SERGIO PALAZZO: “Ojalá pierda el gobierno, porque si le va bien, es que le va mal al pueblo argentino”

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Hace ya mucho que comencé a seguir con la máxima atención los movimientos de Sergio Palazzo, y me alegró mucho ver a Cristina de perfil, como en un friso egipcio, escuchándolo atentamente cuando participaron de un acto juntos (foto). Me resulta una paradoja regocijante que el discurso más ortodoxamente peronista (dicho sea lo de ortodoxo en el mejor sentido de la palabra) provenga de un sindicalista de origen radical,y que a la vera de Zanola se hayan desarrollado sindicalistas combativos como él y Andres Castillo, veterano de tantas batallas. Palazzo y sus compañeros parecen tener muchas cosas claras, incluido su rechazo a las tentaciones vandoristas que reencarnó Hugo Moyano (ver su referencia al fracaso de Saúl Ubaldini como candidato a la Gobernación de Buenos Aires). Y cuando hablo de él pienso en la Corriente Federal de los Trabajadores que La Bancaria integra, en la que descuellan también dirigentes como el gráfico Héctor Amichetti y, en un segundo plano pero no menos importante por su capacidad de análisis, el docente Horacio Ghilini. Y no sólo pienso en la CFT, sino tambien en el camionero Pablo Moyano y en algunas seccionales de la UOM que están en los hechos de acuerdo con ella, y en otros gremios industriales empujados por la brutal ofensiva macrista a la resistencia o la desaparición.

Es sabido: Todos unidos triunfaremos.

Para octubre, “con el peronismo no alcanza” porque “el adversario es muy sofisticado”

El líder bancario llama a formar un frente con “todos los sectores políticos, gremiales y sociales” opositores para enfrentar al macrismo en las urnas. Pide “trabajar sin egoísmos y sin coronita”.


POR CLAUDIO MARDONES / LA LETRA P

En octubre de 2009, el mendocino Sergio Palazzo fue electo secretario adjunto de la Asociación Bancaria junto a Juan José Zanola como titular. El segundo plano del ex encargado de Acción Social y Deportes de la entidad gremial duró poco, porque su compañero de lista fue detenido por el caso de la “mafia de los medicamentos”. Antes de las elecciones que confirmaron la reelección de Zanola y sellaron el futuro de Palazzo, la obra social fue intervenida por decisión de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Han pasado casi ocho años desde aquellos encontronazos que llamó “un circo mediático” para torcer los comicios de 2009. En la actualidad, transita el último año del mandato 2013-2017 y es uno de los dirigentes gremiales más aborrecidos por la administración de Cambiemos, que lo tilda de “sindicalista K”, especialmente porque su gremio logró romper el techo del 18% anual que había previsto el presidente Mauricio Macri como aumento salarial para este año.

A fines de los 90, como titular de la seccional de su provincia, tuvo que afrontar la liquidación de los bancos de Previsión Social y de Mendoza, en una fusión que finalmente quedó en manos de su coterráneo el financista del menemismo Raúl Moneta. Con un pasado militante en el radicalismo y duras peleas públicas con el kirchnerismo cuando estuvo en el poder, Palazzo advierte, en diálogo con Letra P, que la política económica de la administración de Macri exige la unidad de sectores opositores políticos, sociales y sindicales. Antes de la reunificación de la CGT, en agosto pasado, el bancario lanzó su candidatura a encabezarla. Su gremio esta en la franja de salarios que supera la media y la actualización anual habitualmente registra uno de los mejores porcentajes de aumento. Con esa acumulación, La Bancaria le ganó la primera pulseada paritaria de 2017 al Gobierno, que impugnó el acuerdo en la Justicia y perdió.

BIO. Secretario General de la Asociación Bancaria y protagonista del reciente conflicto salarial que rompió el techo del 18% que había impuesto la administración de Mauricio Macri para 2017. Con pasado militante en el radicalismo, fue compañero de conducción de Juan José Zanola hasta que la Justicia ordenó su detención. Se negó a integrar al Consejo Directivo de la CGT unificada que se conformó en agosto pasado y sostiene que las medidas de fuerza previstas para marzo tendrían que haber sido adoptadas mucho antes. A fines de los 90 tuvo que afrontar el cierre de los bancos estatales de Mendoza, la provincia en la que nació hace 54 años.

