PASO. Experto español ve un empate entre Macri y Cristina

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El diario Público se formó con una mayoría de periodistas que fueron de El País pero que huyeron de él o fueron echados durante el interminable giro a la derecha de aquel matutino que, ahora se ve con claridad, salió a la calle luego de la muerte de Franco como una apuesta gatopardista de conservar lo esencial, esto es, el dominio que sobre la economía española ejercen los grandes bancos. No obstante ser expresión de la izquierda liberal (palabra que allí no tiene la misma connotación que aqui, baste recordar que la independencia americana le debe mucho a los liberales españoles, que en la práctica formaron parte del bando independentista con San Martín y Bolívar) cuando salía en papel, Público era distribuido en Buenos Aires en los locales de Cablevisión. El autor es un economista y académico sevillano, autor de varios libros, entreobras como «El pensamiento económico de Hugo Chávez» y «América Latina en disputa». Es el director ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica.

ARGENTINA

Empate entre Macri y Cristina

 

POR ALFREDO SERRANO MANCILLA

Las elecciones PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) en Argentina tenían algo de partido de pretemporada. Todos dicen que no son importante pero nadie quiere perderlas. Por ahora, sus resultados no son en absoluto definitivos pero sí marcan la cancha política hacia delante. Aquí algunas conclusiones a vuela pluma.

1. Cambiemos se nacionaliza a gran velocidad. Pueden presumir porque van ganando cada vez más presencia autónoma en todo el territorio argentino. El otro saldo positivo para el oficialismo fue que su política de recortes y ajustes no les golpeó en su núcleo duro. Su electorado le dio una carta de confianza para una partida mas. Veremos si esto es duradero.

2. Macri en contra de las matemáticas. El oficialismo hizo lo imposible para aparentar una victoria, sin paliativos. No les fue mal pero tampoco tan bien como quisieron simular. Procuraron salir a escena durante la noche electoral antes de tener los resultados definitivo para evitar que las cifras oficiales en Provincia de Buenos Aires (casi 40% del padrón electoral) y Santa Fe pincharan algunos de sus globos de colores. El conteo de votos comenzó por aquellos lugares en los que tenían apoyo dejando para el final los bastiones kirchneristas. Fue tan espantoso como poco democrático. A las 10.30 pm, Macri salió a festejar con menos del 10% de los votos escrutados aprovechando que el marcador le salía a favor por 7 puntos de diferencia por encima de Cristina. Al paso de las horas, cerca de las 4 am, había empate técnico con el 95% escrutado. Y curiosamente, ahí se paró el cronometro por si acaso. Ahora serán 10 días más hasta saber los resultados definitivos. Demasiada vieja y torticera la estrategia de esta nueva fuerza política que viene a presentarse como lo nuevo. Detrás de todo, denotan más miedo del que quieren demostrar tener.

3. Vuelve Cristina. A pesar de no disponer de aparato partidiario, ni instituciones de gobierno que la apoyasen, la ex Presidenta regresa a la primera línea de juego. En formato de iniciativa ciudadana, y con los grandes medios y la estructura judicial en contra, Cristina saca el mismo porcentaje de votos que la rockstar de la política argentina en los últimos años según la mayoría de los analistas. Dicho de otro modo, la “flamante” María Eugenia Vidal obtiene en provincia de Buenos Aires lo mismo que la “acabada” Cristina. Tal vez resucitó antes de tiempo porque nunca estuvo muerta políticamente. No fue una victoria aplastante pero sí supuso un primer paso fundamental en su retorno.

4. La tercera vía no existe. El intento de Massa de presentarse como el conductor que transita la ruta del medio parece no tener atisbos de llegar mucho más allá. No tuvo mal resultado pero sigue sin ganar fuerza entre dos aguas, sin saber cómo posicionarse en medio de la confrontación. Mientras continúe creyendo que aún gobierna Cristina, seguramente seguirá siento una opción accesoria.

5. El peronismo se difumina cada vez más como instrumento electoral. Esto no significa en absoluto que este espacio haya perdido fuerza simbólica en lo político. Sin embargo, como bandera electoral está dejando de tener identidad propia. La disputa entre Macri y Cristina es buena muestra que el campo electoral se desplaza hacia otro lugar menos tradicional.

En octubre, tendremos el próximo partido. Ese sí será el de verdad (aunque éste no haya sido de mentira)…


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