CRISTIANISMOS: O estás conmigo o estás contra mi
No soy creyente. Dejé de serlo de un día para otro después de una crisis dolorosa a los 16 años, hace medio siglo, en 1969, año del Cordobazo, y del inicio de mi militancia activa en las filas de los secundarios que idolatrábamos a los Tupamaros uruguayos y a las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) que habían hecho su frustrado debut en Taco Ralo. Creo que Dios es un invento -muy…