AMIA-NISMAN. Un suicidio previsible

Compartí

Más allá de algunos tics inevitables en La nación, esta nota publicada hoy en La Nación, "Stiuso y los Kirchner, una relación antigua y ambigua", merece ser leída con detenimiento. Y decodificada.

Por ejemplo, cuando Mariano Obarrio escribe que Stiuso "no pudo soportar que su investigación, con asistencia de la CIA, del Mossad y de otros servicios extranjeros, quedara en la nada" debe leerse "quedara bajo la lupa", pues se trata de una sarta de suposiciones mal encadenadas que no constituyen prueba alguna, y cuando al final se insinúa malévolamente que la Presidenta acaso supiera de la denuncia que se disponía a presentar contra ella y que acaso quisiera evitar que ello sucediera y a continuación se dice que la posibilidad de ser relevado de la UIF AMIA sería " una de las razones que lo habría llevado a volver de Europa" y a presentarla, vuelve evidente que hubo otras, más determinantes.

Sin embargo, insisto, vale la pena leer la nota de Obarrio.

osé Petrosino es un estudioso obsesivo de las causas ¿abiertas? por los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA. Tenemos muy importantes discrepancias tanto en nuestra valoraciónn del gobierno nacional como acerca de quienes y por qué pusieron las bombas, pero parecida valoración acerca de la labor de Nisman.

Petrosino, quie siempre sostuvo que Nisman era "un delincuente roba sueldos e infame traidor a la patria al que por su desempeño llamaban ‘el fiscal israelí en comisión’", leyó la nota de Obarrio y remitió a Pájaro Rojo el email que le envió a La Nación comentándola. O apostillándola.

Lo resumimos:

Es ridículo plantear que Stiuso haya tenido que ver con el suicidio de Nisman. Stiuso es el típico vivillo argentino, que vio la volada de enriquecerse en la SIDE siendo el "hombre de la CIA y el Mossad" en ésta y poniéndose al servicio de los presidentes de turno, que son los que tendrían que tener (en teoría) el control completo sobre la SIDE, ya que ésta es una repartición pública cuyo jefe (llamado "el Señor 5" en la jerga de los espías) depende directamente del presidente de la República con el cargo de Secretario de Estado.

No hizo lo que hizo por 40 años por ideología, ni por convicción, asino por guita. Ergo, ahora que está forrado en plata, tanto él como familiares y allegados y hasta allegados de sus allegados, no va a hacer olas ni arriesgarse a que lo maten, y no se va a meter en ninguna cosa rara y mucho menos contra el gobierno K, con el que tiene un obvio tácito acuerdo de no agresión.

Nisman se suicidó. Que muchos (pero no tantos) crean que fue asesinado es la consecuencia del país que hemos sabido conseguir, en el cual la mentira en todas sus formas se enseñorea en todos los ámbitos y la verdad produce en muchos un miedo pánico. Que Nisman se suicidó no es una cuestión opinable, sino lo que se desprende de la información objetiva:

– Lo encontró su madre, la primera en llegar al lugar del hecho, en su baño, de su departamento de Puerto Madero, el lugar más controlado y con más vigilancia de la Argentina.

– Se pegó un tiro frente al espejo (es común en los suicidas, para no erar el disparo: Favaloro lo hizo así). El escenario de la muerte fue filmado, antes de que sufriera la mínima modificación y una elemental planimetría demuestra que es imposible que alguien más haya estado en ese baño en el momento del disparo.

– Y lo más concluyente: tenía en su mano derecha la pistola con la que hizo el único disparo mortal, y a ésta se la había pedido prestada el día anterior a su colaborador más estrecho, obviamente, para suicidarse. Si no ¿para qué se la habría de pedir?

– Si Lagomarsino no miente en lo esencial, es decir que le llevó el sábado la pistola porque él se la pidió insistentemente (también le había hecho un pedido similar a su custodio de más confianza, poniéndoles a ambos excusas fútiles, ¡no les iba a decir que era para suicidarse!), el suicidio está probado.

– No se detectó el mínimo indicio o rastro de que alguien más que el suicida hubiera estado en el departamento ese domingo fatídico al mediodía. Ni en éste, ni en los alrededores. ¿Cómo habrían hecho él o los asesinos?, ¿Vinieron en un plato volador, atravesaron las paredes (las puertas estaban cerradas con llave por dentro), perpertraron el crimen y se volvieron a Marte?.

– Pero lo más concluyente, es que no tenía otra salida que suicidarse. Desde hace diez años y en este foro (el correo de lectores de La Naciòn, N. del E.) vengo denunciando a Nisman por mentiroso contumaz y pergeñador de falsas acusaciones, y le había augurado que cuando los K que lo crearon y sostuvieron, le sacaran el apoyo, iba a terminar preso como su "maestro" y antecesor en el encubrimiento, Galeano, así que que,ante la caída estrepitosa que iba a tener, una de las salidas posibles sería el suicidio.

Y no le erré.


Compartí

Publicaciones Similares

Un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *