SANTORAL. Apolonia, virgen y mártir
Apolonia – 9 de febrero
Virgen y mártir, m. hacia 249
Hacia el final del reinado de Felipe Arab, un astrólogo pagano de Alejandría azuzaba a las masas contra los cristianos, culpándolos de los más variados males. Muchos creyentes pudieron huir, pero quienes cayeron en manos de la turba padecieron espantosos tormentos. Entre ellos, brilla de modo singular el martirio de la virgen Apolonia.
Una turba de paganos enardecidos la golpeó duramente y le lanzó piedras contra la cabeza y el rostro. Le habían destrozado ya la nariz, y de las mejillas y de la garganta le brotaba la sangre a borbotones, cuando un esbirro la sujetó, obligándola a sentarse sobre una roca. Acto seguido, le echó con violencia la cabeza hacia atrás, mientras otro le abría la boca ensangrentada para introducirle un tarugo de hierro. Por fin le arrancaron los dientes uno tras otro, con una tenaza, rasgándole, además, trozos de la mandíbula.
Mientas tanto, parte del populacho había encendido una inmensa pira a espaldas del cabecilla, quien se mofaba de Apolonia: “¿Dónde está tu Dios del amor que podrá librarte ahora de estos dolores?”
Apolonia fingió reflexionar, pero sorpresivamente el Señor, en su infinita misericordia, acudió en su auxilio, la alzó en el aire y la arrojó al fuego ardiente.
San Agustín ha conseguido probar que se trató de un milagro y no de un suicidio.
Patrona de los dentistas, es invocada contra el dolor de muelas. Varios dientes y trozos de la quijada de esta santa virgen se encuentran en la actualidad en iglesias de Bruselas, Nápoles, Lieja y Colonia.