UN GREMIO SIN EXCLUSIONES, PARA
TODOS LOS TRABAJADORES DE PRENSA
Fue un acto para ponerse al servicio de la unidad del movimiento obrero y confluir a nivel nacional con los trabajadores de prensa. Para enfrentar la ofensiva reaccionaria se necesita un gran sindicato, amplio, que incluya a cooperativistas, colaboradores, tercerizados y trabajadores en negro.
Un grupo numeroso de trabajadores de prensa colmó este miércoles las instalaciones del Teatro La Máscara, en el barrio de San Telmo, para participar del lanzamiento de la lista Azul y Verde “Un sindicato de todxs”, que competirá en las próximas elecciones del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA). La lista, integrada por trabajadores de diversos medios y con representación de miembros de La Gremial de Prensa pero también de compañeros independientes, aspira a conducir el sindicato por los próximos cuatro años, aunque el mandato de la próxima comisión directiva electa debe recortarse en aras de ampliar la democracia interna.
Las elecciones tendrán lugar el 28 de abril y permitirán que los actuales afiliados al SiPreBA tengan la posibilidad de debatir si quieren una construcción sindical inclusiva para todxs los laburantes –que sume a todos los trabajadores de prensa que hoy no se pueden afiliar por restricciones equivocadas e injustas- o si persiste una práctica gremial excluyente. La Lista Azul y Verde “Un sindicato de todxs” entiende que una de las tareas más urgentes que debe encarar el gremio es sumar a abrir la afiliación a quienes se desempañan en medios cooperativos o realizan tareas de prensa institucional. Ellos, por supuesto, también son trabajadores de prensa.
La elección del 28 de abril definirá si en el SiPreBA se impulsa una unidad interna concreta, o si las apelaciones a la necesidad de estar unidos se reducen a una mera cuestión declamativa. Por otro lado, el llamado a las urnas definirá si los trabajadores de prensa se integran efectivamente con las luchas y la organización del resto del movimiento obrero argentino, que está protagonizando un incipiente pero esperanzador proceso de reunificación. Si impera el sectarismo –muchas veces producto de estrategias que buscan confrontar políticamente para fortalecer a un partido político, incluso al costo de debilitar al conjunto en el terreno de la reivindicación gremial- se terminará favoreciendo al gobierno oligárquico, excluyente y revanchista que encabeza Mauricio Macri.
Esta discusión entre dos modos de entender la práctica sindical se reflejó durante el acto en las constantes alusiones a los despidos masivos que viene realizando la administración Cambiemos. De hecho, uno de los candidatos de la lista Azul y Verde “Un sindicato de todxs”, el reportero gráfico Rafael Calviño (candidato a secretario tesorero, laburante en La Nación), es uno de esos miles de trabajadores despedidos: fue echado de la Biblioteca Nacional, donde se desempeñaba en la producción y realización de muestras fotográficas de escritores argentinos. Calviño estuvo en el Teatro La Máscara, sentado en primera fila. En un momento todo el auditorio lo aplaudió para manifestarle su solidaridad.
Al referirse a la actualidad, todos los oradores denunciaron el apagón informativo y el silenciamiento mediático que está impulsando el macrismo como condición necesaria para poder llevar adelante el recorte de derechos, el desmantelamiento del Estado presente y el ajuste brutal contra todo el pueblo. En buena parte de los discursos se cuestionó a la conducción actual –provisoria- del SiPreBA por el silencio o los pronunciamientos “a medias” en cuestiones muy graves, como el despido de trabajadores de prensa por cuestiones ideológicas, sobre todo en los medios públicos.
La historia no empieza cuando uno llega
La presencia de tres disertantes de lujo, como el ex director del Centro Cultural Haroldo Conti, Eduardo Jozami; el ex secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete, Oscar González; y el docente universitario Jorge Bernetti, permitió reconstruir la historia del gremio de prensa en los años ’60 y ’70. Jozami, González y Bernetti vincularon esa historia con la situación actual, para lo cual analizaron y pusieron en vigencia conceptos útiles para esta etapa.
