PALESTINA-ISRAEL según Žižek

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Este texto es comienzos de año, cuando transcurría la calma que precedió la tormenta.

¿Qué es lo que pasa cuando nada pasa?

 

Por Slavoj Žižek (European Graduate School. February 1, 2013. Traducido al castellano  por Isabel Gómez del Pino and Manuel Vargas Ricalde).

El 2 de Agosto del 2009, después de haber acordonado parte del barrio Sheikh Jarrah, en el este de Jerusalem, la polícia israelí desalojó a dos familias palestinas (más de 50 personas) de sus hogares, permitiendo a los colonos israelíes ocupar inmediatamente las viviendas vacías. La policía israelí se basó en una norma del Tribunal Supremo de Israel, no obstante, las familias árabes desalojadas habían estado viviendo ahí durante más de 50 años. Este acontecimiento que, rara vez, ha atraído la atención de los medios de comunicación internacionales, forma parte de un proceso en curso de mucha más amplitud bastante ignorado. Dos años después, esta situación no ha cambiado mucho. El 16 de Octubre del 2011, Israel anunció que planeaba construir 2.600 viviendas nuevas en el sur de Jerusalem pese a la condena de la ONU, la Unión Europea y Gran Bretaña. Si estos planes se implementasen, no solo quedaría dividida la sección árabe de la ciudad del resto de la ocupada Cisjordania, sino que también se disminuirían gravemente las posibilidades de un estado palestino viable y el día a día de los palestinos quedaría perjudicado. La conclusión es obvia: mientras Israel propone de boquilla una solución para un doble-estado, está ocupado creando una situación que hará que la solución del doble-estado sea prácticamente imposible. Sin embargo, es el muro que separa un pueblo de colonos del pueblo palestino y que se sitúa en las inmediaciones de una colina cercana a Cisjordania lo que refleja el sueño que subyace en estas políticas. El lado israelí de la pared está pintado con una imagen del campo que hay detrás pero sin el pueblo palestino, representándose solo naturaleza, pasto, árboles… ¿No es esto una limpieza étnica en su máxima expresión, al imaginar lo que hay más allá de la pared como debería estar: vacío, vírgen, esperando a ser colonizado?

A veces maquillan este proceso bajo la apariencia de una construcción de índole cultural. El 28 de Octubre del 2008, el Tribunal Supremo de Israel decretó que el Centro Simon Wiesenthal podría proceder a construir el tan planeado “Centro para la Dignidad Humana, Museo de la Tolerancia” en un lugar polémico en el centro de Jerusalem. El museo se encuentra actualmente en construcción. El diseño del enorme complejo se encargó a Frank Gehry (¿quién más?), hasta que este se retiró del proyecto en 2010. Se tratará de un museo general, un museo para niños, teatro, centro de conferencias, librería, galería, centros de lectura, cafeterías y demás. El museo declaró que su misión será promover civismo y respeto entre los diferentes segmentos de la comunidad Judía y entre la gente de todas las religiones – el único obstáculo que se presenta (ignorado por el decreto del Tribunal Supremo) es que el sitio que ocupará el museo ha sido el principal cementerio Musulmán hasta 1948 (la comunidad Musulmana apeló al Tribunal Supremo que la construcción del edificio profanaba  el cementerio que supuestamente contiene los huesos de los Musulmanes asesinados durante las Cruzadas del siglo doce y trece). Esta oscura promoción representa maravillosamente la verdad oculta de este proyecto multi-confesional: es un lugar que celebra la tolerancia, abierto a todos … pero protegido por la cúpula israelí, que ignora a las víctimas subterráneas de la intolerancia – como si uno necesitara un poco de intolerancia para crear un espacio de verdadera tolerancia.

¿Qué significa todo esto? Para llegar al verdadero significado de las noticias, a veces solo se necesita leer dos noticias totalmente dispares juntas – el significado se extrae al detectar el vínculo que las une, como si viéramos un destello explotando de un cortocircuito eléctrico. El 21 de Septiembre del 2011, Obama criticó la apuesta Palestina de membresía a la ONU, declarando al mundo que “la paz no llegará mediante declaraciones y resoluciones de la ONU”. Menos de una semana después, el 27 de Septiembre, Israel anunció sus planes de construir una nueva colonia de 1.100 asentamientos en el sur de Jerusalem (fuera de las fronteras establecidas antes de 1967), a lo que el cuarteto: EE.UU., Unión Europea, ONU y Rusia respondió simplemente que ambos bandos regresaran a las negociaciones y “se abstuvieran de acciones provocativas”, sin hacer ninguna mención al congelamiento de la ocupación.

