Así termina una larga nota de Fernando Laborda en La Nación. Que muestra dónde les aprieta el zapato. De Bárbaro, qué decir: Es la facción peroniana del magnettismo como hace 45 años era la facción "humanista" del peronismo. En cuanto a Néstor y Cristina, también apoyaron (porque no les quedaba mas remedio) la privatización de YPF…
No hay dudas de que cualquier proyecto de nueva Constitución desde el kirchnerismo contemplará un avance del estatismo y una economía cada vez más cerrada al mundo. Forster brinda un anticipo: "Una Constitución es una escritura en movimiento. Cada Constitución es reflejo de un proyecto de país. La vigente, hija del Pacto de Olivos y parida por el Consenso de Washington, fue pensada para el proyecto neoliberal de sumisión de la Nación, de extranjerización de la economía, de saqueo de los recursos naturales y de exclusión de millones de argentinos. Fue dictada cuando se proclamaba la muerte de las ideologías y el fin del Estado Nación. Se la escribió contra el pueblo y contra los intereses nacionales". ¿Habrá recordado que Néstor y Cristina Kirchner estuvieron entre sus firmantes? En gran parte de la oposición, existe el convencimiento de que el impulso a una nueva Constitución escrita con K es inexorable. "Es inevitable. El populismo no tiene sucesión", confió el diputado radical Ricardo Gil Lavedra, al tiempo que desde la conducción del radicalismo ya se trabaja en un compromiso democrático con otras fuerzas para rechazar cualquier proyecto reeleccionista. Mauricio Macri comenzó a denunciar que el cristinismo pretende que la Argentina se parezca cada vez más a la Venezuela de Chávez y también se apresta al combate. Más irónico, el peronista Julio Bárbaro convoca a dar batalla al "stalinismo de Puerto Madero".