Ex secretario general del Sindicato de Prensa de Buenos Aires entre 1964 y 1966, y ex secretario adjunto de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren), Jozami recordó tres medidas de aquella gestión sindical: “La creación de una Intersindical en el diario Clarín para trabajadores gráficos y de prensa, que duró hasta el golpe de (Juan Carlos) Onganía, cuando se intervino el Sindicato de Prensa, se echó a la Comisión Interna y se despidió a 150 trabajadores que jamás fueron reincorporados. En segundo lugar, en aquel momento se podía discutir convenios interesantes, al menos hasta el golpe del ’66. Y el tercer aspecto muy importante fue recuperar la vigencia del Estatuto del Periodista”, puntualizó.
Bernetti, quien en 1974 disputó y ganó la conducción de la Asociación de Periodistas de Buenos Aires (APBA), eligió una frase para hacer una recomendación que sigue teniendo mucha vigencia: “Cuando no hay ningún sindicato la situación es muy mala. Cuando hay dos o más sindicatos hay un mejoramiento, pero la cosa mejora más si hay un sindicato único, federal, democrático, organizado, que levanta las banderas básicas de la ocupación, el salario, las condiciones de trabajo y avanza hacia la discusión de aquello que el pueblo nos reclama de manera directa o indirecta, que es una información plural, adecuada, popular, antiimperialista. Un sindicato es un acto político, básico, porque es la agrupación de los trabajadores, pero no es una secta ni propiedad de ningún partido”, advirtió.
González, miembro de la Comisión Interna de Clarín que fue despedida en 1976 y representante de los trabajadores en la discusión que se plasmó en el Convenio Colectivo de Trabajo de 1975, también reconocido dirigente del socialismo –como lo reflejó cuando levantó su puño izquierdo y sonrió a los compañeros durante el acto- subrayó la necesaria conexión que debe haber entre lo sindical y lo político. “Quiero rescatar la figura de los compañeros que, sin abandonar lo sindical, asumieron lo político”, destacó al recordar la impronta que tenía la función gremial en los tiempos en que era dirigente sindical de prensa. “A esta lista Azul y Verde, a ustedes muchachos, compañeros, los vemos como continuadores de aquellas luchas que nosotros emprendimos. Por eso los vamos a acompañar”, se comprometió González en medio de muchos aplausos.
El abrazo de Milagro Sala es para la Lista Azul y Verde
El lanzamiento de la lista “Un sindicato de todxs” contó con la presencia del secretario general adjunto de la CTA de los Trabajadores, Pedro Wasiejko, y el secretario de interior de la misma central, el dirigente de ATE Capital Marcelo “Nono” Frondizi. También estuvo la secretaria general del Sindicato de Trabajadores Judiciales(SITRAJU), Vanesa Silley. En representación de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) asistió el secretario de Prensa, Mariano De Negris. Desde el ámbito partidario se acercaron para dar su apoyo los legisladores provinciales Miguel Funes, Lauro Grande y Lucía Portos (FpV) y el secretario político del Movimiento Evita de CABA, Sebastián Demiryi. Entre los trabajadores presentes se pudo ver a las periodistas e investigadoras Miriam Lewin y Nora Anchart, ambas militantes de La Gremial de Prensa. También asistieron el sociólogo Daniel Rosso y los periodistas Martín García –organizador de las cenas de La Oesterheld que se realizan todas las semanas en el Bauen- y Miguel Núñez, ex vocero de Néstor Kirchner y ex delegado en el diario La Razón en los ‘80.
Entre las adhesiones llegó la del secretario general de UTE (docentes porteños), Eduardo López. Desde Lomas de Zamora también se recibió la adhesión de la Agrupación de Trabajadores del Conurbano Sur, representantes de Fatpren en la Intersindical de Cultura de la CGT que encabeza Antonio Caló.
El momento más emotivo, sin embargo, se produjo cuando el presentador del acto, Ariel Magirena, leyó una carta que habían enviado a la lista Azul y Verde “Un sindicato de todxs” desde la provincia de Jujuy. Se trataba de una declaración de apoyo firmada por la primera presa política de la era macrista: la dirigente social Milagro Sala, líder de la organización Tupac Amaru. “Desde el penal de Alto Comedero, desde donde me encuentro ilegalmente privada de mi libertad, o más bien secuestrada por el gobernador Morales desde hace 74 días, les mando un fuerte abrazo con la convicción de que hoy, más que nunca, es imprescindible fortalecer la organización para defender los derechos conquistados”, exhortaba Milagro en la carta.
