Una joya
Un compañero, Santiago, me urgió a escribir algo sobre el comandante Chávez. Le dije que no me saldría nada original, que muchos estaban escribiendo, y seguramente habría decenas, acaso centenas, que lo harían bien. Poco después, Santiago me envió este video, urgiéndome a verlo. Pero hete aqui que no puedo abrir videos en el trabajo, así que recién lo pude ver. En el ínterín, pensé lo mucho que me hubiera gustado abrazar a Chávez. Y es que quienes entregan su vida a una causa, causa que es para mi la de la especie humana –en primer lugar, de la que puebla este continente, pero también de las que pueblan los demás-, merece y tiene todo mi reconocimiento.
La pérdida de Chávez es inconmensurable. Sin embargo, ha muerto entero, triunfador, sin decadencia, en plenitud. Como cuando salió de la cárcel, en 1994, y visitó por primera vez La Habana. Vean a Chavez joven, con cuarenta tacos recién cumplidos, en su primera visita a La Habana. Impresionante.
Les envio la tercera parte de cuatro, pero si quieren, en youtube está el resto.