DISYUNTIVAS. Economía real Vs. Desánimo
POR CLAUDIO ANGELINI / LA GRAPPA CONTENIDOS
Alguna vez Arturo Jauretche sostuvo que “…cuando los economistas hablan muy difícil y nadie los entiende, no es que uno sea burro sino que seguro le quieren meter el perro”
En el mismo sentido, Raúl Scalabrini Ortiz señaló «…Estos asuntos de economía y finanzas son tan simples que están al alcance de cualquier niño. Solo requieren saber sumar y restar. Cuando usted no entiende una cosa, pregunte hasta que la entienda. Si no la entiende es que están tratando de robarlo.”
Estas premisas se mantienen inalterables en la actualidad, al igual que otra, también de Jauretche, que expresa que “en economía no hay nada misterioso ni inaccesible al entendimiento del hombre de la calle. Si hay un misterio, reside él en el oculto propósito que puede perseguir el economista y que no es otro que la disimulación del interés concreto a que se sirve.”
Estas reflexiones vienen a cuento, ya que existe un sinnúmero de periodistas y “especialistas” en economía (no necesito nombrarlos, ud. los conoce…), que continúan siendo escuchados y considerados como profetas en el sacrosanto altar de una ciencia desconocida. Algo así como muchos Einsteins explicando a la plebe la teoría de la relatividad.
Ninguno habla de como mejorar la distribución de los beneficios que se generan entre capital y trabajo. Al contrario, la mayoría carga las tintas en los «costos laborales» (vgr. los salarios…)
Vienen repitiendo las mismas ideas desde hace más de 40 años, sin variaciones, tal como si fuera física, de la misma manera que quien observa que “todo cuerpo que cae, lo hace con la aceleración de la gravedad”. Se les sigue dando credibilidad aunque exhiben un largo historial de pronósticos fracasados, una probada falta de objetividad y una evidente subordinación a los intereses que siempre se benefician con un determinado tipo de política económica (tampoco es necesario describirla, el lector sabe a cual nos referimos).
La economía está lejos de ser una ciencia exacta, en tanto está protagonizada por seres humanos diversos por lo que ninguna regla puede ser aplicada mecánicamente, y por lo tanto profetizar sobre el futuro es mucho más complicado que decir “si usted hace tal cosa, entonces va a pasar tal otra”.
Así las cosas, a las premisas con la que se inician estas líneas habría que agregar que no solamente engañan cuando hablan para que no se entienda. También lo hacen ocultando o no ponderando adecuadamente cierta información. En especial cuando esa información contiene datos relevantes de la “economía real” que van a contrario sensu que el resto de los datos que proporcionan. Entonces en la actualidad sus relatos se centran sobre el valor del dólar (oficial, blue, contado con liquidación, el MEP, etc.), y en todos los casos propenden a la devaluación. Pero… ¿sabía usted que el gobierno -a través del ministro Guzmán- esta semana licitó bonos por más 250.000 millones de pesos para restar presión sobre el dólar y obtuvo ofertas que superaron sus estimaciones? (1)
Si el ”Riesgo País” (índice que nadie sabe como y quien genera) aumenta, entonces es noticia. Si disminuye, no. Si hay inflación, es por la emisión monetaria descontrolada, pero si la emisión disminuye y la inflación se multiplica (como pasó con el mejor equipo de los últimos 50 años) de eso no se habla…
En este sentido puede observarse que este sector de comunicadores (en definitiva son eso, independientemente de su condición de periodistas, economistas, analistas o como quieran denominarse) le asigna muy escasa ponderación a las noticias que anuncian inversiones proyectadas por empresas, llegando en muchos casos a ocultarlas. Esta actitud tiene dos explicaciones posibles: puede uno pensar que su formación pivotea en lo teórico-académico y entonces pierden de vista la realidad, o que ocultan deliberadamente todo aquello que se opone a la sensación de caos que les interesa trasmitir (para verificarlo, basta con contar las veces que se utiliza la palabra «incertidumbre» en los monólogos de cualquiera de estos gurúes).
Por esto, para finalizar (y seguir recuperando la autoestima –que de eso se trata-), hacemos una recopilación (seguramente muy incompleta) de inversiones proyectadas recientemente por diversas empresas (Grandes, Pymes, nacionales y extranjeras), todas del sector privado, que demuestran que hay vida más allá de las casas de cambio…
(Las características y destino de las inversiones pueden consultarse en los respectivos links, al final de la lista)