Detrás del acompañamiento de la dirigente jujeña a la lista Azul y Verde del SiPreBA hay una historia no muy conocida: en la segunda Asamblea General del sindicato, realizada el 20 de febrero en el anfiteatro de ATE Nacional, tuvo lugar un fuerte debate (la comisión directiva provisoria se negó a acordar una lista de unidad que incluya a todos los sectores internos del gremio) pero también se votaron resoluciones. En efecto, una de esas resoluciones, aprobada por unanimidad, fue la exigir al Estado nacional la inmediata liberación de Milagro Sala. Esa moción había sido impulsada por integrantes de la agrupación La Gremial, hoy miembros de la lista Azul y Verde “Un sindicato de todxs”.
Sin la intervención de los compañeros de La Gremial, esta denuncia específica contra la represión y la criminalización de la protesta social no se hubiera planteado. “Para que no continúen silenciando voces, y para que las voces de los excluidos tengan un espacio, celebro que se presente una lista como la Azul y Verde para defender a los compañeros periodistas”, destacó Sala, que reconfortó con “un fuerte abrazo” a la distancia a todos los candidatos.
Un debate que recién empieza
Al final, tras el capítulo dedicado a la historia del gremio, llegó el tiempo de los candidatos: entre ellos se encontraban dos trabajadores de Tiempo Argentino, diario que protagoniza el más resonante y peculiar conflicto laboral del gremio en los últimos años. Se trata de Martín Piqué –candidato a secretario general del SiPreBA- y Juan Alonso, quienes integraron la mesa de cierre junto al periodista de Radio Nacional Néstor Restivo, histórico dirigente sindical del gremio, y los delegados Irene Haimovichi (diario La Nación) y Nicolás Luna (agencia de noticias Télam). Ariel Magirena, periodista de la Televisión Pública y también integrante de la lista, ofició como presentador y conductor del lanzamiento. “La de Tiempo es una pelea bisagra en el gremio de prensa. Vamos camino a la autogestión. Este gobierno mata los derechos de toda la clase trabajadora”, cuestionó Alonso. “Queremos un sindicato que represente a todos los trabajadores”, exigió.
¿Qué ítems del debate se perfilan entre la lista de la comisión directiva provisoria (identificada como la Pluricolor) y los candidatos de la Lista Azul y Verde? Diseñador gráfico y trabajador del periódico Reporte Nacional, que edita Télam como servicio para los diarios del Interior, Luna comenzó a desgranar algunos temas: cuestionó el silencio y la pasividad que mostró la actual conducción provisoria del SiPreBA ante la avanzada de shock del gobierno macrista que disolvió ilegalmente –por decreto, cuando debía modificarlo por ley- la autoridad de aplicación (AFSCA), creó un nuevo organismo y le permitió a Clarín archivar definitivamente su plan de adecuación. Luna destacó que la Ley de Medios es central desde el punto de vista de los derechos laborales, porque un ámbito de medios concentrado en oligopolios ejerce una amenaza de facto sobre los trabajadores: los obliga a disciplinarse o a quedar excluido de las ofertas de empleo.
A pesar de todo esto, la conducción provisoria del SiPreBA nunca defendió con militancia la Ley de Medios ni abogó por su continuidad. Hasta el momento no hubo posicionamientos ni enunciados contundentes en su defensa. Para Luna, en un contexto en el que el gobierno busca “achicar el gasto” sin importar el costo social ni las deudas internas, los trabajadores de prensa se encuentran ante una disyuntiva: “El 28 de abril, en el SiPreBA, o le damos voz y voto a TODOS los trabajadores, o mantenemos un sindicato de elites”. Luna también mencionó otro rasgo contradictorio y repudiable del estatuto adoptado por el sindicato. Según esa normativa, los trabajadores de prensa de los medios cooperativos y comunitarios no pueden ser afiliados al SiPreBa. Tampoco quienes trabajan en áreas de comunicación en diversas instituciones. “Estamos discutiendo si tener un patrón o no habilita a ser afiliado, o no, a un sindicato”, cuestionó Luna.
