Siria: la organización del caos
Con la excusa del ataque con armas químicas contra la población de al-Ghuta, por parte del Ejercito Árabe Sirio, los Estados Unidos están próximo a iniciar acciones de represalias contra objetivos militares contra Siria, lo que permitirá que las guerrillas mercenarias que operan en el país se recuperan, reagrupen y pasen nuevamente a la ofensiva para dar, esta vez con éxito, el golpe final contra Bashar al-Assad.
Mañana las buenas almas del mundo estarán otra vez compungidas por un rato, mientras, la CNN trasmitirá el lanzamiento de los misiles crucero Tomahawk, estos artefactos que tienen un alcance de 2500 kilómetros y pueden ser disparados desde barcos y submarinos hacia objetivos terrestres y marítimos de vuelo bajo, tiene precisión quirúrgica, miles de familias afganas, iraquesas o libias, podrían dar testimonio de esa exactitud a la hora de llorar a sus muertos.
La versión apocalíptica de la armada invencible esta tomando posiciones en el Mediterráneo en proximidades a Siria, cada uno de los destructores Mahan, Barry, Gravely y el Ramage de la clase Arleigh-Burke, están equipados con veinticuatros misiles Tomahawk, la misión con la que llegan es acotada: «Disuadir y degradar la capacidad del gobierno sirio de lanzar ataques químicos», hace años que Hollywood no produce grandes películas, sin duda se debe a la falta de buenos guionistas. Según se prevé serían atacados solo cincuenta puntos clave de la defensa siria: unidades militares que habrían llevado a cabo los ataques químicos, bases de helicópteros, aeropuertos militares, centros de mando y otros objetivos convencionales, según lo confirma New York Times.
La fuente del diario dice que cada objetivos recibiría el impacto de dos o tres misiles, un castigo leve si se recuerda incursiones norteamericanas en Kosovo o Libia. Se estima que en la zona ya se encontrarían operando submarinos también equipados con misiles.
Supuestamente dicha acción no alcanzaría para derrotar por completo al gobierno sirio, pero casi lo estaría atado de manos mientras las bandas takfiristas como al-Nusra la versión en Siria de al-Qaeda o los mercenarios del Ejercito Libres Sirio podrían reagruparse y pasar nuevamente a la ofensiva esta vez si para dar el golpe de gracia al Damasco.
La respuesta internacional
Después de que la misión de las Naciones Unidas ya instalada en Damasco, fuera atacada para impedir que puedan investigar, si los ataques con armas químicas fueron de un bando o del otro, resultó ser suficiente evidencia para Washington, que el ataque fue perpetrado por parte del gobierno sirio, lo que dio piedra libre a iniciar esta nueva incursión en medio oriente.
Sin duda semejante despliegue militar y mediático produce diferentes reacciones en las naciones de la región y las que por tradición actúan como parte interesada.
Por ejemplo desde el lunes están llegando a la base británica Acrotiri, en Chipre, solo a doscientos kilómetros de la costa siria, aviones de transporte C-130 y varias escuadrillas de aviones de combates. Atentos a participar si algo pudiera fallar a sus socios norteamericanos. Por otro lado Irán advirtió que un ataque a Siria podría generar una reacción en cadena que tendría como epicentro a Israel, la que también fue advertida por el ministro de Exteriores libanés, Adnan Mansur, que Líbano «no permanecerá en silencio si Israel aprovecha un bombardeo contra Siria para atacar al partido-milicia chií Hezbollah en el sur de Líbano.
Por su parte se sabe Hezbollah, que como organización militar ha barrido en más de una oportunidad al ejercito israelí, no va a permanecer indiferente a un ataque de esta magnitud contra sus hermanos sirios.
El primer ministro israelí el neonazi Benjamin Netanyahu, ha vuelto a amenazar a todos sus vecinos con venganzas si su territorio fuera atacado. Y como en un imperial ruso, las capas de amenazan se siguen superponiendo unas a otras, prácticamente inconscientes que se esta poniendo el riego la vida de millones de personas, esas mismas que tanto le interesa defender a Barack Obama.
Según el Times de Londres, el primer ministro británico, David Cameron quiere un ataque, ya que se siente profundamente indignado por el presunto ataque químico, este mismo sujeto es el que proclama una guerra contra Argentina, cada vez que le baja su popularidad en el electorado inglés. El ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, como para dejar más clara la situación en una entrevista con la BBC el lunes afirmó que van adoptar estas medidas, aunque no cuenten con el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU, que en este momento han abandonado Rusia y China.
En Moscú el canciller ruso, Sergei Lavrov, aseguró que las naciones occidentales que piden una acción militar contra Siria no cuentan con pruebas de que el gobierno sirio fuera el responsable de los ataques con armas químicas. Lavrov, también acusó a los mercenarios que actúan en Siria de manipular los informes del ataque con el fin de hacer fracasar la conferencia de paz sobre Siria, que se prepara en Ginebra y ser los responsables del ataque a la comisión de expertos de las Naciones Unidas en Damasco.
La lábil línea roja
El oscuro presidente norteamericano Barack Obama, reaccionó indignado al conocer la noticia de los ataques en al-Ghuta, y no tardó en anunciar que Siria había cruzado la línea roja.
Quizás para saber donde queda esa línea roja Barack Obama tenga que revisar algunas cuestiones de la historia del país que preside. Son celebres los bombardeos con agente naranja durante la guerra de Vietnam, entre 42 y 72 millones de litros de ese defoliante fueron usados en las selvas. A treinta y ocho años de terminada la guerra siguen naciendo niños vietnamitas con malformaciones debidos a esos químicos. Obama debería saber que durante la guerra Irak-Irán, (1980-1988) los ejércitos de Saddam Husein, apoyados y armados por los Estados Unidos, utilizaron contra población civil kurda en Halabja el 18 de marzo de 1988 con gas sarín, mostaza y otros agentes nerviosos, durante cinco largas horas, lo que dejó más de cinco mil muertos. Es bueno anotar que la población de Halabja, queda en Irak.
Crucial
En los momentos que se terminan de escribir estas líneas se conoce que el gobierno revolucionario de Egipto ha cerrado el canal de Suez, al pasó a los destructores estadounidenses e ingleses, según lo a declarado el ministro de Defensa y jefe del Ejército egipcio, el general Abdel Fatah al-Sisi.
Al tiempo que Israel y Arabia Saudita han puesto a sus ejércitos en máxima alerta.
Las piezas se disponen a gran velocidad en este juego de guerra donde no parar de anotarse más y más participantes, para organizar más el caos.