No hace falta ser adivino para darse cuenta de que el centro de la ciudad será un caos permanente a partir de marzo, cuando acabe las vacaciones y todos estemos trabajando. Ya lo es gracias a que Macri cortó al mismo tiempo la línea A del subte y agostó, extranguló la Avenida Nueve de Julio, mientras sus hombres, con alevosía y nocturnidad talan, amputan, decenas de tipas, jacarandás y palos borrachos en plena floración, dejando “la avenida más ancha del mundo” hecha un erial, un yerno que los ancianos no podrtán cruzar en verano so pena de insolarse en el intento.
Cuando a partir de marzo haya en la Nueve de Julio una de las habituales manifestaciones (por ejemplo, ante el Ministerio de Acción Social) es harto previsible que la Policía Federal seguirá negándose a reprimir, y que lo haga con mucho gusto y saña la Policía Metropolitana… lo que derivará en el cierre completo de la avenida (sin alternativas, ya que Macri y sus ministros enrejadores, clausuradores y oscurecedores de plazas ha hecho peatonal a Suipacha… y planean hacer lo mismo con Tacuarí, Bolívar y otras paralelas de la avenida… hasta Martín García, en Barracas).
Es sabido que según los trabajadores, para introducir al serbicio los nuevos vagones chinos no hacía falta cortar el subte ni siquiera un dia y muchísimo menos dos meses. Y que según el más elemental de los sentidos comunes no hace ninguna falta poner metrobuses para enlazar las estaciones de Constitución y Retiro por encima de una línea de subte que hace exactamente el mismo recorrido: basta con aumentar la frecuencia y calidad del servicio de subtes.
Pero además, para poner carriles para buses, no hace falta mopdificar la avenida. Basta con reservar los carriles derechos en ambas manos y poner las mismas “vallas” de cemento que en la bicisendas.
Claro que entonces no se podrían gastar las millonadas que se están gastando. Pero más allá de esto, de seguir dándole de comer a sus amigos constructores con precios muy inflados, al parecer Macri hadecidido, via poner una tarifa alta, reservar el subte para las capas medias, y obligar a discurrir en superficie a las sudorosas masas trabajadoras.
Temo, además, que Macri y sus amigos constructores -como el padrino Calcaterra- hayan decidido yugular el tránsito por el centro hasta que hay un coro que implore lo que hoy es impensable por la oposición de ambientalistas, conservacionistas, urbanistas, paisajistas y personas sensibles: construir una autopista ribereña por encima de la reserva ecológica, por encima del río, hasta el delta, que una una Puerto Madero con Nordelta, el otro “barrio” dónde los ricos están refugiándose.
Sé que alguno me tildará de paranoico, pero realmente sospecho que tiene que haber algo gordo… como lo que temo.
Recuerden que Macri expresó muchas veces su admiración por el brigadier Cacciatore, que hizo autopistas durante la dictadura, cuando, si no te querías ir para dejarles paso, corrías riesgo cierto de que te desaparecieran.
Hay vecinos que han comenzado a protestar. Es de esperar que la Policía Meytropolitana no los reprima. Recomiendo leer la nota de tapa de Página/12 de ayer, domingo, que es m,uy clara acerca de lo que esta pasando.
Aprovecho la ocasión para publicar esta carta, que recibí hace casi un mes de un viejo amigo, Ricardo, con quien solo discrepo en el hecho de que cree que Macri trata mejor a los automovilistas que a los peatones: yo creo que se caga en todos por igual.
Estimado Beto, te ruego cuando puedas que publiques esta breve carta que titulo La Derecha que Odia a los Ciudadanos. Hablo del Gobierno reaccionario y brutal de Macri y sus amigos, que han devenido en una plaga para los sufridos vecinos de esta ciudad demencial y agresiva, claramente fomentada por una derecha cerril y deshumanizada.
Seré breve, como bien sabes tengo una madre mayorcita que tiene dificultades para desplazarse con cierta agilidad por las calles de su ciudad. Mi Madre cuando sale a hacer las compras, o pagar un recibo debe ir constantemente mirando hacia el suelo y no puede levantar nunca la vista, salvo que quiera estrellarse contra el suelo! Y es que las veredas de Almagro están que dan pena, y eso hace años, años de abandono y miserabilidad de nuestro gobierno.
Mi madre vive hace siete años en la calle de Virrey Liniers a pocos metros de Rivadavia,
y solo cuando sale conmigo puede permitirse el lujo de levantar sus ojos, porque soy yo el que camina mirando de forma constante el suelo.
Mientras tanto veo que avenidas de todo tipo dentro de Baires son repavimentadas, acicaladas de forma indecente y sin pudor, priorizando una ciudad de automovilistas sobre una ciudad de peatones, que es el modelo al que se dirijen las ciudades mas modernas del
mundo, salvo la nuestra que esta bajo la guía del mayor enemigo de sus conciudadanos.
Por si esto fuera poco, tomo la original decisión de cerrar la linea A de subte, único medio de transporte que puede usar mi madre. Y además de cerrar el subte, ¡en los mismos dias se puso a repavimentar Rivadavia!
Ni el mas siniestro de los personajes crea el desastre que Macri crea con cada paso que da. Es un ejemplo de clara estulticia, que combina muy bien con un modelo de porteño que es aborrecido en todo el mundo, el porteño individualista, agresivo, fanfarrón y prepotente.
Supongo que estos especímenes se sentiran claramente represnetados por él. Y no sigo, no porque me falten argumentos ni causas para denunciarlo, sino porque solo pensar
en él me causa problemas mentales de todo tipo. ¿Llegará el día en que nos libremos de esta plaga?