Entonces ¿deberían los palestinos mantenerse quietos mientras, día tras día, les arrebatan de sus manos la tierra de Cisjordania? Hay activistas israelíes liberales a favor de la paz que presentan el conflicto con los palestinos en términos “simétricos” y neutrales y admiten que hay extremistas en ambos bandos que rechazan la paz, etc., sin embargo, ante estas afirmaciones, debemos hacernos una pregunta muy simple: ¿Qué es lo que pasa en el Medio Oriente cuando no pasa nada allí a un nivel directo político-militar (por ejemplo cuando no hay tensiones, ataques, negociaciones)? Lo que pasa es que se produce un lento e incesante trabajo de ocupación de la tierra de los palestinos en Cisjordania: el asfixiamiento gradual de la economía Palestina, la parcelación de su tierra, la construcción de nuevos asentamientos, la presión a granjeros palestinos para que abandonen sus tierras (desde quema de cultivos y profanación religiosa hasta asesinatos individuales), todo esto apoyado por una red Kafkiana de reglamentos legales. Saree Makdisi, en Palestine inside out: An every day occupation (Palestina desde adentro: Ocupación día a día), describe como, aun y cuando la ocupación israelí de Cisjordania se aplica, en última instancia, mediante las fuerzas armadas, se trata también de una “ocupación burocrática”. Los primeros medios utilizados son solicitudes de inscripción, títulos de propiedad, papeles residenciales y otros permisos. Esta microadministración de la vida diaria es la que asegura la lenta pero firme expansión israelí: hay que pedir un permiso para marcharse con la familia, para cultivar la propia tierra, para excavar un pozo, para trabajar, para ir a la escuela, al hospital… A los palestinos nacidos en Jerusalem, uno por uno, se les está arrebatando los derechos de vivir ahí, bloqueando los medios para ganarse la vida, negando los  permisos de vivienda, etc. Con frecuencia, los palestinos usan el polémico cliché “el campo de concentración más grande del mundo” para referirse a la Franja de Gaza. Sin embargo, esta designación se encuentra peligrosamente cerca de la verdad. Esta es la pura realidad, una realidad que convierte a todas las plegarias de paz en ruegos ofensivos e hipócritas. El Estado de Israel está claramente comprometido en llevar a cabo este proceso lento e invisible, ignorado por los medios, como si estuvieran quitando manchas, hasta que llegue el día en el que el mundo se despierte y se de cuenta de que ya no existe la Cisjordania de Palestina, que lo que existe es una Palestina-judía, y que sólo podemos aceptar los hechos. El mapa de la Palestina Cisjordania ya se ve como un archipiélago fragmentado.

En ciertos momentos, el Estado de Israel ha tratado de contener sus propios excesos, por ejemplo cuando el Tribunal Supremo ordenó la evacuación de algunos asentamientos a finales del 2008 cuando los ataques ilegales de los colonos a los granjeros palestinos de Cisjordania se habían vuelto un hecho diario. Pero, como muchos observadores notaron entonces, estas medidas no eran demasiado entusiastas, contrarrestándose con políticas que, a un nivel más profundo, son las políticas a largo plazo del Estado de Israel que  violan masivamente los tratados internacionales firmados por el propio Israel. Netanyahu está implementando sin pausa planes de nuevos asentamientos ilegales a pesar de la fuerte condena internacional. La respuesta de los colonos ilegales ante las autoridades israelíes es básicamente la siguiente: Estamos haciendo las mismas cosas que ustedes, sólo que más abiertamente, entonces ¿qué derecho tienen para condenarnos? Y la respuesta del estado es básicamente: Sea paciente, no se apresure demasiado, estamos haciendo lo que usted quiere, sólo que de una manera más moderada y aceptable. La misma historia parece repetirse desde el año 1949: mientras que Israel acepta las condiciones de paz propuestas por la comunidad internacional, este calcula que el plan de paz no va a funcionar. Lo que hacen los colonos salvajes suena a  veces como Brünnhilde del último acto de Die Walküre de Wagner… como si reprocharan a Wotan que, al contrarrestar su orden explícita y proteger a Siegmund, ella sólo estaba realizando el verdadero deseo de Wotan,quien tuvo que renunciar forzado por las presiones externas. De la misma manera, los colonos ilegales sólo realizan los verdaderos deseos del estado que se ve obligado a renunciar debido a las presiones de la comunidad internacional. Mientras que el Estado de Israel condena los excesos realizados por los colonos ilegales, promueve, al mismo tiempo, nuevos asentamientos “legales” en Cisjordania, continúa asfixiando la economía Palestina, etc. El cambiante mapa del este de Jerusalem, donde podemos ver como se está rodeando poco a poco a los palestinos y se les están quitando espacio, lo dice todo. La condena a la violencia anti palestina esconde el verdadero problema del  estado de violencia, la condena de los asentamientos ilegales esconde la legalidad de los legales. Es ahí donde reside la doble faceta de la muy alabada imparcial “honestidad” del Tribunal Supremo  Israelí: promulgando de vez en cuando decretos a favor de los desposeídos palestinos y proclamando su ilegalidad, este garantiza la legalidad de la mayoría de los casos restantes.

Para evitar cualquier malentendido, tomar todo esto en cuenta no quiere decir que se justifiquen actos terroristas inexcusables, al contrario, queremos proporcionar la única visión desde la que podemos condenar ataques terroristas sin hipocresía.


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