«Temo ir preso», le dijo Magnetto a la plana mayor de Clarín
POR PAPEL PRENSA
Magnetto reunió a los altos mandos y aseguró que teme que el Gobierno lo ponga preso
«Gaceta Mercantil» anticipó ayer el encuentro con la plana mayor del «staff» periodístico del Grupo Clarín. Se habló de Papel Prensa, de la Ley de Medios Audiovisuales y de cómo sigue la guerra con el Gobierno.
La noticia comenzó a recorrer los pasillos del poder ayer a media tarde. «Héctor Magnetto está reunido en estos momentos con todos los jefes de Clarín», decía la información, que fue anticipada por «Gaceta Mercantil» a las 20.15, cuando pudo confirmar el rumor.
A ese inédito encuentro cumbre fueron convocados todos los editores del diario, desde los cargos jerárquicos a los jefes de secciones y suplementos, más los gerentes y editores de Canal 13, TN y Radio Mitre, así como los conductores de los principales programas periodísticos de estas emisoras.
Frente a esta audiencia los directivos del Grupo realizaron una amplia exposición antes de la cual se proveyó a los periodistas de documentos y hasta de un DVD con testimonios sobre la confrontación del Gobierno con el Grupo, en particular sobre Papel Prensa, tema por el que Magnetto admitió su preocupación porque, según dijo, «son capaces de meterme preso».
Una frase contundente de Magnetto apuntó a otro de los poderes del Estado que tiene mucho que decir en varios de los conflictos judiciales que lo enfrentan al Gobierno: «No confío en esta Corte (Suprema)», se le escuchó decir al CEO.
Según fuentes de la redacción del diario consultadas por este portal, Magnetto comentó ampliamente los detalles de la ofensiva que el Gobierno prepara contra él. El kirchnerismo tiene listo para difundir un informe que acusaría al CEO de Clarín y al ex director de La Nación, Bartolomé Mitre, de ser cómplices de la expropiación de las acciones de la firma a la familia de David Graiver, presuntamente muerto en un accidente aéreo en México en agosto de 1976.
Magnetto expresó en este punto su temor por una eventual detención, y aseguró que a la viuda de Graiver, Lidia Papaleo, la vio «una única vez» en su vida. José Aranda fue el directivo que se prestó a dar detalles del caso, del mismo modo que Jorge Rendo estuvo presente para informar sobre la Ley de Medios.
El «frente» de Papel Prensa incluye una denuncia del Gobierno por «lavado de dinero» contra los principales accionistas y directivos del Grupo.
También se comentó durante el encuentro, que duró casi cuatro horas, la situación de los hijos adoptivos de la directora de Clarín, Ernestina Herrera de Noble, de quienes se sospecha que son hijos de desaparecidos. Para esto estuvo presente Gabriel Cavallo, abogado defensor de Felipe y Marcela Herrera Noble.
Los jefes periodísticos de Clarín reaccionaron con sorpresa cuando el editor general del diario, Ricardo Kirschbaum, los convocó al cuarto piso del edificio de Piedras al 1700, al que muy pocos tienen acceso.
Allí, junto a Magnetto, los esperaban Lucio Pagliaro, José y Héctor Aranda, Alejandro Urisersky, Jorge Rendo, Saturnino Herrera Mitjans y Martín Etchevers, entre otros directivos.
Les hablaron de las «pérdidas patrimoniales» que provoca esta «Guerra Santa» del Gobierno, que además de la cuestión Papel Prensa también comprende una ofensiva oficial contra la fusión CableVisión-Multicanal y el «corset» que significa para la empresa la próxima entrada en vigencia de la Ley de Medios, que la obligaría a replantear su estructura en el término de un año.
Si el Gobierno tuviera éxito y lograra que el Grupo debiera vender parte de los abonados de CableVisión o Multicanal en aquellos lugares donde disponen de posición dominante, las estimaciones indican que podría perder más de 300 millones de dólares anuales de facturación.
El plazo para la desinversión coincide con el recambio del Gobierno nacional, en el que es un hecho que el Grupo apostará en contra de la Administración Kirchner. Para muestra de que la guerra sigue basta una anécdota: Clarín es el único diario que excluyó hoy a Néstor Kirchner de la foto con que ilustra en tapa la información del acuerdo de paz entre los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Colombia, Juan Manuel Santos. En principio, Kirchner asistió en su carácter de titular de la UNASUR y ofició de mediador, aunque el problema del «bolivariano» era con el saliente presidente Álvaro Uribe y era un hecho el acuerdo con su sucesor.
La reunión en Clarín fue también la ratificación política del retorno de Magnetto al puesto de mando del Grupo, del que estuvo alejado hasta hace unos meses a causa de una larga enfermedad. Hace pocos días apareció en una reunión de las cúpulas de la UIA y AEA, con una gran foto publicada en tapa por «los primos» de La Nación, y luego con una cena con opositores al Gobierno que fue convenientemente «filtrada» en el diario de los Saguier.
La enfermedad de Magnetto fue una «cuestión de Estado» para la Administración K al punto de que el dato no fue ajeno a la ofensiva lanzada en todos los ámbitos. Hubo funcionarios que especularon, incluso, con que la salida temporaria del conductor abría la puerta a una «oportunidad histórica» para avanzar contra el Grupo.