U-BOOTE. Los submarinos fantasmas de Hitler y el encono de Evita con el correveidile nazi Rodolfo Freude

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No tengo ahora a mano el texto completo de Ultramar Sur (lo tengo en otra compu) por lo que no sé si en él Carlos y yo mencionabamos al U-168, el U-Boot que acaba de aparecer, pero la aparición me hace acordar nuevamente al chantapufi canadiense Ronald Newton, quien contratado por el gobierno de Carlos Menem para su Comision de Esclarecimiento de las Actividades Nazis en la Argentina (CEANA, creada en enorme medida para «pagarle» a una colectividad judía hegemonizada por el sionismo el grosero encubrimiento de los asesinos que demolieron la AMIA) quien se atrevió a sostener que se conocía el destino de «todos y cada uno» de los submarinos alemanes que prestaron servicios durante la guerra. Y eso me hizo recordar esta entrevista poco conocida a Roberto Alemann, quien además de miembro de la CEANA fue ministro de Economía y embajador en los EE.UU. del dictador Galtieri. Alemann es un reaccionario como una copa de un pino, pero no me parece que en ningún momento se ponga a mentir aviesamente. En cuanto al motivo de la aversión de Evita hacia el blondo Rodolfo Freude (que además de ser secretario privado de Perón y nazi, se había abocado a organizar un servicio de informaciones de la Presidencia, que sería el germen de la futura SIDE) creo recordar que según narra Camarasa en su «La enviada» (sobre el viaje de Eva Perón a España) se debió a que Freude descubrió un episodio de su adolescencia celosamente ocultado por Evita y se le contó a Perón. Creo recordar que dos muchachos tan cajetillas que tenían auto (por entonces solo los ricos los tenían) invitaron a la joven Evita y a otra amiga de parecida edad que nunca habían visto el mar a ir a Mar del Plata. Con el permiso de sus madres, ambas jóvenes iniciaron el viaje, pero a mitad de camino los muchachos quisieron abusar o abusaron de ellas, lo cierto es que las abandonaron desnudas en la ruta. Irle con ese cuento a Perón selló la suerte de Freude. Evita era vengativa.

En cuanto a los submarinos, tengo entendido con los aparatos con los que se busca petroleo en la costa atlántica, se podrían ubicar los pecios. Pero para eso hace falta voluntad política, y hasta ahora la Armada acamala celosamente la información que posee y el Gobierno no ha hecho nada por doblegar su avaricia. Hasta el punto de que la Armada consiguió que la ex ministra Garré refrendará su pedido de que se extienda el secreto de Estado sobre el tema. ¿Por qué? ¿Que tiene que ocultar?

Los dejo con la información reciente y la entrevista con Alemann.

Hallan un submarino nazi que naufragó en 1944 torpedeado cerca de Indonesia

Publicado: 21 nov 2013 | 18:18 GMT Última actualización: 21 nov 2013 | 18:18 GMT

Hallan un submarino nazi que naufragó en 1944 torpedeado cerca de Indonesia

Corbis

Con un presupuesto limitado, arqueólogos indonesios han logrado localizar un submarino nazi que naufragó durante la Segunda Guerra Mundial cerca de la isla de Java.

 
El equipo de investigación del Centro Arqueológico Nacional indonesio encontró un sumergible nazi de 76 metros de eslora y 4,9 metros de manga que, presumiblemente, fue hundido el 6 de octubre de 1944 por un torpedo.

En el U boat alemán fueron hallados también decenas de esqueletos humanos.

El éxito de los investigadores del Centro Arqueológico Nacional es un orgullo para los arqueólogos nacionales, especialmente en medio de los actuales ajustes presupuestarios que sufre el país, destaca Priyatno Hadi, jefe del programa del Centro Arqueológico Nacional, citado por el portal de noticias local ‘Tribun News’.

«Las limitaciones presupuestarias harán que el proceso de remoción de los restos mortales sea pospuesto», señaló Priyatno.

Los investigadores sugieren que el submarino, identificado como U-Boat 168, fue hundido por un torpedo estadounidense el 6 de octubre de 1944.

Perón y los Alemanes

Por Uki Goñi

En la siguiente entrevista el ex ministro de economía de la última dictadura militar argentina Roberto Alemann desmiente una actuación pronazi de ciertos «alemanes locales» cercanos a Perón. Durante la Segunda Guerra la familia Alemann publicaba el Argentinisches Tageblatt, un pequeño diario en alemán de Buenos Aires que logró provocar la ira del Tercer Reich. «Hitler denostaba al Tageblatt y Goebbels se atrevió a calificar a sus editores como ‘germanos atrofiados de pies zambos’,» según relata el libro Flucht vor Nürnberg del profesor Holger Meding de la Universidad de Colonia. En 1933 la circulación del diario ya había sido prohibida en Alemania y la Universidad de Heidelberg hasta despojó del título de doctor a su editor Ernesto Alemann, padre del entrevistado. Hoy día los Alemann siguen al frente del Tageblatt y sus miembros son objeto de constante consulta por historiadores extranjeros que investigan el pasado reciente de la Argentina.

