CASO NISMAN-ESPÍAS: Allan Bogado habría trabajado para su denunciante, Stiuso, como «agente inorgánico»
Así como Diego Lagomarsino, Claudio Rabinovitch y ocho mujeres estaban a las órdenes del finado Nisman sin pertenecer oficialmente a la UFI-AMIA, así, parece, "Allan" Bogado trabajaba para el vivo Stiuso sin pertenecer oficialmente al plantel de la Secretaría de Inteligencia, Como, me parece obvio, también lo debían hacer hacían aquellos dos, Lagomarsino y Rabinovitch, sin que esto fuera impedimento de que también lo hicieran para servicios extranjeros, siguiendo el ejemplo de su jefe. Las declaraciones de Lagomarsino, aconsejado por su abogado, Maximiliano Rusconi, lo conducen directamente a la cárcel. Así como es imposible creer que le haya enseñado a Nisman a utilizar su pistola Bersa (Nisman se creía más un 007 que un fiscal y sabía tirar, coinciden variados testimonios) causa estupefacción en que él y Stiuso no sólo digan no conocerse sino que incluso Stiuso haya dicho que ni siquiera sabía de la existencia de Lagomarsino. ¡A otro perro con ese hueso!
Esta noticia me la envió José Petrosino, con un comentario que sintetizo así:
Cada día queda más en evidencia la falacia de la acusación de Nisman al Gobierno, que no le dejó otra que pegarse un tiro para evitar el bochorno y el destino de su antecesor al frente del encubrimiento, Galeano: la cárcel, cuando los que lo habían usado, lo dejaron sólo.
Ahora es Allan Bogado, acusado por él de constituir una "diplomacia paralela" con Irán, junto con el escuchado Khalil, D’Elía y Esteche, para usar el memorandum con Irán para desbloquear la causa AMIA, para cambiarle a los persas impunidad por negocios (un disparate) quien ha salido a aclarar su rol en esta comedia..
Resulta que era un free lance al servicio personal del inefable Jaimito, que lo intentó infiltrar en el entorno de Khalil, un argentino de origen libanés, miembro de la mezquita shiita de Floresta, y por lo tanto amigo como cientos de otros argentinos, del jeque Moshen Rabbani, acusado por NIsman (sin la mínima prueba verificable que lo respaldara) de ser "la conexión local del atentado a la AMIA. Hasta que el año pasado el mismo Jaimito lo denunció por "tráfico de influencias", cuando se escapó de su control y quiso chapear con que era un espía (un "orgánico") de la SI.
Todo esto no lo podía ignorar Nisman, que también sabía que quedaría en evidencia cuando se investigara su falsa denuncia, tan inconsistente que Jaimito se abrió, no quiso saber nada con ella y se negó siquiera a contestarle el teléfono cuando insistentemente lo llamó antes de pedirle prestada una pistola a su subordinado más estrecho para pegarse un tiro. ¿Para qué otra cosa podría ser?).
Tampoco lo podía ignorar su ex, tan macaneadora como él, que ahora mediante pericias tan truchas como disparatadas, pretende instalar la FALACIA de que lo asesinó un sicario, poniéndolo previamente de rodillas.
La desaparición del encubridor Nisman abre la posibilidad de que la nueva UFI AMIA inicie una investigación en serio.
Durante 20 años lo único que hizo Nisman fue encubrir, desviar la investigación y ocultar información para instalar la falsa (e instantánea) acusación de Israel y Estados Unidos a su enemigo de entonces, Irán, que había sido un estrecho amigo de Argentina, durante toda la década de los ’80 y comienzo de la de los ’90.
Somos varios los investigadores independientes y periodistas hasta ahora ninguneados que vamos a colaborar si hay una real voluntad de esclarecimiento.
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Ahora si, la nota de marras, publicada por Infobae:
El "espía" Bogado reconoció que trabajó para Stiuso: su tarea era recabar información sobre Khalil
Por: sfarella
Se trata del supuesto agente que había denunciado Nisman. Negó haber reportado a la ex SIDE, pero admitió que sí lo hizo al ex jefe de Operaciones de esa secretaría. Su tarea era conseguir datos sobre quien sería nexo con Irán
Ramón "Allan" Bogado fue una de las personas denunciadas por el fallecido Alberto Nisman por el supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA, acusación en la cual también está imputada la presidente Cristina Kirchner y el canciller Héctor Timerman. Si bien la SIDE negó formalmente que fuese uno de sus espías, como sostenía el fiscal, Bogado aseguró que sí cumplió tareas para Antonio Horacio Stiuso, ex director General de Operaciones de la central de inteligencia.