-¿Cómo fue el desarrollo de la negociación paritaria con la que lograron romper techo de aumento del 18%?

-Muy duro. Fue una negociación que estuvo contaminada por una presencia del Estado a favor del sector patronal, que en vez de buscar el bien común de forma equidistante, decidió jugar su partido en la cancha del sector empresario para perjudicar a los trabajadores. A partir de ahí fue una pelea importante que la Asociación Bancaria logró sortear eficazmente. Lo pudimos torcer gracias a que los compañeros estuvieron a la altura de las circunstancias y nos dieron la fortaleza suficiente para no resignar en nada el acuerdo que teníamos preestablecido desde noviembre. Así pudimos sortear ese techo que nos quisieron imponer del 18 por ciento anual en cuatro cuotas.

¿Esperaban que el Gobierno impidiera la homologación del acuerdo en la Justicia?

-Que recurriera a la Justicia no tiene ningún asidero. La ley 23.546 dice en su articulo 5 que, si las representaciones paritarias han acordado, el acuerdo debe ser homologado por los sectores que no querían firmarlo, en este caso, la Asociación de Bancos Argentinos (ABA) y el Banco Central. Eso no es todo: el artículo 6 de la misma ley dice que, cuando hayan pasado 30 días del acuerdo presentado ante el Ministerio de Trabajo, tiene que ser homologado tácitamente. Este acuerdo que firmamos ya había superado ese tiempo y en la Justicia no había ninguna chance para ellos.

“La idea que tuvo el Gobierno fue amedrentar. Ahora quieren amedrentar a los jueces pidiendo el el juicio político porque resolvieron favorable a La Bancaria”

-¿Cómo se explica entonces que el Gobierno haya avanzado de este modo en tribunales? ¿Fue para ganar tiempo?

-La idea que tuvo siempre fue amedrentar. Ahora quiere amedrentar a los jueces pidiendo el el juicio político porque resolvieron favorable a La Bancaria. Pensó que a partir de la presentacion judicial, como la que firmó Vidal con los estatales, nuestro sindicato iba a dar marcha atrás y lo que hicimos fue ponernos mas duros, no solo en el terreno judicial, sino en lo gremial con el paro de 72 horas.

-Desde que asumió Mauricio Macri ¿Cuál ha sido la ganancia de los bancos hasta ahora?

-El nivel de rentabilidad de los bancos en materia de dinero fue de 74 mil millones de pesos durante el ejercicio 2016, que cerró hace dos meses. Pero, si lo medimos por el “ratio” de rentabilidad sobre el capital, la ganancia fue del 35,2 por ciento. Antes de que asumiera Macri, ese “ratio” estuvo en el 30 por ciento. Es decir que no sólo ganaron mas dinero, sino que mejoraron el nivel de rentabilidad en cinco puntos.

-¿Ese nivel de ganancia fue determinante para que pudieran superar el techo del 18% que impuso el Gobierno?

-En la negociación fuimos con tres ejes: uno tiene que ver con la rentabilidad del sector, otro con el impacto del Impuesto a las Ganancias sobre el salario y el tercero con los niveles de la canasta familiar. Así, hemos logrado que el aumento quede en un 24,5% y que, a partir de ahi, cualquier incidencia inflacionaria que tenga el salario por encima del 19,5% debe ser contemplado como un reconocimiento, que no sólo tiene que ver con lo que perciba ese mes, sino que es retroactivo al 1° de enero.

-¿Cómo impactará el desenlace de este conflicto en el resto de los acuerdos paritarios en marcha?