– Dos de los personas más nombradas en relación con Perón y el «pasado nazi» de la Argentina son el empresario Rodolfo Freude y su fallecido padre Ludwig Freude…

– Perón conoció a Ludwig Freude cuando estuvo en Mendoza, cuando Freude construía caminos entre Mendoza y San Juan para su empresa la Compañía General de Construcciones. Se hicieron amigos. Cuando Perón accedió a la presidencia le pidió a Freude que le diera al hijo como secretario privado. Lo tuvo un tiempo muy corto ya que Freude se peleó con Evita y Juan Duarte, que no lo toleraron. Yo fui al colegio con Rodolfo y lo conocí al padre Ludwig Freude quien en el año 54, ya muerta Evita, se le acercó a Perón para sugerirle que encarara la devolución de la propiedad alemana en la Argentina, que había sido confiscada por el gobierno al finalizar la guerra. Entonces se constituyó la Federación Argentino-Germana, la FAG, que todavía existe, que empezó los primeros tramites de devolución. Con el gobierno de Perón se obtuvo muy poca cosa pero con el de Aramburu se devolvieron todas las propiedades. Esa fue toda la actuación de Ludwig Freude. Pero él apareció en el «Libro Azul» del Departamento de Estado norteamericano que lo ponía como el receptor de los fondos nazis, que no era para nada.

– Hay documentación sobre Rodolfo Freude como un nexo entre Perón y el comité de recepción de fugitivos alemanes que actuaba en la Dirección de Migraciones luego de la guerra.

-Puede ser al principio un nexo y punto. Él estuvo poquitos meses ahí. ¿Y después qué? Habrá tenido una relación funcional desde la secretaría de la presidencia, alguien tenía que hacer de nexo. Pero no era Rodolfo Freude que los quería traer, era Perón. ¿Me comprende? ¿Un secretario privado qué es? Es un amanuense. Esta fue toda la política de Perón de traer técnicos alemanes, cosa que hicieron los soviéticos, los ingleses y los americanos. Yo conocí a algunos de ellos como el General Galland (un as de la Luftwaffe), un hombre muy simpático, señorial, y también alguna vez lo habré visto al profesor Kurt Tank (un diseñador de jets que encabezó la fábrica militar de aviones en Córdoba). Estaban aterrados de lo que era la desorganización de las empresas militares argentinas. Ellos vinieron acá bajo la idea de que entrarían a una organización industrial del estado organizada como en Alemania, donde uno da una orden y se cumple. Acá daban una orden y no pasaba nada. Se fueron aterrados.Pero cuando Perón trajo técnicos alemanes se le metieron bajo el ala todos estos nazis fugitivos, los Mengele y Eichmann y todos ellos.

-¿Pero de los 40.000 inmigrantes que vinieron después de la guerra de Alemania, por razones fundamentalmente de hambre, ¿cuántos eran fugitivos o criminales de guerra?

-Muy pocos. Los casos conocidos son una docena o algo así. Con eso se agota la cosa.

-¿Porqué se pelearon Rodolfo Freude y Evita?

– Él nunca me lo contó, me dijo que no se entendían, esas cosas. Evita era muy rencorosa, no admitía a nadie alrededor de Perón. Juan Duarte se le metió adentro y Freude se abrió. Así que la relación de Freude como secretario privado de Perón fue de muy corto tiempo, fue desplazado por la influencia de Juan Duarte y de Evita.

-¿Porqué cree que Estados Unidos intentó con tanta insistencia extraditar a empresarios alemanes de la Argentina?

-Estados Unidos en esa época luchaba económicamente contra los intereses alemanes, querían sacárselos de encima como competidores, de eso no hay duda alguna, y de paso cañazo a los ingleses también. Como la Argentina era el único país de América que no estaba alineado con la guerra hasta último momento ellos utilizaron la presión del instrumento económico como siempre lo han hecho, como siguen haciéndolo. Cuando ellos indican a un país como adversario le aplican todos los torniquetes económicos. Eso es lo que hicieron con los alemanes acá. Entonces las figuras de Richard Staudt, Thilo Martens y Ludwig Freude, quienes eran los hombres de negocios más prominentes de la colectividad, estaban en las listas (de supuestos agentes nazis que publicaba Estados Unidos).

-¿Para usted ninguno de ellos actuó como receptor de fondos nazis?

-¡No! El otro día se publicó en un diario norteamericano una lista de transferencias que se hizo en esa época. Yo la miré y eran todas normales, pagos comerciales o privados de ninguna importancia que se hacen permanentemente. Si acá había firmas alemanas que eran filiales de firmas matrices en Alemania obviamente hacían cobros y pagos. No
dice nada eso. Absolutamente nada.

