Majdalani no será para nada sencillo. Es que la decisión política de quitarles esta facultad a los servicios de inteligencia llegó para ordenar el descontrol en medio del enfrentamiento de la ex presidenta Cristina Kirchner con Jaime Stiuso, el ex espía encargado del aparato de inteligencia de los Kirchner.

«Están reponiendo el viejo modelo», se quejó un especialista en seguridad que conoce en detalle el funcionamiento de «la Casa», como se llama a la sede central de la AFI en la calle 25 de Mayo 11, a escasos metros de la Casa de Gobierno. Y agregó: «La experiencia ya demostró que no sirvió y mostró que es complicado de controlar». Es el argumento que podría utilizar la oposición cuando el debate sea llevado al Congreso. Sin embargo, en sectores opositores esperarán a conocer el detalle del proyecto para fijar posición.

Cambio kirchnerista

En marzo de 2015 el gobierno kirchnerista modificó la ley de inteligencia nacional y le entregó al Ministerio Público Fiscal, al mando de la procuradora Alejandra Gils Carbó, la oficina encargada de las escuchas telefónicas que hasta ese momento estaban en la órbita de la ex SIDE. «La disolución de la SI es una deuda de la democracia que me toca reformar», dijo entonces Cristina Kirchner. Al momento del traspaso había 3621 líneas telefónicas intervenidas por orden judicial.

En medio de su pelea por recortarle poder a la procuradora Gils Carbó, Macri le transfirió las intervenciones a la Corte Suprema, que creó la Dirección de Captación de Comunicaciones del Poder Judicial de la Nación, cuyo titular es Juan Tomás Rodríguez Ponte.

María Eugenia Carrasco, directora ejecutiva del Instituto Latinoamericano de Seguridad y Democracia, organización que integra la Iniciativa Ciudadana para el Control del Sistema de Inteligencia (Iccsi) junto con la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), también se mostró en contra del cambio: «Sería un retroceso», advirtió. «Además, el argumento que utilizan es contrario a las estadísticas que nos mostró el Ministerio Público el año pasado. Quieren volver al secretismo y a la falta de transparencia», sostuvo la especialista ante la consulta de LA NACION.

Desde el Iccsi, además, alertaron sobre los cambios que realizó desde que asumió la dupla Arribas-Majdalani a partir de la publicación del decreto 656/16, que establece un nuevo estatuto para el personal de la AFI.

«El decreto derogó prácticamente toda la normativa reglamentaria de la ley de inteligencia: la estructura orgánica y funcional, los regímenes profesionales para los distintos tipos de personal y el régimen de administración de fondos», detalló el informe que presentó el colectivo de asociaciones que conforman el Iccsi y que tiene por objetivo el seguimiento y la promoción del funcionamiento efectivo de los mecanismos de control sobre el sistema de inteligencia.

Para lograr que las escuchas telefónicas regresen a la órbita de la AFI, Arribas y Majdalani saben que primero tendrán que demostrar que el caos y la desorganización en los que estaba inmersa la agencia de inteligencia nacional quedaron en el pasado.

Una dupla de confianza del Presidente

Arribas y Majdalani buscan recuperar para la AFI las escuchas telefónicas, una herramienta cuyo uso desató polémicas en el pasado

Gustavo Arribas, Titular de la AFI. Profesión: Escribano

El nuevo «Señor cinco»

El actual titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), un íntimo amigo del presidente Mauricio Macri, es el responsable de los cambios que el Gobierno busca implementar en el organismo. Junto a su número dos, Silvia Majdalani, trabaja para reorientar los recursos de la AFI al combate contra el narcotráfico, problemática de creciente gravedad. El organismo estaba preparado para «convivir» con el tráfico de drogas, pero no cuenta con la estructura y capacidades necesarias para enfrentar ese delito

Nombramiento sorpresivo

El gabinete de Macri, con quien Arribas se reúne con frecuencia para jugar al paddle, no esperaba su nombramiento como director de la AFI. De profesión escribano, «el Negro» antes de ser funcionario se dedicaba a la representación de jugadores de fútbol. Su pliego aún no fue aprobado por el Senado

Silvia Majdalani, subdirectora de la AFI. Profesión: ex diputada nacional (Pro)

La «Señora Ocho»

La número dos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) fue diputada nacional por Pro e integró en la Cámara baja la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia. La funcionaria mantiene una buena relación con el director del organismo, Gustavo Arribas, y goza, al igual que él, de la confianza del presidente Macri

Trabajo conjunto

Una de las tareas en las que trabaja Majdalani junto a Arribas es la conformación de un campus aislado para formar a los futuros agentes de la AFI, lo que eliminará la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI). Según confiaron a LA NACION fuentes de la Agencia, cientos de contratos de militantes incorporados a la ex SIDE en el último tramo del gobierno de Cristina Kirchner fueron dados de baja y se busca ahora profesionalizar la tarea de los espías

Derrotero en clave política

En los últimos años, las escuchas pasaron de mano según le convino al poder

En poder de la SI

La Oficina de Observaciones Judiciales, conocida como Ojota, estaba a cargo hasta 2015 de la Secretaría de Inteligencia. El hombre fuerte durante la última década fue Alberto Mazzino, quien en su declaración tras la muerte de Nisman reveló que las escuchas se utilizaban para inteligencia interna

A manos de Gils Carbó

En medio del fuerte enfrentamiento entre la ex presidenta Cristina Kirchner y el espía Jaime Stiuso, el gobierno kirchnerista le quitó el control de las escuchas a la Secretaría de Inteligencia y se lo otorgó al Ministerio Público Fiscal, a cargo de la procuradora Alejandra Gils Carbó

En la órbita de la Corte

Luego de asumir, el Presidente le traspasó el control de las escuchas a la Corte Suprema como parte de su estrategia para debilitar a Gils Carbó. El tribunal creó la Dirección de Captación de Comunicaciones del Poder Judicial de la Nación, a cargo de Martín Irurzun, que integra la Cámara Federal porteña

Más notas para entender este tema

Sanear y profesionalizar la agencia, objetivo de Macri

Procuran definir un nuevo protocolo


Compartí

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *