POR MONTSERRAT MESTRE (desde Barcelona)
Lo que no está bien es haber esgrimido tanta necedad en la crítica a la gestión del fallecimiento del Presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías. Si ya es difícil y nunca deja contenta a toda la familia, la gestión de una enfermedad mortal, decidir a quién y cómo se hace el anuncio del fallecimiento y las decisiones que se toman en cuanto a honras fúnebres, tipo de entierro, y hasta arreglos florales, cualquier mortal puede imaginar el grado de complicación que adquiere el asunto cuando se trata de un Jefe de Estado en ejercicio, que es a la vez líder de millones de ciudadanos, socio geopolítico de diversos gobiernos y referente ideológico internacional.
Ignorar todo esto es una necedad, y hacerlo escudado en una supuesta falta de respeto al pueblo, no es honesto.
«Entiendo que la construcción del mito…» Los funerales así o asá no son los que forjan la leyenda de un hombre, sino sus acciones en vida. Aunque Hugo Chávez hubiera muerto súbitamente mientras dormía o de un resbalón al salir de la ducha, entraría en la historia por la misma puerta grande.
Da a entender que el Presidente de Venezuela estuvo de hecho «secuestrado» en Cuba: «encerrado en un hospital de un país que depende económicamente de lo que decida el enfermo o su eventual sucesor…»y después de plantar la sospecha de que estarían haciendo quien sabe qué con el enfermo y con qué perversa finalidad, los perdona con un «bueno, está bien». Y así llega a donde realmente quería llegar: a cargarse la política del gobierno venezolano…»el fracaso económico, el dólar en negro, la inflación record, la criminalidad record, la corrupción, las valijas, la patotas armadas que fungen de milicias chavistas, la Corte Suprema de mayoría automática, el odio hacia Estados Unidos cuando le vende todo su petróleo a Estados Unidos, el enfrentamiento con las organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, ignoremos que no hubo dictador en el mundo que Chávez no abrazara. Hagamos de cuenta que hay golpes de Estado buenos, como el que dio Chávez, y golpes de Estado malos….».
¿Fracaso económico? ¿Se estará refiriendo al que sufrimos en Europa gracias a las políticas neoliberales, que provocan dos suicidios diarios en España, escolares griegos que se desmayan de hambre, millones de personas subempleadas a un euro/hora en Alemania, y un etcétera muy largo lleno de dolor y un túnel sin salida?
¿Inflación record? Se referirá usted a esa misma inflación que cuando la tienen «los tigres del sudeste asiático», los economistas neoliberales la consideran normal porque se debe a que su economía crece muy rápido (y hay más dinero que bienes circulando), pero cuando la tienen Argentina o Venezuela, se rasgan las vestiduras.
¿Criminalidad record? Se referirá usted a ese problema mundial de inseguridad y violencia del cual no escapa ningún país y que ha llegado incluso a la plácida Noruega (Utoya, 2011), a la ordenada Alemania, donde viene siendo cada vez más frecuente que alguien se parapete en su casa y empiece a los tiros, o abra fuego en una pizzería o en un instituto de enseñanza, pero, como es bien sabido, la palma record en criminalidad y violencia se la lleva EEUU.
¿La corrupción? ¿No estará usted hablando de España? Sí, seguramente habla de nosotros, donde los telediarios dedican la mayor parte del tiempo al apartado corrupción, que ya dura más que la información deportiva. Sí, debemos ser nosotros, donde los escándalos salpican a todos los niveles e instituciones del estado, y cuando hay un juez que quiere investigarlo, se lo expulsa de su trabajo y se tiene que ir del país.
¿Las valijas? Se referirá a las que usan nuestros políticos para llevarse el dinero defraudado de los impuestos a los paraísos fiscales, o a los sobres que durante 30 años han cobrado por bajo de la mesa nuestras más insignes figuras políticas.
