¡LLEGÓ «LA REVOLUCIÓN DE LA ALEGRÍA»!: La reaparición con todo de Cristina templa los ánimos de sus seguidores
No es ésta la mejor columna del viejo Abel Reynoso (porque también está su hijo homónino) pero su alegría es contagiosa y él, lo reconozco, me puede, quizá porque soy de una generación que veneró y venera a sus mayores que perseveraron, que no fueron tantos, después de todo. En Pájaro Rojo coincidimos con su propuesta de que Cristina haga regularmente videitos, aunque nos parece que dos de 15 minutos por semana, como él propone, quizá sea mucho, que quizá sería mejor que los mensajes de nuestra compañera presidenta no pasaran de cuatro o cinco minutos para ser más efectivos. Algo que también sería bueno que aplicase él mismo. Esa es nuestra opinión.
Otra cosa, quizá la alegría sea contagiosa porque acabó de regresar del cine. Fui a ver una película llamada El encuentro de Guayaquil sobre el que tuvieron Bolívar y San Martín, a cuyo término éste se fue a vivir a Europa. Fue en el Cine Gaumont, en el Km. 0 de la ciudad (Congreso) en una versión casi gratuita, por un precio simbólico, y con la gran sala principal llena. A su término gritos de queja por el hambre y el Oooooooooooooooooooh vamos a volver cantado a coro por la multitud. Un tibio ramalazo de esperanza en una tarde fría y desapacible.
Se me hace que mucha gente cantó reconfortada por la reaparición de Cristina.
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