MACRI DEBE RENUNCIAR. En vendetta por la catástrofe electoral, lidera el saqueo que arrasa la Nación
No nos dejaron festejar. Una victoria espléndida, por más del doble de puntos porcentuales que los que habíamos calculado los más optimistas. El jefe del Estado ni siquiera espero los guarismos oficiales para invitar a los menguados propios a irse a atorrar. Y se fue, él mismo, el muy atorrante, a la cama, murmurando que, más allá de “una mala elección”, aquí no ha pasado nada. Y no se levantó…