Si Alfredo Casero es nuestro enemigo, mi madre fue una carretilla
Estoy mirando el final del TVR. Es, a mi juicio, el mejor programa de la tele local, pero algunas cosas goebbelianas de Gvirtz me incomodan mucho. Se le dedicó más de 20 minutos al grueso furcio de Alfredo Casero (que dijo que Juan Cabandié habia sido «rescatado» por su apropiador, el policía Falco) a pesar de que ya Casero había pedido disculpas por el mismo a la vez que pedía a 678 (otro programa de Gvirtz) en griego y en español que le dieron lugar para explicar su posición. La mía es clara: o se lo deja a Casero rectificarse y decir lo que se le cante al aire sin cortapisas ni ediciones, o no se le da bola y no se habla de un episodio que, al fin y al cabo, no es taaaaan importante ni ahí.
Yo, si fuera Gvirtz, hubiera invitado a Casero a TVR en lugar de Fernando Mirás. Eso, me parece, hubiera sido demostrar valor y buena leche.
En última instancia, hubiera invitado también a Capusotto, que es mucho más piola y al que seguramente Casero le tiene envidia porque lo superó claramente. Entre otras cosas, está mejor del bocho. Capusotto le hubiera puesto la tapa y reencauzado sin despeinarse. Como el Jesús de Laferrere a los rolingas.
Como muchos, vi el video hecho por la Gendarmería (a propósito, ¿no hay ningún sancionado o siquiera apercibido por la evidente «cama» que se le tendió a Cabandié, al filmarlo sin avisarle mientras se lo amenazaba con algo manifiestamente ilegal, como secuestrarle el auto por no tener recibo de pago del seguro?) y supereditado por los clarinetos de TN,. sobre el episodio de Cabandié detenido por un control. Y vi después las partes recortadas por TN.
Cabandié se fue a la m… de una manera pastichótica (digo, por el motorman chapita del Chapa nosecuantos que protagonizó el último «accidente» de Once) al decir «yo me banqué a la dictadura» pero interpreto que lo dijo pensando en los bifes que le dio su apropiador, el cana Falco. Se me ocurre que yo -a diferencia de él- hubiera mandado a la inspectora de tránsito a la reputísima madre si me hubiera hecho lo mismo que le hizo a él. En la trampa que cayó él podía haber caído cualquiera.
Del mismo modo, opino que Casero tiene rasgos geniales y otros, pelotudos. Como Juan, lo que no quita que dentro de unas pocas horas vaya a votarlo con las dos manos. Porque eso, al lado de lo que está en juego, no es más que un detalle. Y no votarlo sería lo mismo que rechazar a una novia porque tiene una caries.
Tanto Juan como Alfredo no conocieron a sus padres biológicos y crecieron sin tener acceso a la verdad acerca de su origen. Y los dos merecen ser escuchados.
Veía «Cha cha cha» y cuando en 1998 lanzamos el efímero «El Nuevo Porteño» insistí y conseguí que la tapa de su número 1 se la diéramos al comisario de la federal pacifista, vegetariano y entregado al Tao y al Tai chi que tan bien encarnaba. Fuimos a América TV a tomarle la foto y descubrí con horror que Casero era un neurótico que maltrataba a sus compañeros y subordinados casi tanto como Astor Piazolla a los miembros de «su» quinteto.
Esto no hace al fondo de la cuestión. En TVR aprovecharon el aniversario de la muerte de Néstor para batir el parche burlando la veda electoral. Y entre las cosas que pusieron estuvo el monento en que Néstor proclama su admiración por Alberto Olmedo y la utilización de su «(tomá) de acá», castizamente llamado «corte de mangas». Pues bien, Olmedo era políticamente más conservador (reaccionario, si se quiere) que Casero. ¿Y? Gvirtz, que no come vidrio, nunca se meterá con El Negro, tan intocable com otro Negro, Fontanarrosa, qué dios los tenga a ambos en la gloria y particularmente al escritor y dibujante.
Al mediodía de ayer, domingo, vi brevemente a Gabriel Fernández en el restorán «El General», donde almorzaba con Lido Iaccomini y otros compañeros, pero él, con la modestia que lo caracteriza, no me habló de la nota que publicó el miércoles y que a continuación les ofrezco.
Fue Teodoro Boot, desde Gualeguaychú, quien me apioló.
La leí y quedé muy sorprendido porque no había visto la entrevista que le hizo Lanata a Casero y ni 678 ni TVR me mostraron ¡Ni ahí! lo que tan bien describe Gabriel.
Casero no es una luz políticamente, pero tampoco es el villano que Gvirtz nos muestra. Frente a Lanata dijo algunas cosas que contrapesan el muy desafortunado «rescató» aplicacado al represor que se apropió de Cabandié.
