Eduardo Luis Duhalde por su hijo Mariano

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Hace poco menos de un mes, el 3 de abril, despedimos a otro compañero irreemplazable, a Eduardo Luis Duhalde. Para mi tuvo doble significado, porque además y como si fuera poco haberlo conocido como hombre, como militante, como conductor, además es mi padre. Como padre nos deja a mis hermanos y a mi, a sus nietos y bisnieta un legado de humanidad, de cariño inabarcable. 
Como militante formado al calor de las luchas de los años 50 y 60 nos deja unas enseñanzas formidables. Su constante militar en el frentismo, su infatigable hacer de constructor buscando recrear siempre espacios de síntesis, como cuando en los 80, trás la vuelta del exilio generó el IRI, Instituto de Relaciones Internacionales, con Rodolfo Mattarollo,  Carlos Gonzalez Gartland y Manuel Gaggero, entre otros, para mantener y profundizar los lazos de solidaridad creados en el exilio. Como cuando alrededor de 1986, generó la IDEPO, Izquierda Democrática Popular, con Nestor Vicente proveniente de la Democracia Cristiana y el Partido Intransigente, con el Coronel "Pacho" Perlinger exponente de un ejercito nacional, que supo estar a la altura de las circunstancias en el aeropuerto de trelew en 1972. Como cuando el 26 de julio de 2002 fundó el Partido Memoria y Movilización Social, con el doble objetivo, por una lado, de generar la estructura para que Nestor Kirchner pudiera presentar el Frente Para La Victoria a nivel Nacional cuando aún el PJ se encontraba alentando la candidatura del gallego Delasota,  y el segundo, mucho menos conocido, de profundizar en el concepto de MEMORIA para que aquellos militantes de la resistencia de los 60 y 70, algunos que venían de experiencias de izquierda y otros del Movimiento Peronista, pudieran aportar su historia y apoyar a Nestor sin necesidad de tener que afiliarse al PJ.
Cómo no recordar cuando fundó la Editorial Contrapunto, y desde ahí se dedicó a recordar la historia de las luchas populares, en Cuba, en Nicaragua, en Centroamérica, publicando a Gonzalez Casanova, Theotonio Dos Santos, Juan Gelman, Gorriarán Merlo, Paco Urondo, Martha Harnecker, Fidel Castro. Después, junto al Partido Comunista del XVI congreso abordó la experiencia del Diario Nuevo Sur al que supo convocar a más de 200 periodista de todas las vertientes del campo popular con los que resistió la primera época de la entrega neoliberal.
Al mismo tiempo no descuidó la actividad académica y creó con los alumnos de la carrera de Comunicación  de la Universidad de Buenos Aires la Catedra de Derecho a la Comunicación convocando a la misma a Juristas como Gonzalez Gartland y Luis Hipólito Alén. Cuyo programa hace eje en la figura del intelectual comprometido, tomando a Mariano Moreno y a Rodolfo Walsh como paradigma de la historia.
A través de él y con su mirada aprendimos a conocer las experiencias de liberación de nuestra América con sus aciertos y errores, con una visión humanitaria del ejercicio de la lucha, con un método de análisis -marxista y gramsciano- como guía.
Como síntesis final de su vida se dedicó a explicar durante 2002 y 2003 porqué había que apoyar la opción que lideraba Nestor Kirchner. Su trabajo posterior al frente de la Secretaría de Derechos Humanos ya la conocen todos. Con las Madres y Abuelas siempre.  De su mano conocí la Revolución Cubana y la Sandinista, de su biblioteca pude leer a los poetas de este continente. Hoy he recibido este mensaje, en el me cuentan y les cuento, que otro irreemplazable se ha ido, junto con el, con Cortazar, con Carpani, con los treinta mil. Por la dignidad de nuestros pueblos, por la de nuestros hijos, con la única herramienta que no nos pueden sacar, que le encantaba empuñar, la prepotencia del trabajo. Con ella los invito a seguir caminando.

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