La información figura en un acta ante escribano que se mantenía reservada y que Bogado decidió presentar ante la Justicia. Fue hecha el 23 de enero ante el escribano Hernán Eduardo Gervasutti, y es una suerte de descargo tras la presentación de Nisman.
Bogado aseguró que trabajaba para Stiuso desde 1999 y que en los últimos días recibió una amenaza, un mensaje intimidatorio que le dejaron en un sobre debajo de la puerta de su casa, en Piedras al 400. El mensaje se refería a algo que le habría pasado a su hijo: "Fue un gran aviso de todas las veces que he tocado pasar por alguna advertencia que pasaste por alto, por lo que veo en este caso no aprendiste que la vida es un boomerang y te está volviendo todo lo malo que hiciste, haces y seguís haciendo", le avisaron.
Ante el escribano, acompañó el mensaje que le llegó en el sobre, y aseguró que le generó "temor", principalmente por sus hijos. Y no dudó en culpar al ex director General de Operaciones de la SIDE: "En caso que ocurriera un perjuicio, lesión o muerte a su persona, y/o miembro de su familia y/o bienes, responsabiliza directamente de ello al señor Antonio Horacio Stiuso", dice en el acta a la que accedió Infobae.
Bogado detalló que trabajaba para Stiuso "desempeñándose como colaborador, siguiendo precisas instrucciones para efectuar una diversidad de actividades". Incluso, señaló que le había prometido "un cargo jerárquico" en la secretaría en caso que ejecutara con éxito las operaciones.
En el acta, que acompañó en la denuncia que presentó ante el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi para afirmar que la presentación de Nisman era una suerte de armado, Bogado aseguró que mantuvo un "vínculo personal" con Jorge "Yussef" Khalil, quien en la trama de encubrimiento aparece como el lazo de los iraníes acusados de perpetrar el atentado y sobre quienes están los pedidos de captura.
Según Bogado, fue Christian Raff quien los presentó. En su denuncia, afirmó que fue él quien estuvo detrás del armado de la denuncia de Nisman, y lo catalogó como un referente del massismo.
Bogado dijo que fue Khalil quien "le manifestó que quería hacer un acercamiento con gente ligada al gobierno porque su posición era que la causa AMIA estaba direccionada a producir una situación muy injusta, no sólo para los imputados sino para las naciones directamente involucradas, la Argentina e Irán". Aseguró que la intención "era forjar vínculos con distintos referentes del quehacer nacional con el fin de explicar acabadamente por qué Irán no tenía ningún tipo de vinculación con el atentado".
El supuesto "espía" indicó que ni bien le contó a Stiuso de su vínculo con Khalil, aquel le dijo: "Me interesa, porque a Yussef nunca lo hemos podido penetrar, es muy cerrado en sus vínculos y me interesa saber todas sus formas de contacto y con quién se junta". Entonces dijo que recibió "expresas directivas de acercamiento y obtención de confianza con el objetivo referido".
Luego de varios encuentros con Khalil, contó que que le brindó al ex director de Operaciones de la SIDE sus teléfonos, que luego fueron intervenidos.
La denuncia de Nisman está fundada en gran parte en miles de horas de escuchas telefónicas. El único teléfono intervenido de los denunciados era el de Khalil, medida que fue autorizada por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral en el marco de la investigación por el atentado.
Bogado aseguró que sabía que Khalil "tenía vínculos" con Moshen Rabbani, uno de los iraníes sobre los que pesan los pedidos de captura por volar la AMIA. "Todo esto fue informado al señor Stiuso en tiempo y forma. Conocía, autorizaba y financiaba estos encuentros dado que muchas veces requerían gastos para el pago de viáticos", precisó.
En el acta, niega "rotundamente" conocer personalmente a la presidenta de la nación, como también al canciller Timerman o al diputado Andrés Larroque. "Jamás tuvo contacto alguno", dice el documento que suscribió el escribano Gervasutti.
Además, Bogado respaldó el argumento del Gobierno en cuanto a las alertas rojas de Interpol. El Ejecutivo remarcó en reiteradas ocasiones que no podía pedir que cesen sino que era el juez quien debía requerirlo, pese a que Nisman sostenía que había una intención oficial de dejarlas sin efecto para favorecer a los iraníes.
"Por todo lo expuesto resulta evidente que la imputación que el propio Nisman realizó en su contra fue por haber desarrollado tareas que específicamente le encomendó Stiuso, relacionadas con recabar información sobre el mencionado Khalil y sus contactos", cerró el escrito, en el que destacó que Stiuso no lo ve desde octubre de 2014.
Excelente nota sos un campeón