Raro, rarísimo… sobre agentes del FBI, Al Qaeda y el 11-S
Se declaró culpable de un cargo de revelación y otro de posesión de información clasificada. Habló con AP sobre el desmantelamiento de un plan terrorista de Al Qaeda. Sachtleben intercambió varios mensajes de texto con un periodista de AP en 2012.
Veinte minutos / EFE
Un ex agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI) fue condenado el jueves a tres años de prisión por ser la fuente de las filtraciones a la agencia Associated Press (AP) sobre el desmantelamiento de un plan terrorista de Al Qaeda en 2012.
Donald Sachtleben se declaró culpable de un cargo de revelación y otro de posesión de información clasificada ante el juez de distrito William T Lawrence en Indianápolis.
«Claramente, ha traicionado a su país», indicó el juez Lawrence al dictar sentencia. Sachtleben, de 55 años y con residencia en Indiana, había trabajado como experto en explosivos del FBI durante más de 25 años.
«No siento una sensación de alivio. Es una sensación de arrepentimiento», dijo poco antes de la sentencia, que sus abogados habían pactado con el fiscal al diario Indianápolis Star. Sms con información sensible.
De acuerdo con los documentos judiciales, Sachtleben intercambió varios mensajes de texto con un periodista de AP en abril y mayo de 2012 antes de revelar la información sensible acerca de cómo EU había frustrado un complot de la red terrorista Al Qaeda en Yemen que pretendía atentar contra un avión con rumbo a Estados Unidos.
El caso de las filtraciones generó gran polémica a nivel nacional cuando saltó a la luz pública en mayo de este año la capacidad del Gobierno estadounidense para espiar a la prensa y revelarse que las autoridades habían espiado más de 20 líneas telefónicas de la agencia periodística en varias oficinas.
Entonces, el secretario de Justicia y fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, aseguró que la filtración a la agencia AP, que motivó el registro secreto de conversaciones telefónicas por parte de su departamento, fue «una de las más serias» que había visto en su carrera.
A la par, el exagente del FBI fue condenado a ocho años de cárcel en otro caso separado de posesión de pornografía infantil. Las autoridades estaban investigando el caso de las filtraciones, cuando se dieron cuenta de que los datos de llamadas coincidían con los del exagente del FBI detenido previamente por tenencia de pornografía de menores.