Lamentablemente TVR supereditó a Casero de una manera muy parecida ¿en espejo? a la que TN editó el video del gendarme sobre Cabandié.
Que los medios «nuestros» imiten a los del enemigo me resulta descorazonante. Tanto como pensar el dinero que debe estar embolsando el infame de Feinmann en C5N en contraposición a la pobreza franciscana en la que se desenvuelven Gabriel y otros ardorosos defensores del gobierno y la causa nacional.
Alfredo Casero cruzó a Lanata: «A un presidente lo elige la gente y se lo respeta. Y no se lo azuza con boludeces»
El actor desató una catarata de tuits en su cuenta @alfredocasero1 tras escuchar el argumento con el que intentó justificarse Juan Cabandié cuando discutió con una inspectora de tránsito. “Yo me banqué la dictadura”, había dicho el legislador oficialista, a lo que Casero comenzó a descargarse en Twitter con la siguiente publicación: “a ver, enseñame lo que era la dictadura, Cabandié”.
En diálogo con Jorge Lanata, aqui, en la versión recortada por los chupaculos de Magnetto, el actor habló de su pasado. Por momentos tuteó al periodita y ensegida lo trató de usted tratando de mantener distancia. «A un presidente lo elige la gente y se lo respeta. Y no se lo azuza con boludeces. Eso también es para vos», dijo Alfredo Casero a Jorge Lanata, en su programa de Radio Mitre.
Alfredo reveló: ”Yo tuve un problema muy grande con la identidad hasta que supe quién era mi papá”. «Yo viví desde los 10 años en la calle… Mi padre (no biológico), Rogelio Casero, fue subsecretario de servicios públicos durante el gobierno de Arturo Illia. En el año 1966 hay un golpe de estado. El señor Casero era un tipo absolutamente derecho, insoportablemente rompepelotas con los números, era un ingeniero agrimensor. O sea que desde el año 68, que vivíamos en Vicente López, venían sheeps con milicos, apenas me lo acuerdo porque era muy pibe. Recuerdo que entraban y nos revolvían todo. Eso pasó hasta que nos fuimos a vivir a un monoblock de Avellaneda, porque todo esto nos empobreció.
Tiempo después me di cuenta que Casero no era mi padre. A mi padre (biológico) me lo sacaron andá a saber por qué, están todos muertos ahora, nunca supe qué pasó. Pero no fue por cuestiones políticas». Y agregó: «Por eso tenía la visión puesta en este pibe (Cabandié). «Para mí es una vergüenza terminal victimizarse. Es dolorosísimo, la dictadura le arrancó los padres. Y yo hablo con usted, por que somos compañeros en el Grupo Clarín…», «No hay cosa peor que a la gente que le están mintiendo que la militancia es Greenpeace y la piba va a Rusia y después queda presa. Y la militancia es algo que se hace con el corazón».
«Los más viejos, que la van de soldados de Perón, yo les hago cinco preguntas y me doy cuenta si esos tipos estuvieron o no en la calle. Este gobierno habla sólo de soldados de Kirchner, pero dónde están los soldados de Perón. Yo soy peronista y por eso puedo patalear».
«En el año 76 yo laburaba en un taller mecánico, no podía hacer otra cosa, no me dejaban hacer otra cosa. Pueden ir a Pedro Echague y Rioja y preguntar si trabajaba en el taller que estaba enfrente de la casa del papá de Arturo Puig. Te lo aseguro». Casero siguió: «Si me van a hacer callar por esto, voy a entrar tranquilamente en la más absoluta clandestinidad. Yo no voy a pedirle perdón a ninguno». «Este pibe me da pena, tiene 35 años. A los pibes no solamente se los usa, se les dice ‘yo soy el líder, porque la dictadura…’. Suponete que La Cámpora tenga una estructura verticalista y estuvieran preparados para la revolución, si el número uno cae filmado por un gendarme diciendo una cosa así, no tiene por qué ser el número uno. Ya no me importa si Boudou es bueno», insistió Casero.
Y sobre el final de la entrevista concluyó: «¡Basta! Yo digo basta. Esto de Cabandié yo lo vi, qué querés que te diga, qué querés que sea boludo, que te crea, que te vote… Si me tienen que cagar a palos por esto o me quieren callar, no me importa, entraré en la más oscura clandestinidad. Yo soy peronista y este es un gobierno peronista.
«A un presidente lo elige la gente y se lo respeta. Y no se lo azuza con boludeces. Eso también es para vos», le dijo el actor a Lanata y agregó «Cuánto hubiera durado este pibe Fariña en Colombia. Nosotros somos una mafia de la boca para afuera». «Me alarma muchísimo esto que pasó… Yo lo vi Cabandié». El actor resaltó sus argumentos aclarando: “Soy mucho más que un actor, soy un ciudadano”.
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Viva Perón
Viva Néstor
Viva Cristina
Vamos por todo
Vick Vaporub