Diez puntos por la paz mundial
Ninguna violación a los tratados internacionales, incluida la supuesta utilización de armas de exterminio masivo, prohibidas por las convenciones de Ginebra, puede ni debe ser sancionada con una agresión armada y menos a un país que no está agrediendo a otro ni a ninguna región que esté más allá de sus límites soberanos.
Si se comprobaran este tipo de violaciones, lo que no ha ocurrido en el caso sirio, hay otro tipo de sanciones que, además, solo pueden ser aplicadas con la autorización de las Naciones Unidas y respetando los procedimientos legales internacionales.
Por ello los abajo firmantes expresamos nuestro claro y firme repudio al ataque misilístico que impulsa EEUU contra Siria.
1) Porque no creemos que más sangre y muertos sean la vía para defender a ningún pueblo de las violaciones de las normas internacionales de la guerra.
2) Porque de ninguna manera está comprobado que sea el gobierno sirio, y no los grupos armados y financiados desde el exterior, quienes hayan recurrido a las armas químicas.
3) Porque si bien Obama habla de ‘intervención humanitaria» y de «ataque limitado» sin desembarco de tropas, esto resulta no creíble. No sólo es imposible de imaginar, dados los antecedentes de las promesas norteameri–canas, sino que en la ley ya enviada al Congreso Obama propone la autorización de uso de tropas para casos de «emergencia», abriendo las puertas a lo que se sabe sobrevendrá.
4) Porque se puede determinar las características del inicio de una agresión armada pero son imprevisibles sus consecuencias, no sólo de las vidas que estarán en juego, sino de los riesgos de desatar una conflagración regio–nal. En una zona altamente sensible –con Israel a tiro de misil desde Siria, con Irán continuamente demonizada y Rusia y China insistiendo sintiéndose amenazadas ante la acción norteamericana que asume las características de un cerco estratégico- un conflicto regional sólo sería un momento de transición a un conflicto mundial.
5) Porque no se puede convertir a las Naciones Unidas en un organismo para convalidar arbitrariedades o ambiciones estratégicas de ninguna superpotencia ni tampoco en un sello de goma incapaz de intervenir para generar condiciones de estabilidad y pacificación de los conflictos internacionales.
6) Porque estamos a favor de la autodeterminación de los pueblos y la no injerencia en los asuntos internos de las naciones. Respetamos las resoluciones de la ONU y en este caso particularmente las que prohíben el uso de las armas químicas.
7) Porque la iniciativa de Obama pone al descubierto que EEUU se arroga el papel de gendarme mundial escondiendo sus intenciones hegemonistas.
8) Tenemos en cuenta que el aislamiento en que ha quedado esta iniciativa bélica es expresiva de la memoria de los pueblos que atravesaron las experiencias de las guerras de Afganistán e Irak, justificadas con falacias semejantes. Ni siquiera Gran Bretaña, tradicional socio de las aventuras guerreristas norteamericanas, ha podido acompañarlo al fracasar en el Parlamento británico la propuesta de David Cameron.
9) La salida de la crisis más vasta que haya tenido el capitalismo financiero bajo el dominio neoliberal de EE-UU no puede ser por la vía de la guerra como ha sucedido en otros momentos de la historia, sino por el recono–cimiento de sus causas y los cambios que conduzcan a una democratización de las relaciones internacionales.
10) Adherimos a las resoluciones que al respecto a tomado la Unasur y sin buscar adhesión política a la gestión gubernamental, manifestamos nuestro apoyo a la posición asumida por la Argentina en los foros internacionales y en consecuencia llamamos a firmar esta declaración a todos los sectores políticos sin distinción de banderías partidarias, en la conciencia de que están por delante el horizonte de la paz y los destinos de la humanidad.
Comisión de Asuntos Internacionales de Carta Abierta