PERIODISMO Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN. Un video recopado que informa y divierte
En el velorio de Rogelio García Lupo, su viuda Gabriela Courreges me dijo que Pajarito había pasado sus últimos años muy amargado al comprobar diariamente el tipo de periodismo más de letrina que de guerra que se practicaba en Clarín, donde había publicado muchísimas notas. En ese momento se acercó Martín Sivak por lo que atiné a balbucear unas palabras de consuelo (siempre uno en esas circunstacias se siente compelido a ofrecer imposible consuelo) diciéndole que también había periodistas como él, que no todo estaba perdido, pero Gabriela me dijo taciturna que eran, éramos muy pocos, y ambos nos hundimos en una silenciosa desazón.
Por suerte, a partir de entonces las cosas fueron cambiando y apareció o se afianzó una nueva camada de periodistas muy buenos que contrarrestan el ambiente fétido que crean los delincuentes que los medios hegemónicos nos presentan como periodistas independientes. Los más viejos de ellos tienen cuarenta años o poco mas y por suerte hay otros más jóvenes. También es parte de este relevo la emergencia de País de Boludos (nombre feo que las siglas PDB relativizan) que, al mismo tiempo, continúa el camino iniciado por la revista Barcelona, sintetizando política y humor. Más allá de algún matiz, me gusta mucho como lo hacen, de una manera cinematográfica tan fresca como aguda y, lo que me parece mas importante y superador, despojada de cinismo.
Esto es lo último que me ha llegado de ellos… desde Berlín:
También habría que decir que escasean los lectores con capacidad de comprensión lectora y abunda la gente del tipo «no sé bien de qué se trata pero lo descalifico». A ustedes mismos les pasa en este medio,tienen lectores que no leen más allá de la primera línea y sueltan una opinión criticando sin venir a cuento o desinformando, tipo Trump, dicen lo primero que se les viene a la cabeza sin contrastar si van a decir una burrada o no.
Se ve mucho en los comentarios que les dejan en el FB, cualquier tarado les quiere enmendar la plana.
Hay pocos buenos informadores porque hay poco público que pueda seguirlos, y supongo que la gente se cansa de dar margaritas a los cerdos, «que después de pisotearlas, se vuelven contra ellos».
Se les llamó, los hijos de la serpiente, lo que ahora es el culto a la serpiente. Del veneno que esparsen se produce el antídoto que lo consigue solo el infectado al conocer la información de la mentira, es decir, el conocimiento. Muchos infectados creen que luchan por una causa justa, pero son marionetas en un conflicto concertado en la periferia para que nunca dirijan su atención al centro, que es desde donde se genera la causa del efecto, ese efecto se evidencia en el materialismo al negar su centro, el espíritu, su verdadera naturaleza. Es así que la manipulación de la religión tiene efecto en el que acepta a la institución pero también en el que la rechaza, ambos son reflejos especulares. Como las mentiras forman parte de una ilusión en la identidad, la persona se hace débil y esclava porque no puede discernir para separar la idea del Ser. La astucia de los psicópatas es promover esas ideas para fortalecer al ego y limitar la inteligencia a un campo más pequeño y seguro en donde se pueda lucir. La inteligencia se nutre de todas las variantes, es decir, es una sumatoria desde las diferencias que la potencian.
En Asia y en Africa se suelen cazar monos poniendo un fruto dentro de una oquedad para que el mono pase su mano por ella y cuando toma el fruto queda imposibilitado de hacer dos cosas al mismo tiempo, piensa en comer y en huir. En algún momento de la evolución soltará la fruta, y en otro reconocerá la trampa y lo divulgará al resto, y así nacen los periodistas dando la verdad.
El punto es que se sabe o no se sabe, y esa es la cuestión, no existen términos medios, esto quiere decir que hasta los que tienen las más grandes convicciones pueden ser engañado muy facilmente, y el mecanismo de supervivencia actúa en correspondecia con la ilusión fortaleciendo las fronteras del ego, y llegado a este punto no hay nada que hacer, la persona es dirigida por la idea, cuando todas las ideas son simples herramientas para contextos específicos en la práctica.
El despertar no es para conocer hacia donde vamos, es para reconocer en donde se estuvo todo este tiempo y a quién sirvió, y por supuesto que es duro saber que todo es mentira, aunque al final es un peso innecesario que desaparece. A partir de este punto se inicia el verdadero.