«El odio a EEUU cuando le vende todo su petróleo» Si le sorprende es que ha viajado poco. Si hiciéramos una encuesta mundial, los EEUU, le aseguro que no quedarían en el top ten de los pueblos más simpáticos. Se puede vivir sin ser servil y si además te compran tus productos, quiere decir que eres inteligente y que los otros son conscientes y han asumido que son más odiados que apreciados.
«El enfrentamiento con las organizaciones de DDHH…» ¿Se refiere al que tiene Amnistía Internacional con los EEUU pidiendo el cierre de Guantánamo o al que tiene la misma organización con el ex presidente George W. Bush pidiendo que sea llevado ante la justicia por la invasión ilegal de Irak?
«…golpes de estado buenos…» No todas las rebeliones son iguales, ¿no recuerda acaso a los «capitanes de abril» que forzaron la salida del dictador Salazar de Portugal?
«No hubo dictador en el mundo que Chávez no abrazara» Como todos los jefes de Estado y hasta la reina de Inglaterra cuando recorre la Commonwealth, no seamos hipócritas.
La posibilidad de que la enfermedad del Presidente Chávez haya sido provocada con el fin de asesinarlo, es una sospecha que en Europa estuvo en la calle desde el primer día, más cuando se iba conociendo que enfermaban todos los mandatarios de izquierda o progresistas de la región. Era tan vox pópuli el tema que hasta fue una pregunta de un popular concurso televisivo en una cadena española. Al fin, el vicepresidente Maduro dijo lo que tantos habíamos intuido y estamos esperando que se haga esa investigación internacional, con los científicos expertos en detectar trazas de agentes de guerra biológica. Y esa constatación será la guerra que espero que el Presidente Chávez gane después de muerto.
Hablemos ahora de los altos estándares de calidad democrática que se le exigen al gobierno venezolano, cuando no los cumplen ni en los sistemas parlamentarios más antiguos del Viejo Continente.
A los ojos de O’Donnell, el sistema de gobierno de Venezuela es un «modelo carismático cesarista plebiscitario que moldeó el comandante»…
¿Qué nombre sugiere que demos a las formas de gobierno que tenemos en Europa, que han cambiado la Constitución de varios países a escondidas de los ciudadanos y por orden del Banco Central Europeo? ¿Qué escribiría O’Donnell de lo que pasa en Europa, que los ciudadanos nos manifestamos casi a diario coreando que este sistema de gobierno no nos representa, que le llaman democracia y no lo es y los que detentan el poder hacen oídos sordos?
Y hablando de la economía cubana: «medio siglo de experimento comunista no les alcanzó para darse cuenta de que así la economía no funciona»… ¿Y qué es lo que funciona, acaso el neoliberalismo que está haciendo retroceder los derechos sociales en Europa al siglo XIX? ¿Cree que Cuba sería hoy mejor sin la revolución del 59? Posiblemente, se parecería mucho a Haití. Y la conciencia que ha aportado la existencia de Cuba –con sus aciertos, con sus errores- a América Latina, es la misma que aportó la Revolución Francesa al continente europeo.
…»que los Castro estén preocupados por el petróleo regalado». Fue el primer tópico anti-Chávez que escuché hace muchos años en boca de los venezolanos que llegaban a España, que por cierto eran ricos: «¡le está regalando el petróleo a Cuba!» No sé si es cierto, si lo regala, lo vende a precio de amigo, o es parte de un intercambio comercial, pero en todo caso, este tipo de apoyo entre naciones y más cuando apunta a la integración regional, es algo habitual en el mundo. En la Unión Europea, mediante los fondos de cohesión los países menos desarrollados reciben miles de millones durante muchos años (España lleva 25 años siendo receptor neto de ayudas) del fondo común al que han aportado los países que están en condiciones de hacerlo, no son créditos, son ayudas a fondo perdido. Cuando esta política la lleva a cabo la UE nadie pone el grito en el cielo, pero si lo hace Venezuela se rasgan las vestiduras.
No somos aldeanos del medievo, podemos ver la TV de muchos países, tenemos internet, viajamos por el mundo y nos defendemos en varios idiomas…ya no se nos puede engañar tan fácil, señor O’Donnell.