¿Reelección indefinida o sucesión controlada para institucionalizar el modelo?
ARTEPOLITICA
El 10 de diciembre de 2015, el texto constitucional vigente indica que Cristina Fernández de Kirchner deberá dejar el gobierno y culminar, de esa manera, con 12 años consecutivos de Kirchnerismo, una experiencia inédita para la política argentina.
Durante la semana que culmina y luego de la abrumadora mayoría obtenida para devolverle al Estado el 51% de las acciones de YPF, se volvió a instalar con más fuerza en la opinión pública el futuro del oficialismo de cara a los próximos años. ¿Quién será el candidato del kirchnerismo en las presidenciales de 2015? ¿Qué perfil será el requerido para consolidar el modelo? ¿Este proceso dependerá, en soledad, de la presencia indiscutible de Cristina? ¿Quién será el delfín elegido por la presidenta?
Dos grandes propuestas anidan en la superficie en la que se debate como institucionalizar el modelo. La primera de ellas (desde aquí en más Opción I) descansa en la necesidad de una reforma constitucional que no sólo plasme en el texto constitucional los cambios operados durante esta década por el Estado, sino que también incluya la habilitación para un tercer periodo presidencial. La segunda propuesta (de aquí en más Opción II), apunta a enhebrar acuerdos en el interior del peronismo que dé lugar a una sucesión ordenada (con un K paladar negro de máxima o un peronista K condicionado, de mínima)