Como hemos señalado, el estatuto adoptado por el SiPreBA contiene una extraña paradoja en su articulado, excluyente y restrictivo. Con el estatuto establecido por la lista Pluricolor, los trabajadores del diario Tiempo Argentino podrían quedar afuera del sindicato, ya que el último viernes 1º de abril los miembros de esa publicación resolvieron por unanimidad conformar una cooperativa, que se llamará PorMásTiempo. Esta decisión, resuelta ante el escenario durísimo de vaciamiento acelerado llevado adelante por la parte empresaria, con un lockout que quedó en evidencia con el incumplimiento del pago de deudas y el cese de impresión del diario, podría derivar en una desafiliación masiva de trabajadores, siempre que se aplique –dato no menor- el contenido del propio estatuto del SiPreBA que está vigente. Si eso sucediera, toda la redacción de Tiempo quedaría ante una situación de intemperie e indefensión sindical. “Acá el enemigo se llama Mauricio Macri, no nos confundamos”, cerró Luna.
A su vez, Néstor Restivo, columnista en Radio Nacional y periodista especializado en cuestiones económicas señaló: “El SiPreBa es un embrión. Hay que alimentarlo mucho. Lamentablemente, no pudimos conformar una lista de unidad con el otro sector (lista Pluricolor) que está en el Sipreba”, contextualizó. “El trotskismo en el gremio fue siempre importante. Nos guste o no nos guste, tiene su presencia en el cuerpo de delegados, y es una realidad. Pero dividen, son sectarios, y son truchos también, porque ni siquiera nos dejaron entrar en la Junta Electoral. Incluso hoy, todavía, tenemos compañeros que son trabajadores de prensa y que no son aceptados como afiliados. Así como no nos dejaron incluir dos representantes en la Junta Electoral, también dejaron afuera a casi 20 compañeros, a quienes no dejaron afiliar ni votar”, condenó.
“No importa. Igual hacemos este esfuer
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a a dar la disputa por el SiPreBA que se viene. Porque el SiPreBA no es lo que se ha formado hoy, con mil y pico de afiliados. Nosotros queremos un sindicato que reconozca la cantidad enorme de trabajadores de prensa que están precarizados, flexibilizados, fuera de las empresas formales, miles y miles de trabajadores. Algún día tendremos un sindicato plural, masivo, convocante, fuerte. Nosotros vamos a empezar a sembrar hoy para que eso ocurra lo antes posible”, prometió.
“Lo primero que quiero representar en la lista Azul y Verde es el lugar que nos corresponde a las mujeres en cualquier mesa de dirección o de coordinación de cualquier organización política, gremial, social”, remarcó Irene Haimovichi. “Nosotros creemos que no se debe separar la política de la acción gremial. Tampoco podemos olvidar el contexto político. Pero la pelea, compañeros, la vamos a dar los trabajadores”, definió. Haimovichi contó luego cuáles fueron las razones que la llevaron a contribuir a la conformación de la lista Azul y Verde. “Este sindicato está naciendo con un paso hacia atrás. Que consiste en no entender cuál es la situación general del país. Tanto del gremio como del país, en la cual este sindicato nace. Lo que importa es que el sindicato de los trabajadores de prensa, como otros sindicatos, defiendan a sus trabajadores en toda la línea y peleen por tener el país y el contexto que todos necesitamos”, arengó Haimovichi, a quien todos sus compañeros llaman afectuosamente por su nombre de pila.
