OLIGARCAS. La historia de la Sociedad Rural, por Alejandro Tarruella

Compartí

Una muy buena nota a la que, a vuelo de pájaro, le encontré dos defectos: menciona muchas veces a Tarruella (apellido catalán, si no me equivoco) como “Tarruela” (aquí lo hemos arreglado) y, sobre todo, no identifica al autor de las excelentes fotografías. Por lo demás, estoy sorprendido porque el autor encontró muy progres a quienes organizaron la Exposición de Artes y Productos Nacionales que se hizo en Córdoba en 1870, impulsada por el presidente Sarmiento. Siempre se aprenden cosas nuevas.

Un libro explora la historia de los dueños de la tierra a través de la Sociedad Rural

Un libro explora la historia de los dueños de la tierra a través de la Sociedad Rural | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El trabajo es de Alejandro Tarruella, periodista e historiador, que busca desentrañar las relaciones entre el campo y la política nacional. “Tal vez este libro sirva para saber cómo un churrasco o una papa llegan o no a la mesa”.

POR PETE MATEOS / VA CON FIRMA

En este momento en el que “el campo” apresta sus armas frente a las políticas de gobierno de Alberto Fernández, Alejandro Tarruella acaba de editar, a través de la Editorial Octubre, “Historia Política de la Sociedad Rural”, una radiografía de la oligarquía terrateniente.

“El tema me interesó porque es estructural al país nuestro, en gran parte de su desarrollo. Se cruzan aspectos que tienen que ver con la colonia, las luchas por la emancipación, la ´conquista del desierto´, la deuda externa -hoy “delirante” como la calificó Alberto Fernández-, el 1880 roquista, Yrigoyen, Perón y la continuidad. La entidad es un actor central en la reacción a conformar un país soberano”, explicó Tarruella el propósito de su trabajo.

Tarruella tiene un modo coloquial para desplegar complejas historias cuando uno se lo cruza en una esquina o se sienta a tomar un café en un bar. Evidencia una amplitud intelectual que le permite correrse de estructuras ideológicas anquilosadas y rígidas para analizar hechos y circunstancias. De una larga trayectoria en el periodismo, lleva publicados varios libros de investigación, vinculados al campo nacional y popular. Entre ellos “Guardia de Hierro”, en dos versiones (“De Perón a Bergoglio” y “De Perón a Kirchner”), “Envar Cacho El Kadri” e “Historias secretas del peronismo”.

“Tal vez este libro sirva para saber cómo un churrasco o una papa llegan a la mesa, o no llegan, debido a la complejidad de un camino que va del hombre que cuida un campo con un salario de despojo, o hace la riqueza delictiva de un grupo de usureros de las finanzas, que se creen poco menos que dioses. En la mesa, lo sencillo se hace con conocimiento y en las palabras se comparte una visión del mundo y el camino que hacemos al andar”, explicó el periodista e historiador.

“Entiendo que hoy tiene validez volver y proyectar sobre la Rural para poner las cosas en presente, y observar el fenómeno desde su historia. Es esta una etapa en la que vamos seguramente a rediseñar el país en la búsqueda de la justicia social, de una economía que replantee sus soportes y, desde ese contexto, modificar la estructura de la tierra con una idea de la producción coherente a ese espíritu”, agregó.

“La SRA se fundó en 1866, pero su historia arranca con la vaquerías del siglo XVI y lo que fue el más pujante negocio del puerto de Buenos Aires hasta entrado el siglo XIX, el tráfico de esclavos. Luego los tipos cazaban vacas y el quilombo se arma cuando los araucanos, empezaron a cruzar desde Chile para llevarse las vacas y vendérselas a los ingleses por dos pesos en Valparaíso”, narró Tarruella.

Con este contexto, dijo, no se puede desvincular a la SRA con la “conquista del desierto´ y la distribución de grandes extensiones de tierra y las diferencias entre Roca y la nueva oligarquía que se genera a partir de ese momento”.

El investigador explicó que “cuando llega la SRA, había necesidades de los grandes especuladores en tierras que no desconocían el proteccionismo estatal para ´ayudar´ a sus negocios” y apuntó que “hay un contexto cultural en el que se produce la irrupción de la entidad, una creación que observaba los nuevos fenómenos del país, incluso la producción”.

Tarruella dijo que “si algo positivo hay que destacar, es la figura de Eduardo Olivera, uno de los fundadores de la Sociedad Rural. Fue un empresario que tenía una visión industrial interesante para su época. Conocía Inglaterra y Francia en lo rural, y sin ser un revolucionario, era honesto en buscar una renovación que luego conduciría a la SRA corporativa”.

En ese sentido mencionó a la exposición de Artes y Productos Nacionales de Córdoba en 1870. Fue una apuesta diferente, dijo, “con apoyo de Sarmiento presidente, con Olivera a la cabeza”. En esa oportunidad “se movilizaron productores agropecuarios europeos, norteamericanos y chilenos, hubo más de dos mil variedades de hortalizas y flores expuestos, trigo, cebada, 52 variedades de viñas”.

Para Tarruela eso fue “algo impensable para la época sustentado en un empresariado nacional pujante. Llegaron 30 empresas, maquinaria agrícola; recordemos que Argentina es innovadora y creadora en este rubro, y más de 2.700 expositores. Parecía una exposición mundial y las bases fueron los productores con mirada nacional, fuera de toda consideración usuraria. Ese es un hecho histórico que estudié para dejar sentado que hay una mirada que, desde el tiempo, nos permite observar que hay un camino posible y en este caso, hay una marca histórica que nace en una provincia.”

La SRA ha sido históricamente el eje de la reacción para la conformación de un país soberano. Hoy que el tema de los alimentos y su producción es decisiva y conforma muchas estructuras de un país, es necesario entender su rol.

Tarruella propone “pensar para hacer un horizonte productivo que realice diferentes escalas productivas con derechos del trabajo, eliminación del monocultivo, renovación tecnológica y formación de trabajadores para realizar una transformación que privilegie intereses nacionales y regionales, y se aleje delas corporaciones financieras de la usura internacional”.

“Sé que es posible pensar la producción que hace a ese mundo desde el país, desde la región, desde los trabajadores y desde el aporte que podemos realizar como productores a las necesidades de otros países y continentes”, concluyó.


Compartí

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *