La ESMA y la banalidad del mal: Los almirantes temían que los desaparecidos «montonerizaran» a sus captores

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El Tigre Acosta mostraba «capucha» a ignotas visitas y les decía: «Peleamos por la filosofía de mamá, que es el bien».


Mientras Massera ponía en marcha su Partido Democrático y Social (PDS) con el que soñaba liberar a un peronismo malherido y pedir así investido ser aceptado en la internacional socialdemócrata, a fines de 1980, el almirantazgo rehusó implementar un plan para conservar con vida  a unos quinientos desaparecidos por temor a que éstos terminaran por montonerizar a sus cancerberos. Tal es lo que dijo Martín Gras, acaso el sobreviviente que conoce mejor el funcionamiento del «grupo de tareas» que tuvo como base la ESMA, al narrar una conversación con quien era entonces el jefe del mismo, el capitán de navío Luis D’Imperio. Invito pues a leer su testimonio y también el de otra sobreviviente, Jorgelina Ramus. Son indispensables para cualquiera que le interese comprender el universo concentrario que imperó en Argentina. Si se quedan con ganas, más información, acá (sobre el testimonio de Gras) y acá (sobre el testimonio de Ramus).


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