AMANTE. Robert Kennedy ordenó el sórdido asesinato de Marilyn Monroe
A la luz de los detalles revelados en el libro fue un crimen sórdido, vil, repugnante, ideado por el propio Robert Kennedy, quien ordenó a uno de sus guardaespaldas disparar a Marilyn un dardo de pentobarbital luego de que ella amenazara con dar una conferencia de prensa y hacer públicas sus relaciones con el presidente JFK y con el mismo Robert. Mientras ella estaba aturdida, revolvieron la casa en busca del diario de Marilyn. Luego la desnudaron y le inyectaron rectalmente una solución que contenía entre 13 y 19 píldoras trituradas de pentobarbital y 17 de una poderosa droga sedante muy utlizada en la época.
Hubo cómplices, desde el actor Peter Lawford (casado con una Kennedy) hasta su psiquiatra que la remató con más pentobarbital fingiendo que le practicaba los primeros auxilios. También hubo encubridores, desde policías hasta el FBI y testigos que nunca hablaron por temor.
Noticia completa en el Daily Mail
http://www.dailymail.co.uk/news/article-2630449/EXCLUSIVE-Bobby-Kennedy-ordered-Marilyn-Monroes-murder-lethal-injection-prevent-revealing-torrid-affairs-RFK-JFK-dirty-Kennedy-family-secrets-new-book-claims.html
Investigación: Robert Kennedy mandó matar a Marilyn Monroe
La muerte de la actriz estadounidense Marilyn Monroe no fue un suicidio, sino un asesinato orquestado por el hermano del presidente John F. Kennedy, para impedir que revelara «los secretos sucios» de la familia Kennedy, según una investigación.
Robert Kennedy habría contado con la complicidad del psiquiatra de Monroe, el doctor Ralph Greenson, así como también de su cuñado, el actor Peter Lawford, quien fue el primero en confirmar que la diva había mantenido un romance prohibido tanto con el senador como el presidente John F. Kennedy.
«Se la pasaban como si fuese una pelota», dijo Lawford en una entrevista años después de que Monroe fuera encontrada desnuda y muerta en la casa en Brentwood, California.
Tras ponerle fin a la extravagante relación con el presidente y su hermano, la actriz los amenazó con revelar los secretos de la familia más importante de la política estadounidense de entonces, cosa que no podían permitir, señalan los autores de la investigación.
«Bobby estaba determinado a callarla, sin importar las consecuencias», aseguró Lawford. El libro de los periodistas también incluye el testimonio de James C. Hall, asistente de la ambulancia que llegó a la casa de Monroe y que sostuvo que vio como el psiquiatra de la actriz le inyectó directo en el corazón una dosis letal de pentobarbital sin diluir, lo que le habría causado la muerte.
Monroe falleció el 5 de agosto de 1962 por una sobredosis de barbitúricos, en circunstancias nunca esclarecidas. Incluso el informe policial calificó la causa de la muerte como un «probable suicidio» por falta de pruebas.