Desafíos. La unidad popular y la batalla por construir sentido
El cierre del acto quedó a cargo de Martín Piqué, redactor de Tiempo Argentino, quien también trabajó 11 años en el periódico Página/12 y que, frente a varios de sus compañeros del diario que se acercaron al teatro La Máscara, manifestó su deseo de seguir compartiendo con ellos la pertenencia a una redacción que atraviesa una situación de lucha y organización autogestiva. “Creo que el Sindicato de Prensa de Buenos Aires es una necesidad, pero a la vez es parte de un proceso. Es tan profunda la ofensiva del nuevo Estado oligárquico, excluyente y revanchista que a nosotros, compañeros, no nos alcanza con el SiPreBA, del que nos sentimos parte y por el que luchamos tantos años. Pero a los trabajadores de prensa que siguen afiliados al otro sindicato tampoco les alcanza con la UTPBA. Por eso hablamos de que ante este panorama de shock neoliberal es necesaria la reunificación nacional de todos los trabajadores de prensa”, remarcó. “Mis compañeros del diario Tiempo Argentino y yo somos prueba de la ofensiva sobre los derechos de los trabajadores, que además está montada sobre algunos problemas que tuvo la etapa anterior, como el rol de la burguesía nacional en los medios y algunas situaciones de empleo precario, que facilitaron los despidos masivos”, reconoció.
“Creo que los trabajadores de prensa tenemos que ser parte de un cambio que va a empezar a dibujarse necesariamente. Un cambio que consiste en la recuperación del protagonismo del movimiento obrero como actor central, estratégico, de la resistencia y la oposición popular a este gobierno oligárquico. Las centrales sindicales se están unificando porque ven que la unidad es la única alternativa ante esta restauración encarnada por la gestión de Macri. Nosotros, desde la lista Azul y Verde “Un sindicato de todxs”, queremos que los trabajadores de prensa no se queden afuera de este proceso de construcción de unidad popular. También queremos que los trabajadores que –y me adelanto- hagamos nuestro laburo en cooperativas podamos afiliarnos al sindicato”, reclamó Piqué.
“A nosotros no nos parece correcto, ni conveniente para las reivindicaciones de los trabajadores, que haya partidos políticos que intenten parasitar una experiencia, sea un frente de masas, tanto territorial o sindical. Porque, si el objetivo siempre es el ‘engorde’ o crecimiento del partido de vanguardia, en lo que subyace la idea leninista del partido, y que lo demás no importa, o que no importan tanto los resultados concretos de los procesos de lucha y organización, después sucede que los conflictos fracasan. Es la idea de algunos partidos, que se contentan con sumar a 15 compañeros a una experiencia política-partidaria. Ese modo de construcción ya lo conocemos y no nos parece”, cuestionó en su discurso Piqué, candidato a secretario general del SiPreBA por la lista Azul y Verde “Un sindicato de todxs”.
“Quiero empezar a instalar un debate en el gremio de prensa. A los compañeros de la otra lista los escuché decir muchas veces, y comparto esto hasta cierto punto, que las líneas editoriales son de las patronales. Y que los trabajadores son una cosa y las patronales son otras. Los compañeros de la Lista Pluricolor insisten mucho con esto. Yo creo que tenemos que dar un debate un poco más allá del planteo que subyace en ese argumento, que me parece correcto pero sólo hasta cierto punto y después no comparto. Quiero decir que, más allá de los errores graves, limitaciones o problemas que tuvo el proyecto político que gobernó el país los últimos 12 años –y nosotros los trabajadores de Tiempo somos víctimas directas de esas limitaciones-, no todas las líneas editoriales son lo mismo”, arriesgó Piqué.
El primer candidato de la lista Azul y Verde también puso el foco sobre el silencio de la lista oficialista, la Pluricolor, en torno al rol editorial que tuvieron algunos comunicadores contratados por el Grupo Clarín. Uno de ellos, Jorge Lanata, llegó hasta a justificar que los trabajadores de prensa del Grupo 23, de Radio Nacional, de la TV Pública y del sector público en general se fueran quedando sin trabajo. “El rol que tuvo Lanata en los últimos años, permítanme la comparación, salvando las distancias, es similar al que tuvo (Jacobo) Timerman en la campaña que justificó el golpe contra Arturo Illia. Aprovechando algunos errores y problemas, Lanata se convirtió en el actor clave para avanzar en el desmantelamiento en lo simbólico de todos los derechos ampliados y conquistados para los trabajadores y el pueblo en general. Algunos compañeros trabajadores de prensa, paradójicamente, ahora están siendo víctimas de una política a la que ellos mismos, quizá sin darse cuenta, contribuyeron a construir. Esto hay que debatirlo”, desafió Piqué.
