Chomsky: «Nada de lo publicado por Wikileaks constituía un verdadero secreto»

Compartí

Wikileaks  nos enseñó a todo color cómo actúan los grupos de poder de Estados Unidos.
MARCELA GEREDA
WikiLeaks es una organización trasnacional de difusión que publica, a través de su sitio web, informes anónimos y documentos filtrados con contenido sensible y «desconocido» en materia de interés público, manteniendo el anonimato de sus fuentes.
En una entrevista realizada por la periodista Amy Goodman al filósofo, historiador y activista estadounidense Noam Chomsky, hablando de Wikileaks, el intelectual dice: «creo que nada de lo que WikiLeaks publicó constituía un verdadero secreto. Es decir, WikiLeaks es un servicio a la población. Assange debería recibir un premio, una medalla presidencial de honor. Toda la operación de WikiLeaks ayudó a informar a la gente sobre qué hacen los representantes electos. Eso debería considerarse algo muy positivo. Pero no se reveló nada verdaderamente extraordinario».
Profundizando y retomando dos temas omnipresentes en los cables de WikiLeaks, Chomsky resalta un hecho de interés sobre la injerencia de EE.UU. en América Latina. 
 
Hace unas semanas en la cumbre de la OEA realizada en Cartagena, Colombia, los dos temas de discusión fueron Cuba y las drogas. «Todo el continente quiere que Cuba sea admitida en la cumbre. Estados Unidos y Canadá se niegan. En relación con las drogas, prácticamente todo el continente latinoamericano está presionando para que haya una legalización porque son ellos los que están llevándose la peor parte, es un golpe en la boca del estómago. La demanda de drogas está aquí [en EE.UU.]. El suministro de armas está aquí. Y ellos son los que lo sufren. Por lo tanto, quieren emprender el camino de la legalización. Pero Estados Unidos y Canadá se niegan», dice Noam Chomsky.
En el artículo firmado por (el presidente de Guatemala )Otto Pérez Molina en el diario británico The Guardian el 7 de abril pasado, el mandatario pregunta a Washington: «¿No es cierto que hemos estado peleando la guerra contra las drogas en las últimas dos décadas?»
Diversos periodistas han señalado que la propuesta de despenalización de Pérez Molina no fue más que un juego político y diplomático a la que la respuesta de Obama es la de intensificar la «guerra contra el narcotráfico», y ellos amablemente pondrán los medios materiales necesarios a modo de capacitaciones a los cuerpos policiales, de entrega de armas, de créditos financieros, cuantiosos contratos multimillonarios para la industria armamentística estadounidense, etc.
Y nuestros países siguen la corriente –no hacerlo cerraría relaciones diplomáticas y financieras con EE.UU. y nos pondría automáticamente en la lista de los países «terroristas». Una despenalización políticamente inviable se convierte en un callejón sin salida para la violencia que nos acecha o un mero juego de intereses diplomáticos.
Con todo y ser una propuesta calculada y una movida de ajedrez interesada e interesante en la arena política nacional e internacional, suena una propuesta loable, pero las estructuras de fondo de la violencia del país están dadas por sus orígenes sociales, económicos, demográficos y por las abismales contradicciones y diferencias de clase. Y sobre estas estructuras ardiendo aterriza la imposición de la lucha contra el narco, donde el país responsable de la existencia del mercado medular no está dispuesto a asumir los costos de hacer una guerra en su suelo y mejor la delega a sus países vecinos, ganando popularidad con sus nacionales, extendiendo y afianzando su dominio militar y económico en su traspatio con «regalos envenenados». Estados Unidos externaliza sus problemas y nos da el título honorable de «segunda frontera». Y nosotros agradecemos.
WikiLeaks no enseña nada nuevo, solo incomodó a todo el cuerpo diplomático del servicio exterior estadounidense. Eso sí, nos enseñó a todo color cómo actúan los grupos de poder de EE.UU. en nuestras blandas y pobres democracias para conseguir fines específicos –sabidos de sobra. Es evidencia rotunda para la ciudadanía. ¿Cuándo el equivalente de un ‘cablegate’ nacional donde los ciudadanos podremos ver las redes de control que atrasan y van matando nuestra sociedad o ver los grupos que mantienen intacto el acaparamiento de la tierra, la exclusión de los sectores campesinos, la paralización de leyes claves en el congreso, el mantenimiento de la impunidad y la corrupción, la condonación de impuestos a las grandes compañías del país?

Compartí

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *