Memoria de «Los libros de la buena…». (Homenaje a Luis Alberto Spinetta en la Biblioteca Nacional)
Recuerdo perfectamente cuando y cómo escuché por primera vez el tema que le da nombre a esta muestra de la Biblioteca Nacional. A pesar de que había sido grabado y publicado meses atrás, poco después del golpe, nunca lo habia escuchado en Buenos Aires. Lo que no es de extrañar porque, aunque los jóvenes no lo crean, escuchar a Spinetta en una radio, sobre todo después del golpe, era impensable. Los discos del Flaco se escuchaban con religiosa unción solo en casa de amigos. Corrían los primeros meses de 1977, era un dia de invierno frío y gris y el contenido del albúm «El jardín de los presentes» (cuya mera existencia desconocía) llegó en una casette al departamento del pasaje Napoleón 5, barrio de Lesseps, Barcelona, dónde convivían Gaby, Patria Camblor, El Jipi (Raúl Carlevaro) y la Mary (María del Carmen Martínez) y la beba de ambos, Luciana. Enfrente, pasillo mediante, estaban Ricardo, el Mamut, y Chabela, que habían sido los primeros en llegar a Barcelona y a Lesseps, barrio que en nuestro afán de deformar llamábamos al vesre, «Lespes».
Recuerdo que en la otra cara del casete había una entrevista al Pepe Firmenich hecha por Norman Briski (su voz era y es inconfundible) que casi no escuché porque estaba muy pero muy enojado con Firmenich. Recuerdo que escuché el primer tema, «El anillo del capitán Beto» extasiado (por entonces, todos me llamaban así, Beto, mi apodo militante) y que cuando arrancó «Los libros de la buena memoria» se me cayeron las lárgrimas. No sé si fue la poesía, el bandoneón de Mederos o qué, se me cayeron encima todos los compañeros que ya no estaban (todavía no nos habíamos acostumbrado a decir «desaparecidos»), que quizá estuvieran siendo torturados o asesinados en ese mismo momento.
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