SIRIA – La recuperación de Palmira por parte del Estado Islámico provoca críticas de un ex jefe de Estado Mayor ruso
La recuperación de Palmira por el Estado Islámico ha desatado controversias dentro del ejército ruso. Mientras el Ministerio de Defensa culpó a Estados Unidos y sus aliados de suspender sus ataques (¡hasta la primavera! es decir, hasta abril) contra Racqa, la «capital» de los takfiristas dentro de Siria, lo que les reagrupar más de 4000 combatientes y recuperar Palmira derrotando al Ejército Nacional Sirio (que, en gran inferioridad numérica, se retiró), el ex jefe del estado Mayor ruso entre 2004 y 2008, Yuri Baluyevski, se queja de que el Estado Mayor haya detenido la ofensiva sobre Alepo por el qué dirán, demostrando que las pertinaces campañas de la prensa occidental acerca de que todavía hay población civil dentro de las zonas en las que se combate han hecho efecto. Hasta el punto de que se permitió que los yihadistas se marcharan de Alepo llevando sus armas livianas (pistolas, fusiles, granadas). Estas campañas se lanzaron después de años de combates en el preciso momento en que el Ejército Árabe Sirio, apoyado por la aviación rusa, le torció el brazo a los yihadistas. El general Baluyevsky dice estar escandalizado que Daesh haya podido reunir entre 4000 y 5000 hombres sin que semejante concentración haya sido detectada por las Fuerzas Armadas rusas. (Foto: El Estado Islámico en Palmira, en el acto de degollar a los soldados sirios capturados cuando tomó la ciudad por primera vez).
En la mañana del 12 de diciembre el Daesh no solo mantiene la ciudad bajo su control, sino que está empujando a las posiciones sirias hacia el oeste, realizando ataques por el norte y obligando a los sirios a retroceder hacia la carretera a Tiyas. Por cuanto en la carretera apenas hay nada que podamos denominar fortificaciones a excepción de unos pocos puestos de control y unos escasos puntos de apoyo improvisados, organizar la defensa se hace bastante complicado, aunque el trabajo de la aviación y los helicópteros posibilita algo de alivio. Desde Homs en dirección a Palmira y Tiyas, se esperan refuerzos y se asegura que se está preparando una contraofensiva con el objetivo de recuperar la ciudad. A juzgar por algunas fotos, parece que al final se han decidido a retirar algunas unidades de Damasco, lo que se podría haber hecho antes, ya que Guta oriental y Yarmuk no se van a ir a ningún lado. Ahora toca a toda prisa incrementar los efectivos para estabilizar el frente y recuperar las posiciones perdidas.
Hay que entender que, contando con la amenaza desde el norte, lanzar una ofensiva sobre Palmira para volver a liberarla es algo muy arriesgado (fácilmente podría convertirse en una segunda Tabka). Para empezar, hay que recuperar el control sobre los campos de petróleo y las colinas al norte de la carretera siguiendo la línea Hubaisis-Dzhazal, para luego prepararse para avanzar hacia las posiciones perdidas ayer. Es evidente que ello requiere tiempo, esperar a los refuerzos necesarios, reforzar las unidades que han sufrido bajas esta última semana, hacer llegar armamento (algo fundamental teniendo en cuenta todo lo que se ha abandonado en la ciudad durante la retirada). Solo después se podrá pensar en lanzar un nuevo asalto. Además tampoco podemos pensar que el adversario se va a quedar esperando en sus defensas mientras el Ejército sirio reúne fuerzas. El Daesh continúa atacando la carretera Palmira-Tiyas, tanteando las posiciones del Ejército sirio en dirección a El-Qaryatein. Como es lógico después de un éxito tan importante, no solo querrán asegurarlo, sino desarrollarlo.
El exjefe del Estado Mayor de las Fuerzas armadas de Rusia entre 2004 a 2008, Yuri Baluyevski, critica la inoperancia de los militares sirios y rusos en la región de Palmira
La situación en torno a Palmira en Siria deja en evidencia los errores de cálculo en la planificación militar, surgidos entre otros motivos como resultado de las continuadas pausas humanitarias, que han permitido a los combatientes (del Daesh) reagruparse y evitar represalias. Este es un nuevo golpe a nuestro prestigio. Se debería haber previsto el presente desarrollo de los acontecimientos y los previsibles errores en nuestras acciones. El que los combatientes del EI no iban a detenerse, era algo comprensible. Mientras que lo que estamos haciendo nosotros, a mí como militar me resulta difícil de entender; todas esas pausas humanitarias, en particular. Comprendo que haya que garantizar la seguridad de la población y sacarla de la línea de fuego. Pero cuando esas pausas se alargan durante semanas y durante esas semanas los integristas, con las manos manchadas de sangre hasta los codos, reestablecen sus fuerzas y además se les deja marchar según dicen, con sus armas personales, eso es algo que no entiendo.
Esté como esté el Ejército sirio, el haber pasado por alto la concentración de fuerzas del enemigo en la región de Palmira…es un error inadmisible. Tampoco entiendo a mis colegas que están allí sobre el terreno. Puede que los sirios no tengan las posibilidades que tenemos nosotros, ¿pero nosotros? ¿Dónde estábamos mirando, si es que de verdad han tomado Palmira?
Pese a todo, el general no duda de que el control sobre Palmira será restablecido: “En que se va a recuperar, no puede haber duda ninguna”, declaró Baluyevski.