Terminar con las boludeces
Hay mucho conflicto palermitano que daña al gobierno, como sin ir más lejos la huevada de la pelea con el gordo Casero. Seamos justos: Casero dijo una sarta de boludeces, pero luego, el aparato de Gvirtz potenció el conflicto por la sencilla razón de que él vive de eso y lo razona todo en términos de televisión.
Gvirtz necesita cada dos por tres tener su “Doman-Evelyn” sólo que lo hace en el terreno de la progresía: necesitó matarlo en su momento a Campanella, luego a Darín como ahora a Casero porque estas peleas vuelven a poner en el candelero a sus productos televisivos. El problema es que con este tipo de conflictos el que pone el costo es el kirchnerismo en su conjunto, no la productora PPT.
Como dije en este post hace unos meses “A veces lo que le sirve al programa resulta siendo nefasto para el oficialismo, como, sin ir más lejos, cuando se invitó a Beatríz Sarlo. Desde el minuto cero la escritora apareció “ganando” el debate por aparecer ella sola contra siete. Ahí se dio que los grandes medios opositores festejaron un triunfo que también fue celebrado por la productora ya que le proporcionó un altísimo rebote y medición.”
Hay que ir de verdad por lo que falta y lo que falta no es pelearse con Alfredo Casero…