-Las paritarias siempre dependen de cada sector, que la manejan de acuerdo a lo que establecen los cuerpos orgánicos de los sindicatos. No todas las paritarias son iguales: hay sectores y actividades donde los compañeros tratan de que no les echen trabajadores, como pasa en la industria, donde hay una grave retracción. En ese caso, lo que más se cuida son los puestos de trabajo. Hay otras paritarias donde esto puede servir. Pero, más allá de un punto más o un punto menos, el tema central es que vulneramos el concepto que quería regular el Estado de un porcentaje igual para los sectores que están mal y los que están bien. Eso no corresponde. La paritaria es libre y es una negociación entre patronal y trabajadores que se tiene que homologar por el Ministerio de Trabajo cuando no afecta el bien común. Esto sirve para que el Estado no venga a imponer un numero, pero no es una referencia en cuanto al porcentaje: cada uno debate de acuerdo a su actividad.

-Esta semana, en medio de la negociación paritaria de la provincia de Buenos Aires con los gremios docentes, comenzó una campaña en las redes sociales para deslegitimar a los maestros con la idea de impulsar un voluntariado, promocionado desde un call center del oficialismo. Luego se supo que el primero en tuitear su propuesta es un miembro de Cambiemos que fue integrante del Batallón 601 de inteligencia del Ejército.  En el medio, Roberto Baradel ya recibió varias amenazas contra su familia. ¿Cual es su opinión sobre la forma en que la gobernadora María Eugenia Vidal afronta la negociación con los docentes? 

-Toda mi solidaridad con Robi Baradel por las amenazas que sufrió junto a su familia. Es deplorable que recurran a una campaña de trolls rentados para deslegitimar el conflicto docente.  La aparición de personajes nefastos y de pasado oscuro no es exclusividad de este tipo que se ofrece de maestro voluntario. Es casi una constante de este Gobierno en su desprecio por los derechos humanos y la designación de personas en la función pública con antecedentes y opiniones vinculados a la dictadura. Con todo esto, Vidal incumple una vez más desde la gestión su promesa de campaña. “Las paritarias van a ser libres en el gobierno de Mauricio”, decía ella por entonces.

“No alcanza con paliativos, porque el concepto central es la apertura de importaciones y eso es la pérdida de puestos de trabajo y cierre de PyME’s”

-Este sábado, Letra P anticipó que el Gobierno tiene un plan vinculado al “compre nacional” para regular importaciones y evitar el paro nacional que convocó la CGT. ¿Usted cree que el Gobierno tiene posibilidades frenar el paro y retomar la Mesa de Dialogo que la dirigencia sindical dio por concluida cuando lanzó la marcha del 7 de marzo?

-La marcha del 7 de marzo va a ser muy contundente y el nivel de movilización hará que el paro se deba cumplir. El Gobierno plantea algunos cambios, pero el Presidente ya ha dicho claramente cuál es su concepto: dijo que la apertura de importaciones vino para quedarse y es una definición política que no avizora buenos resultados. No alcanza con paliativos, porque el concepto central es la apertura de importaciones y eso es la pérdida de puestos de trabajo y cierre de pymes que no pueden competir con costos chinos o taiwaneses, porque producen con trabajo esclavo condenado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

-Macri pronosticó para este año electoral la generación de nuevos puestos de trabajo y celebró la sanción de la reforma a la ley de ART. ¿Cree que se revertirá el incremento de la desocupación?

-Van por muy mal camino si la generación de empleo la quieren generar con flexiblizaciones laborales hechas por decreto, porque no les dan los números en el Congreso. En los ’90 intentaron con pasantías y con los mismos proyectos, que incluían toda esta batería de desgravaciones impositivas. Todo fue para mejorar la rentabilidad de las empresas y no para mejorar el empleo. Si van por ese camino, están equivocados y cualquier economista puede verificar que no hay crecimiento. La baja de la inflación es un resultado de la recesión y eso no mejora la economía.

-El titular del gremio de Sanidad y miembro de la conducción unificada de la CGT, Héctor Daer, dijo que no quieren partidizar la marcha del 7. Fue para cruzar a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que había convocado a participar de la movilización en lugar de acompañarla durante su testimonial en los tribunales de Comodoro Py, previstos para el mismo día. ¿Coincide con Daer?

-Yo creo que todos los apoyos que reciba la marcha son bienvenidos. Está bien que la CGT plantee no partidizarlo. En todo caso, los que quieran apoyar, que sumen sus cuadros militantes detrás de las columnas del movimiento obrero. Todos los apoyos son necesarios y por eso está bien que la ex presidenta sume su apoyo para que haya más gente. El concepto de no partidizar es correcto por parte de los compañeros de la CGT. Bienvenidos todos los sectores políticos: la marcha ya fue apoyada por el Frente Renovador, el socialismo y otras fuerzas, por eso creo que está bien que la ex presidenta también lo haga.

 

-Desde su reunificación en agosto pasado, la respuesta de la CGT ante las medidas del Gobierno ha sido muy criticada, especialmente por tardía. ¿Cree que el Consejo Directivo confederal cambiará de posición?

-En La Bancaria y en la Corriente Federal sindical que integramos hemos dicho claramente que las medidas de confrontación tendrían que haber sido resueltas mucho antes. Pero entre quedarme con ese concepto, prefiero quedarme con la decisión de confrontar. Elijo profundizar esa coincidencia, porque el “ahora” nos impone buscar la mayor cantidad de esfuerzos para hacerle frente a una política económica que perjudica a los trabajadores. Lo que teníamos que decir ya lo dijimos. Tenemos que unificar todas las luchas que andan dando vueltas.

-Esta semana, la CGT publicó un documento donde dice que las únicas inversiones que llegaron son las especulativas y le exige al Gobierno un cambio en la política económica. ¿Suscribiría ese documento? 

-Es un buen documento que analiza la situación económica. Coincido, pero habría que agregarle que cuando el Gobierno se entromete en las paritarias, como hizo con nosotros, y cuando el Presidente se arroga facultades que no le son propias en materia salarial y dice que pagará un aumento anual con la inflación como techo, lo que está diciendo es que consolida un sistema de inequidad e injusticia y cristaliza la pobreza del 30%. Si tenemos presente que hacen falta 13.000 pesos para no ser pobre y que el 70% de los trabajadores cobra menos de 9.000 pesos, lo que dice Macri es que no les permitirá mejorar su nivel de ingresos por encima de la inflación. Quiere decir que consolidó ese 30% de argentinos pobres porque nunca les va a permitir recuperar el poder adquisitivo. Creo que tendríamos que haber profundizado ese concepto, pero en términos de política económica coincido.

“Si el Consejo Directivo toma un camino de confrontación con el Gobierno, ahí estará La Bancaria, porque creemos que esta política económica es muy nociva”.

-¿Esta coincidencia puede acercar a La Bancaria al Consejo Directivo de la CGT?

-Por más que no estemos en la conducción formamos parte de la CGT. Acá lo importante es decir que, si Consejo Directivo toma un camino de confrontación con el Gobierno, ahí estará La Bancaria, porque creemos que esta política económica es muy nociva. Si Macri no la cambia, tendremos que estar todos juntos bregando para que así sea. Estaremos en la CGT en la medida en que se decida confrontar con esta política.

-Arrancó un año electoral clave, donde Cambiemos buscará revalidar los títulos en las legislativas. ¿Cómo impacta la polarización y la oposición al macrismo dentro del movimiento obrero?

-Creo que es muy necesario que confluyan todos los sectores políticos gremiales y sociales que tengan una visión distinta a la del rumbo que sostiene el macrismo. Tienen que confluir en un espacio de construcción de una propuesta. No digo que primero sea de candidaturas: eso depende del consenso mayoritario de los sectores que estén dentro de ese espacio y del candidato que mejor mida.  Ése deberá encabezar para transformarla en una propuesta electoral, pero tenemos que trabajar sin egoísmos y sin coronita.

-¿A que se refiere?

-Acá no tiene que haber proscripciones y tampoco tiene que haber nadie que se quede con la camiseta puesta de numero 10. Quien mejor interprete los niveles de consenso contra las políticas de Macri es quien tendrá que encabezar.

