ESPÍAS, LIBROS Y POLÍTICA: “Jaime” Stiuso le hace prensa al último libro de Miguel Bonasso

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El semanario Noticias publicó una exclusiva al entrevistar por primera vez (por teléfono) en cuatro décadas al agente más famoso y dicen que más poderoso de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE), el ingeniero electrónico Antonio Horacio Stiuso (o Stiusso, vaya uno a saber). Enojado, Stiusso le hace prensa al último libro de Miguel Bonasso (que tengo en mi poder y comentaré en cuanto lea y del que sé de antemano que lo acusa de estar vinculado tanto con el tráfico de drogas ilícitas como con la trata de mujeres) al tratarlo de “pelotudo” poniendo en evidencia cuanto le ha molestado su publicación. Bonasso le responde en el diario Perfil, de la misma editorial que Noticias (Jorge Fontevecchia y la gente de Sudamericana se frotan las manos) y también transcribo dicha respuesta.

GUERRA ENTRE AGENTES, DICTADURA Y AMENAZAS DE MUERTE

Stiusso, hombre fuerte de la SIDE, rompe el silencio

Es el espía más emblemático del país. Respetado por los servicios de inteligencia del exterior y temido por los agentes argentinos, Antonio Stiuso (61), alias “Jaime”, jamás había brindado una entrevista a un medio. Hasta hoy. Es el director general de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia y el hombre que conoce los secretos más oscuros de la Argentina de los últimos 40 años.

Aunque él lo niegue, tiene el poder para hacer temblar a ministros y funcionarios. En el 2004, Gustavo Beliz mostró su rostro en televisión y eso le costó un juicio y años de exilio. “La SIDE la maneja un señor al que todo el mundo le tiene miedo porque dicen que es peligroso y te puede mandar a matar. Ese hombre participó de todos los gobiernos y se llama Jaime Stiuso”, afirmó el ex ministro de Justicia.

Hoy Stiuso se queja de que tiene causas en todos los juzgados federales. “Cae un meteorito y me echan la culpa a mí”, dice.

Noticias decidió comunicarse con Stiuso por las amenazas que había recibido el espía y que publicó el diario Clarín. Una de las amenazas había llegado al celular personal de él, tal cual lo cuenta el agente en su denuncia. “Jaimito cagaste, Scioli y Matzkin se pudrieron, te van a liquidar, el Chorizo Rodríguez (un comisario retirado) ya está laburando, chau gatito” (sic), decía el sms. El mensaje llevaba la firma seguramente falsa de Iván Velázquez, un ex agente que fue investigado por el hackeo de mails privados de funcionarios y periodistas.

A pesar de su poder, el año pasado Stiuso recibió un golpe muy fuerte. Uno de sus agentes más importantes, Pedro “El Lauchón” Viale, fue asesinado a manos del Grupo Halcón, de la Policía Bonaerense. “El Lauchón” habría estado tras los pasos de Hugo Matzkin, el jefe de la Bonaerense y probable jefe de la futura SIDE si llegara a ganar Daniel Scioli en las presidenciales del 2015.

Cerca de Stiuso siempre responsabilizaron a Matzkin por esa muerte en medio de un allanamiento y salvaje tiroteo en el domicilio de Viale, motivado por una causa de narcotráfico. El texto de la amenaza hace referencia a la interna entre Matzkin y Stiuso. En esta entrevista, él se referirá por primera vez al tema.

Enviará un mensaje al poder y dirá que esa muerte fue “una operación” y no una fatalidad. Responderá a las acusaciones que lo vinculan a la trata de personas y a la represión. Se referirá a las amenazas del ISIS contra la Presidenta, detectadas por la Secretaría de Inteligencia (SI), la ex SIDE. Y evitará, eso sí, dar explicaciones sobre otro tema sensible, el del espionaje ilegal contra opositores, empresarios, jueces y periodistas. Stiuso es un entrevistado escurridizo.

– ¿Recibió otras amenazas además de la que salió publicada?

Antonio Stiuso: Las amenazas las recibí antes de lo que salió en Clarín y también después. La carta no existe, el mail no existe, lo que sí existe son los mensajes. Pero después de eso, hay otras (amenazas).

-¿Qué dicen?

– ¿Para qué querés saberlo? ¿Para publicarlas? No te lo voy a decir. Eso lo van a presentar en el juzgado.

– ¿Cuándo lo presentan?

– No sé. No estoy en el detalle del día a día de la parte jurídica. Pero eso ya viene desde hace más de un año.

– ¿Nos podemos ver?

– Pero yo no me junto con nadie. Además, ¿no tenés miedo de que cumplan la amenaza cuando estás al lado mío? Mirá que la otra que mandaron, esa por la que me preguntaste, es media pesada.

