Tal como lo recibí del arquitecto Oscar Balestieri, de quien fui compañero de militancia en 1973 y amigo hasta la actualidad. Por lo que veo, se lo remitió a compañeros y ex compañeros, con el ánimo de recuperarlos. Como dicen los pibes: rescatense, che.
Querido amigo: (sin nombre porque pueden ser varios…)
Hemos compartido ideas, hechos, esperanzas, en alguna etapa de nuestra vida.
Nos sentimos unidos, empujando el carro de la historia, o simplemente alegrándonos por su marcha o sufriendo por sus retrocesos.
Nuestro camino en común fue a veces corto, otras veces de largos años de esperanzas y deseos. Los cambios en la vida política también nos separaron y también con dolor puedo reconocer que a veces nos enfrentaron.
Seguramente en lo más profundo de nuestra humanidad, siguen encendidas las ideas de justicia, igualdad, solidaridad y muchas más.
La historia de los pueblos –nuestra historia- no es lineal, casi siempre es sinuosa, confusa, que con avances y retrocesos pareciera caminar en medio de la niebla.
Pero hay momentos donde las aguas parecen dividirse, como el rio de la plata cuando llega al mar: hay una línea de color, sabor, temperatura que separa a las aguas.
En esos momentos no podemos equivocarnos en qué lado elegimos estar.
En mi larga vida de militante puedo mencionar muchos momentos de definiciones, que suelen coincidir con esos bordes difusos de las aguas y de la historia:
Cuando sucede el golpe de Ongania, algunos compañeros dudaron… también hubo tentaciones de participar en ese gobierno antipopular.
Elegimos estar al lado del pueblo, sumarnos a su lucha, es más poner nuestras vidas en esa lucha. Todo esto con muchos errores, pero con el rumbo correcto. El tiempo nos dio la razón, ese gobierno derivó hacia la entrega, la represión, tomo los caminos malditos de la historia.
Cuando el gobierno de Isabel se caía a pedazos, por sus propios errores y empujada por derecha e izquierda hacia el abismo, con enormes dudas, reconocimos que el peor gobierno democrático era mejor que los salvadores providenciales que nos ofrecían los medios concentrados, los grondona y los poderosos de la economía.
Cuando los militares carapintadas, jaquearon al gobierno de Alfonsin, nos sentimos representados por Cafiero, que asumiendo enormes costos políticos, se puso a su lado en el palco de la casa Rosada, apoyando sin límites a un gobierno legitimo y democrático, con el que no compartíamos el rumbo dado al país en muchos aspectos.
Puedo mencionar muchas otras coyunturas donde fue necesario elegir, entre un camino imperfecto, o el retroceso hacia pasados negativos para el pueblo y la patria.
Hoy estamos como sociedad enfrentando un golpe de mercado, donde los enemigos de siempre, atacan desde todos lados a un gobierno elegido por el pueblo.
En cada uno de los episodios que mencione antes, encontramos a los mismos actores que hoy atacan al gobierno: el poder económico concentrado, los medios de difusión, la derecha reaccionaria y también porque no decirlo, los grandes poderes mundiales, que hoy más que nunca tienen un nombre.
¿Que este gobierno tiene errores? ¡Como dudarlo! ¿Que se puede hacer mejor la gestión? Cada uno de nosotros en su espacio de conocimiento, puede proponer mejoras y cambios.
¿Pero que pasará si los golpistas económicos le doblan el brazo al gobierno? Alguien puede pensar que nos beneficiaremos en algo?.
Alguien puede pensar que la debilidad o la caída de este gobierno abre las puertas a algo mejor? A algún cambio positivo?.
Aún para aquellos que piensan ocupar el lugar de este gobierno, en las condiciones impuestas por el golpe económico, solo les quedará el rol de ser servidores del poder económico, ejecutores mansos de órdenes e ideas ajenas. El lamentable papel de un menem del siglo veintiuno.
Cuando hace cinco años, algunos mencionaron la idea de maniobras “destituyentes” muchos dijeron se exagera, otros trataron de ridiculizar la idea.
El tiempo nos demuestra que esas maniobras destituyentes, hoy han tomado cuerpo en este golpe económico.
No necesito decir que he elegido, todo lo anterior lo define, aun reconociendo errores, vacilaciones, del gobierno actual, el campo del golpismo mediático y económico, dirigido por los poderes mundiales, solo nos puede traer retrocesos, peor distribución de la riqueza, menos democracia, mas corrupción.
Quizás la violencia y dureza del ataque que hacen los golpistas económicos, ayude a ver esta realidad, nada bueno para el pueblo y la patria pueden ofrecernos.
Con la esperanza y el deseo de reencontrarnos en el camino, te mando con esta carta un afectuoso abrazo.