¿Estos empresarios no tenían nexos muy cercanos con la embajada de Hitler en Buenos Aires?

– Por supuesto. ¿Quién no los tenía? Ludwig Freude estaba en una posición intermedia. No era miembro del partido pero tampoco era anti nazi. Era un alemán local, cuidaba sus intereses y los de sus amigos. Los americanos se la agarraron con él y se le atribuyeron toda clase de maquinaciones pero nunca se le probó nada. Después está la historia de los submarinos nazis que trajeron el oro. Se menciona a la familia Lahusen que tenían estancias en la Patagonia y que el submarino llegó allí. También dicen que el dinero ese fue en pago a Perón y Evita por los servicios prestados. Pero en todo esto hay tanta imaginación y suposiciones que es muy difícil afirmar si esto
fue así.

-¿Se tiene que descartar entonces?

– Hasta que no se pruebe hay que descartarlo. Son dimes y diretes.

-¿Con respecto a la familia Lahusen y los submarinos?

– Es lo mismo. La familia Lahusen era una familia de alemanes de acá que tenían grandes estancias en la Patagonia y un negocio de lanas. Eran alemanes locales como lo eran parientes míos, mis abuelos y mis bisabuelos. Tenían relaciones y viajaban pero no formaban parte del elenco del Partido Nazi. Esos eran otros tipos. Todo este juego viene de la guerra, de la animosidad americana contra la Argentina porque no fue aliada. Durante 50 años han estado diciendo eso. De cierto hay algo pero no tanto.

-¿Con respecto a Wilfred von Oven?

– Ese está acá. Escribió una carta a nuestro diario porque lo mencionamos, está enojado con nosotros. Él dice que nunca fue nazi. Era militar, teniente, y lo mandaron como destacado del Ejército a la oficina de propaganda de Goebbels. A raíz de eso escribió un libro que se llamaba «Con Goebbels hasta el final». En la Argentina fue diez años redactor en jefe del Freie Presse, el otro diario alemán. Después publicó semanarios o mensuarios alemanes en los cuales defendía la tesis de que el Holocausto es una mentira, lo cual en Alemania afirmarlo hoy es criminalmente punible. Él lo afirmó durante añares. Yo leía siempre estas revistas. El enemigo era Roosevelt, Estados Unidos y la Unión Soviética. Todos estaban confabulados contra ellos y lo de los campos de concentración era una mentira inventada por los judíos. Es un antisemita profundo. Pero parece que no ha tenido actuación mayor en el Partido Nazi. Acabo de leer en la revista alemana Der Spiegel que en los años 50 se les arrimó el señor von Oven contándoles todas las internas de la secretaría de información de Goebbels y que ellos después un tiempo lo tuvieron de corresponsal en Argentina. Él dice que era miembro del Partido Liberal, que lo desnazificaron los ingleses después de la guerra. Pero yo he leído las publicaciones que hacía y era ideología nazi pura.

Una versión de esta entrevista por el mismo autor fue publicada en la sección Enfoques del diario La Nación de Buenos Aires el domingo 27 de abril de 1997.


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Un comentario

  1. Hay faltantes importantes en la relación Perón/Freude, ambos se conocieron cuando F. hacía la ruta 40 Mendoza/San Juan, hacía varios años que F era el responsable de las inversiones de la cúpula Nazi en Argentina. Ludovico (así le decía Perón) fue asesinado con un «cafecito envenenado» por los desmanejos de los «Fondos Bormann» llegados, según Policía Federal el 7 de Febrero de 1945 (Estancia Moromar)Existe documento al respecto. El primer aviso llegó desde Francia, con publicaciones en el diario «Le Figaro» de 1971, luego habrá un libro de autor francés para terminar con el excelente libro de Paul Manning. Además de L.F. se asesinará a su yerno Koennecke y otros 3 empleados de la embajada alemana en Bs As, todos manejaron en algún momento los fondos Bormann…que quizá hoy estén en Suiza. Es muy posible que también la muerte de Juancito Duarte tenga que ver con esto, todos los implicados en el tema hicieron depósitos en Suiza y «fallecieron» en los siguientes años, salvo Rodolfo Freude (que también depositó, acompañando a Eva Duarte de Perón a Suiza) que no fue por corto tiempo secretario de Perón, lo acompañó hasta el 55, manejando la Secretaría de Inteligencia y la D.A.E.(Dirección de Asuntos Extranjeros o Migraciones)obviamente el ingreso de nazis en la pos guerra fue completamente planeado. Saludos! P.D.: fue Johann von Leers quien tramitó con el Coronel Perón los casi 40.000 documentos argentinos que se enviaron a Alemania en 1944, el pedido fue hecho en conjunto en la oficina del Presidente Farrel.

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