Cristina le cantó las cuarenta

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Cristina dixit

Por Ernesto Jauretche

¡Hagámosla fácil!, dijo Cristina. Y explicó sin eufemismos qué es lo que está pasando en la Provincia de Buenos Aires.

10 de julio de 2012. General Rodríguez. Con encanto femenino y la llana dialéctica de los justos, enarboló sus mejores talentos. Lo miró a los ojos. Se lo dijo a la Cadena Nacional, a la Patria, sin altivez ni suspicacia. Sencillamente.

Como quien otea el vacío le correspondió un rostro inexpresivo, impávido y mediocre.

¿No podés pagar los aguinaldos? ¿Pretendés que la Nación te saque de un apuro al que te condujo tanto tu incapacidad de gobierno como tu estrategia pusilánime? ¿Querés que sean los trabajadores quienes te banquen el alto lugar en las encuestas? Pues ha llegado la hora de que dejés hacerte el boludo; terminala con esa cara de póker.

Aquí nos estamos jugando para la historia; a matar o morir; esto no es un colegio de señoritas. Este gobierno no admite vividores: "Tuve un maestro que me enseño que no hay manera de poder sobrevivir si no se administra y gestiona como se debe", dijo la Presidenta. Ojo, parece que no te diste cuenta: hace nueve años que cambió un paradigma; desde que  llegó Néstor, la variable de ajuste de la economía no es el salario; son las grandes rentas parasitarias.

Vos pretendés seguir cultivando un noviazgo con la Sociedad Rural y los grandes propietarios bonaerenses para conservar «la imagen» en todos los sectores sociales. Sí, es una gestión puramente electoral, que te puede llegar a dar rédito en votos; pero eso no es política, amigo: política es jugarse por el compañero en desgracia, defender ideas y proyectos, arriesgar, apostar a la justicia, a la independencia, a la soberanía, aunque cueste precios (lo otro es, como decía Evita, «tener alma de oligarca»). Sólo reclamamos que te saques los pantalones cortos y te pongas el overall, que seas hombre, que crezcas. Si es así, te necesitamos, no creas que vamos a matarte porque sí. No te tenemos bronca, somos generosos y muy amplios, como es siempre el pueblo.

Pero hay que elegir, muchacho: no te vamos a dejar que juegues al mismo tiempo con Dios y con el Diablo. NO, si querés seguir perteneciendo a nuestras filas (si te cuadra, andate con De Narváez, por ejemplo). Estás con nosotros o contra nosotros.

«Cuando los altos destinos de la Patria están en juego, ningún ciudadano puede estar en la tierra de nadie, porque eso es traición», decía nuestro gran maestro. Y así lo entendemos, porque tenemos un sentido heroico de la política; no vivimos de la política; entregamos todo a la política. Es una ética. Así deberán aceptarlo quienes quieran seguir con nosotros.

De este lado estamos tus amigos y te vamos a ayudar, pero  tenés que jugarte por el proyecto nacional y popular y dejar de andar dando vueltas, de pronunciar ambigüedades, de tener actitudes confusas y de jugar al fútbol con dráculas. Lo tuyo es pura inmadurez, no paciencia: dejá de aparentar aguante (que es cobardía, ineptitud para afrontar el desafío de un gobierno popular). Si pretendés ser jefe, llegó la hora de jugarte. Ningún dirigente llega a líder con tan pocos coirones (menos en el peronismo, donde cualquier mujer es más varón que los que se dicen hombres y se las aguantan todas por interés, por más que tengan un brazo menos para victimizarse).

Se acabó: no vas a hacer campaña electoral con plata del país y menos de los laburantes. ¿Querés seguir jugando al bueno, al ecuménico, al tolerante, al conciliador? No con nosotros. Este es un gobierno peronista; a ver si entendés: para hacer una tortilla hay que romper huevos. Para darle al pueblo hace falta sacarle a los magnates. Entonces, ¿por qué la Nación tendría que salir a cubrir los déficit de la provincia que gobernás? En todo caso, saldrá en defensa de las que son pobres; pero nunca de la más poderosa del país, reino de la evasión y elusión de impuestos: cobrale a los pool de siembra, a los ricos, no a los asalariados. "Siempre hay que optar, en la economía nada es neutro, cuando se le da a uno, es porque lo pone el otro".

Vas a perder algunos votos, pero son más los que te van a recompensar y, en todo caso, es más digno.

¿Plata nuestra, de todo el país, del pueblo, para que vos te hagas la campaña de amigo tolerando la estafa de la SRA para que te apoye? ¿Querés seguir con el aquí no pasa nada, cuando el país entero está en guerra con los monopolios, las corporaciones y la oligarquía? No te vamos a permitir que prepares tu campaña electoral (que ya largaste) sobre las bases de  culpabilizar a la Presidencia de la Nación porque no te da fondos que tenés a la mano en las estancias y grupos sojeros de la Provincia. No te vamos a aceptar que te pongas en lugar de víctima (esa, contásela a Magneto) cuando estás protegiendo los intereses de los sectores económicos más poderosos.

La Nación tiene los recursos, pero los obtiene a partir de una política de confrontación con las corporaciones, porque este es un gobierno revolucionario; a ver si te das cuenta. «La gente va a demandar a todos y cada uno de sus dirigentes, y la historia finalmente también lo hará, es qué hicieron cuando estuvieron a cargo de tamaña responsabilidad otorgada por el voto popular". No estamos a disposición de ningún oportunista político sin proyecto nacional ni arraigo social: tenemos un horizonte utópico de Nación grande con un Pueblo feliz.

Si querés poner en orden la economía de la provincia, salí a buscar los recursos allí dónde están: no los tienen los empleados públicos como para financiar un pago del aguinaldo en cuotas; no los tiene la Nación para los que no tributan lealtad a sus objetivos. Sí deberán pagarlo los que tienen todas los franquicias económicas, impositivas y privilegios históricos y detentan la renta agraria de la región agropecuaria más rica de la Argentina (y del mundo).


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