-Esta semana que pasó, la CGT se reunió con distintos partidos, pero el plato fuerte fue con el Consejo Nacional del Partido Justicialista. Algunos hablan de la posible candatura de CFK en nombre del peronismo y otros apuestan a alternativas que incluyen su ausencia. ¿Para Ud será candidata?

-Yo creo que con el peronismo y con el kirchnerismo adentro no alcanza. Si nos planteamos un escenario hipotético de construcción de una propuesta, tiene que ser abarcativa de diversos pensamientos políticos y sociales que la integren. El adversario que tenemos en frente es muy sofisticado. Es la década del noventa sofisticada y recargada porque Macri tiene un blindaje mediático muy grande. Por eso digo que no alcanza el peronismo con el kircherismo adentro: hay que articular con los sectores sociales ,sindicales y políticos que tengan un tronco o una raíz nacional y popular y que defienda un modelo de país distinto a lo que sostiene Macri. Ahora, en ese contexto, la ex presidenta es una figura más que está en carrera.

-¿Apoyaría la candidatura de Florencio Randazzo?

-De Randazzo no puedo opinar porque no sé qué es lo que hace. Porque se fue cuando terminó el Gobierno anterior y nunca más estuvo en política. La verdad que lo que quiera o no quiera hacer Randazzo es una incógnita para todos, pero no me corresponde opinar porque parece que no quiere paticipar. Y como no está en carrera, no me corresponde opinar.

-En los últimos 35 años hubo distintas herramientas electorales promovidas por el sindicalismo. La CTA, con Víctor de Gernaro a la cabeza, promovió durante años opciones inspiradas en el PT de Lula. Hugo Moyano fue candidato en la Provincia de Buenos Aires, junto al empresario Francisco De Narváez. En este escenario, ¿sucede una nueva posibilidad electoral para que las organizaciones sindicales disputen el voto?

-A los dirigentes sindicales que se dedicaron a la construcción de un espacio político propio les ha ido bastante mal. Desde Saúl Ubaldini en adelante. Creo que el movimiento obrero tiene que participar en política porque es un gran actor actor de la política nacional. El mundo se rige por el capital y el trabajo con una intermediación del Estado. El capital genera agenda y el mundo del trabajo no. Entonces tenemos que participar en política, pero después de generar una propuesta sobre políticas de Estado. Después hay que dar un salto de calidad y participar en un partido, en un frente, o en varios partidos, o en varios frentes. La presencia de dirigentes del movimiento obrero en el Parlamento es lo que garantiza la voz de los trabajadores para sancionar leyes que favorezcan el mundo del trabajo, pero hay que hacerlo en un marco mucho más amplio. Hay que recordar que Ubaldini, una referencia inexcusable en el mundo sindical, terminó sacando el 5% de los votos como candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires.

-Después del acuerdo paritario lo llamó la ex presidenta para felicitarlo y le llovieron las críticas. Después Diego Maradona le hizo llegar su apoyo por las redes. ¿Fueron los únicos?

-El Diego nos puso la espalda más grande que la del ancho Rubén Peuchele. Le agradezco sus conceptos elogiosos. Que provengan del Diego nos llena de profundo orgullo. La ex presidenta me había llamado para interiorizarse del acuerdo cuando fue firmado. Yo tengo un buen trato con ella y cuando se enteró de los números me llamó para felicitarme porque no habíamos resignado nada de lo que habíamos ido a buscar en la negociación. No soy ingenuo: la ex presidenta genera esa trascendencia, pero llamaron otros sectores. Sería injusto no mencionarlos: llamaron los compañeros de la CGT, el titular del Partido Socialista, el propio (ex presidente del Banco Nación) Carlos Melconián, que llamó para felicitar. También Sergio Massa, Graciela Camaño y Ricardo Alfonsín, con quien tengo una buena relación personal y tienen sus divergencias dentro del radicalismo por su relación con el PRO.


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