PODEMOS / 2. «Perlitas», alcaldesa del PP, dice que Pablo Iglesias la discriminaba por «pija»
Que en la península significa «cheta». En un panel parecido pero más almidonado que Intratables apareció María de las Mercedes Pérez González, alcaldesa del PP en Redueña, diciendo que hace algunos años, cuando era alumna de Pablo Iglesias en la Universidad Complutense de Madrid, el líder de Podemos la discriminaba por llevar perlas. Y asegura que hasta fue suspendida en tres ocasiones por ello.
«Yo iba con mis perlitas. Me gustaban pero no eran ostentosas, sino sencillas. Me vestía, y me visto, en Zara, como tantísima gente normal. Bueno, pues no le hacía gracia al señor Iglesias. Yo era de las que no encajaban dentro de su perfil. Me suspendió tres veces»
María de las Mercedes es una española normal, más cerca de Rosy de Palma que de Victoria Abril, pero un poco más acomodada. Leyéndolo de atrás`pa delante, su testimonio deja muchos puntos en claro.
«Su palabra iba a misa. No es malo ser comunista siempre que actúes con objetividad. Hablaba del imperialismo de Estados Unidos, del sometimiento de España a las colonias…Para él no había víctimas y verdugos. Todo era culpa del Estado español. Estaba muy a favor de la lucha de ETA. Un día no aguanté más y me salí de clase. Eso duele a cualquiera. A mí mucho más porque tengo familia en los Cuerpos de Seguridad del Estado»
Su historia, que originalmente salió a rodar en el portal ultraderechista ABC, fue debatida recientemente en otro programa de TV. Como una figura farandulizada de la política, ahora se la conoce como «Perlitas» y la toman por boluda, echándole en cara sus 15 minutos de fama.
La alcaldesa dirige un ayuntamiento con 281 habitantes al que accedió por 74 votos contra 59, y en su momento fue celebrada por ¡el ABC! (¿quién más?) como la alcaldesa más joven de España. Quizás buscando renovar las filas de candidatos antes de la sangría del año próximo, el ABC y todo su aparato le dan cámara a esta muchacha, sin notar que lo único que queda en evidencia es la imposibilidad de la misma de sentarse en un curso con alguien que piensa distinto ya que, como ella misma contó, tuvo que suspender tres veces la materia de Iglesias por no poder soportarlo. Y a media España su historia le despierta urticaria: Pobre Perlitas, ella que sólo quería ir a clases arreglada.