Mariotto tiene quien le dore la píldora

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Me llega por primera vez un envio de Agepeba (Agencia periodística de Buenos Aires) y descuento que me lo manda el compañero Coco Plaza. Como él, tengo para mi que uno de los dirigentes políticos más promisorios del perokirchnerismo bonaerense sino el que más potencialidades tiene es el vicegobernador electo, Gabriel Mariotto. Y Agepeba, basta echarle una ojeada, además de contar con el auspicio de la decana Facultad de Periodismo de La Plata, es mariottista hasta la médula. Lo que amerita un pequeño debate entre compañeros ¿Es esto lo que más sirve a la proyección de Mariotto? No me parece. Los medios sirven cuando se ganan un lugar en base a buena información (e interpretación) y no cabe duda de que actualmente hay una saturación de publicidad. Que sirve para «instalar» nombres y rostros, sí, pero muy pocas veces para vehiculizar propuestas.

Vean el sumario:  

Pero lo que rompe todos los récords es ver en la columna de la derecha que un colega ha tuiteado en apenas un minuto cuatro mensajes chupamedias. El primero (el que está más abajo) es la mera repetición de una consigna lanzada por Agepeba, el segundo dice «Mariotto, la mística peronista y el aporte de la provincia al proyecto nacional», el tercero,“Mariotto es el Proyecto Nacional en la Provincia”(una buena consigna… para poner en las calles) y el cuarto (menos mal), «La construcción política es de abajo hacia arriba».

¿No satura un poco?

Hasta aqui, uno creía que el tuitero era un espontáneo, un colega entusiasmado con Agepeba, un seguidor fanático de Mariotto. Pero al leer el staff vemos que ¡Es el misimísimo director de Agepeba!

Que ha establecido asì un récord imposible de igualar: Aunque enviara decenas de correos laudatorios a éstas, mis notas en Pájaro Rojo (y conste, fíjense, que lo he intentado) es imposible soñar con empardarlo…

No creo que el peronómetro –porque hasta la caída del muro el hombre era un fiel soldado de Moscú– pero no hay duda de que el director ha roto el mariottómetro.

En circunstancias así es bueno tener presente que, tanto como por el imperialismo y la curia, el peronismo del ’55 se hundió por la incuria propia bajo el peso de centenares de olfas y obsecuentes que a la hora de los bifes hicieron mutis por el foro o incluso se pasaron con armas y bagajes a las filas de los «libertadores» (como el vicepresidente, contralmirante Tessaire y su vocero Neutsdat). Es bueno recordar que gentes como Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche y Ramón Carrillo estaban afuera de todo, que hasta Hugo del Carril estuvo censurado y que próceres como Arturo Sampay fueron perseguidos y tuvieron que exiliarse.

Bueno, no queremos cerrar estas líneas sin una propuesta, una contribución positiva a la causa común:

¡No sea choto, apoye a Mariotto!
¡Sea inteligente, no lo haga tan evidente!


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