Videla y los «plumas» que andan cortando Rivadavia

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Mirta Clara me critica porque escribo sobre una frase que dijo el genocida Videla acerca de que Verbitsky habría participado de un intento de asesinarlo el 16 de marzo de 1976, justo una semana antes del golpe de estado que habría de signar mi vida como la de tantos y acaso un poco más, porque arruinó mi cumpleaños. Me dice que hay que escribir sobre Videla, que el tema debe ser la segunda condena de Videla. A perpetua. 

Tiene razón. Sobre todo porque lo que está sucediendo es extraordinario, ellos, los que nos amasaron y amasijaron, no pudieron escribir la historia. ¡Ni siquiera pueden decir lo hicieron! Y la política de Derechos Humanos de los gobiernos kirchneristas obliga a ponerlo en claro, y cuando se pone en claro las condenas son indefectibles aún por tribunales como los que tenemos, muchos de los cuáles son legítimos descendientes de los que juraron por «las actas del Proceso».

Nuestro triunfo es pírrico pero definitivo: la historia la están escribiendo, uno a uno, los procesos judiciales. Y contra eso poco pueden Luciferino Beato y el Tata Yofre.

Insito: a pesar de todo, somos nosotros, quienes pretendemos verdad y justicia, quienes estamos escribiendo la historia en nuestro nombre y el nombre de los que ya no están.

Pero de Videla no me sale decir nada.  Había mucha gente parecida a Videla entonces. Videla es un sorullo pero no tiene otra cosa de especial que estar al frente del ejército. Ni siquiera lo odio. No existe para mi. La frialdad más absoluta. Debe estar preso hasta le fin de sus ideas porque si los genocidas no lo están ¿cómo es posible que los demás asesinos se resignen a sobrevellar sus condenas? Pero a mi no me importa un comino si muere o vive. No tengo deseos hacia él, viejo carcamal. Para mi está muerto.

Me preocupan en cambio los que están en actividad. Por ejemplo los cinco (5) tipos que cortaron anoche, cerca de las 20, la avenida Rivadavia y Billinghurst. Cinco tipos desparramando bolsas de basura no pueden cortar Rivadavia a esa hora: los bondis se los llevan puestos. Excepto que, tal como ocurrió, tan pronto los cinco tipos, a los que nadie conoce en el barrio, se pusieron a tirar y desparramar bolsas de basura, una dotación policial con su correspondiente patrullero con baliza destellante haga el corte en Rivadavia y Loria.

Los mismos cinco tipos (el que da las órdenes es un pelado rasurado) cortaron hoy a las 12 la avenida Rivadavia en el cruce con Urquiza. Inquiridos los vecinos, nadie los conocía.

Para mi que son «plumas» (personal auxiliar «civil de Coordinación Federal) de la `propia repartición.

La semana pasada, la Federal cortó toda la Nueve de Julio cuando cinco aborígenes (5) quom, más conocidos como tobas, iniciaron una protesta a la altura de avenida de Mayo porque la policía formoseña que responde al gobernador Guido Insfrán los baleó, matando a uno hiriendo de gravedad a varios.

Le pregunté a uno de ellos y la policía jamás le había suherido que ocuparan dos o tres carriles, dejando el resto libres.

Cualquiera diría que trataba de fomentar el odio de los automovilistas por los indios ¿no? Lo mismo que suele hacer:azuzar a unos contra otros. Pero lo de ayer parece otra cosa, más puntual y concreta.     
                                        


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