“La política de despidos masivos que se está aplicando ahora desde el Estado macrista, la política de disciplinamiento de los trabajadores y de moderación del poder de negociación de los sindicatos en las paritarias, sólo es posible de ejecutar porque antes se creó un consenso que justifique los despidos, el recorte del Estado, el ajuste. Muchos de los compañeros que igualan las líneas editoriales como si todas fueran responsabilidad exclusiva de las patronales no se dan cuenta que ellos mismos contribuyeron, construyendo simbólicamente un sentido común de la sociedad, a la política que ahora los perjudica. Que nos perjudica a todos. Afilaron sin darse cuenta al cuchillo que se está utilizando para podarnos a todos”, completó Piqué con un razonamiento que despertó algunos aplausos.
La militancia, compromiso para toda la vida
“La militancia no es un hecho espasmódico. Sea la militancia política o la militancia sindical. Nosotros queremos la unidad, pero dando todos estos debates. Ellos (por la lista Pluricolor) nos quisieron afuera. Nos macartearon. A algunos nos acusaron de kirchneristas con un tono casi policial. Pero en La Gremial de Prensa, que quede claro, y mucho más en la lista Azul y Verde, convivimos compañeros con miradas ideológicas y simpatías partidarias muy variadas. Además, nosotros queremos que todas las tradiciones del pensamiento nacional, popular, emancipatorio, de izquierda, se sientan parte de este espacio. Nosotros no somos sectarios, queremos la unidad con todos”, definió. “Lo que también nos diferencia de la otra lista, al menos con algunos de sus miembros, es que nosotros no nos consideramos una vanguardia esclarecida que mira con desdén a la mayoría del movimiento obrero. Para nosotros es una gran alegría que las CGT y las CTA estén avanzando hacia un proceso de reunificación. Es lo que los trabajadores necesitamos”, agregó Piqué.
“Otro problema que vemos en nuestros rivales políticos dentro del SiPreBA proviene de la diferencia en la caracterización del gobierno de Macri. Algunos quieren comparar y emparentar al kirchnerismo y al macrismo, pero el blindaje y silenciamiento mediático que vivimos hoy es totalmente distinto a lo que pasaba hace tres o cuatro meses. Con todos los cuestionamientos que se pueden hacer, por lo menos hasta diciembre había dos relatos. Aunque no fuera algo satisfactorio era mejor que esto. Pero los compañeros de la otra lista no entienden que la Argentina en 100 días cambió de forma brutal”, subrayó el candidato a secretario general de la Azul y Verde.
“Tenemos que dar un salto organizativo. Por eso la Lista Azul y Verde no es un fin en sí mismo. Es un medio. La reunificación del gremio de prensa debe ser un objetivo para un fin superior, que es ayudar y ser parte del movimiento obrero a recuperar el protagonismo y la visibilidad que necesariamente va a tener. Porque la resistencia a este gobierno va a partir desde los trabajadores organizados”, vaticinó Piqué. “Los trabajadores queremos volver a ser felices. Queremos no tener miedo de quedarnos sin trabajo. Y tenemos que hacer el sindicalismo más efectivo para organizar la resistencia. Nosotros somos parte del movimiento obrero, nos sentimos parte de él y queremos volver con ellos. Porque cuando se habla de volver, nosotros creemos que si pensamos en volver debe ser volver con otros, con nuevos aliados, y sobre todo con un protagonismo mayor, central, de los trabajadores organizados. Compañeros trabajadores de prensa: estemos a la altura. Hace mucho que no vivimos un tiempo tan desfavorable para la clase trabajadora”, señaló.
“Para terminar, compañeros, nosotros queremos construir la unidad. La unidad de la clase trabajadora, con todas sus identidades y de todo el movimiento obrero organizado”, señaló Piqué. Y así, en San Telmo, entre banderas azules de La Gremial, azules y verdes de la lista, el logo del SiPreBa y remeras blancas revoleándose por el aire, se escuchó un canto resignificado, dedicado a todos los trabajadores argentinos: “Unidad de los trabajadores/y al que no le gusta/se jode/se jode”.
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