– ¿Qué decía?

– Las amenazas siempre son con la muerte. Siempre hay muerte de por medio.

– ¿Cómo está la relación con la Policía Bonaerense?

– Con la Bonaerense normal, ¿por qué?

– Por el asesinato del “Lauchón” Viale.

– Bueno, pero eso es un problema de los (policías) que están presos y que entraron ahí de esa forma. Problema de ellos.

– Pero las fuentes dicen que usted está muy enojado con la Bonaerense porque mataron un hombre suyo, “El Lauchón”.

– Cualquiera estaría enojado. No es porque fuera un hombre mío o no. Es una persona. Si vos extrapolás el método ese a cualquier ciudadano común o a cualquier delincuente común, me parece que no va. Creo, ¿no?

– ¿Busca vengarse de los responsables del asesinato?

– Si vos matás a alguien, la misma Justicia tiene que mandarte preso. No importa lo que se tarda. Si te arman un operativo para entrar a tu casa a matarte, es un tema que no me tendría que preocupar a mí nada más. Otro día te eligen a vos y punto. No hay que quedarse con que fue “El Lauchón”, hay que mirarlo con el método. Hay que analizar el método que utilizaron. No sé si me explico, porque si vos leés el fallo del juez que mete en cana a los policías, no había escucha, no había motivo para ir, no había esto, no había lo otro… o sea, te está diciendo: está armado.

– ¿Está peleado con Hugo Matzkin, el jefe de la Bonaerense?

– A Matzkin no lo conozco.

– En la amenaza dice que Matzkin “se pudrió” de usted.

– Claro, pero yo a Matzkin tampoco lo conozco. O sea: vos creés que yo conozco a todo el mundo, pero yo no hablo con nadie, no conozco a nadie. Preguntale a Matzkin si alguna vez me vio. Hay un montón de tipos que dicen que me conocen, que se hacen pasar por mí, otro que me ponen otras fotos en internet.

– ¿Cuándo se va a jubilar?

– Vos primero me decís viejo y después me querés jubilar.

Stiuso es un lector atento de esta revista. En la nota “La SIDE al desnudo” de la edición del 18 de octubre pasado, el epígrafe de su foto decía: “Está viejo y casi retirado”. Se ofendió.

– Siempre están diciendo que se está retirando y nunca se va. Es para evacuar la duda.

– Nosotros tenemos un estatuto público en el que dice que para jubilarse hay que tener 30 años de servicio y más de 65 años de edad. Esas son las dos condiciones. Tengo 43 años de servicio, pero todavía me falta para los 65.

– ¿Cuándo entró a trabajar a la Secretaría de Inteligencia?

– Yo entré en el ’72, en diciembre, y al poco tiempo vino la democracia y a mí me efectivizó el gobierno democrático de Perón.

– ¿Con qué puesto entró?

– Yo entré como empleado contratado, tenía 18 años. Era administrativo, porque en esa época era todo militar. Los civiles éramos todos administrativos.

– ¿Por qué hay tantas internas en la ex SIDE?

– No sé. No sé quién se dedica a hablar de internas. Yo acá me dedico a laburar. No ando pelotudeando con internas.

– ¿Está enemistado con el general César Milani?

– Yo a Milani no lo conozco personalmente, ¿cómo voy a estar peleado con Milani?

– En relación con la Inteligencia militar, ustedes tuvieron mucho menos aumento de presupuesto.

– A nosotros no nos redujeron el presupuesto. Escriben cualquier pelotudez.

– ¿Con Fernando Pocino, director general de Reunión de la Secretaría, como está la relación?

– Pocino está con lo de él, ¿qué tiene que ver?

– Siempre se dijo que usted tiene una interna con Pocino.

– Yo no tengo ninguna interna con él. La tendrá Pocino conmigo. Yo tengo bastantes quilombos con los laburos que tengo que hacer, más todo lo que me toca en la Justicia. Lo específico de acá, más lo que te manda la Justicia.

– ¿También causas de narcotráfico?

– Narcotráfico y otras más.

– ¿Cómo se vive en la ex SIDE el avance del narcotráfico?

– El narcotráfico viene avanzando desde hace más de un año. Ya viene desde la década de los 90.

– ¿De quién es la culpa de que avance el narcotráfico?

– La culpa es de los narcotraficantes que van buscando los métodos nuevos, rutas nuevas y las oportunidades. ¿Vos leíste la historia sobre cómo entró acá la familia de Pablo Escobar? Están en un country.

– Sí.

-¿Cómo entraron acá? ¿Quién les dio el pasaporte con otro nombre? El gobierno colombiano. Y entraron acá y se metieron en un country. Es decir: vienen de acuerdo con las oportunidades. Las películas sobre narcotráfico hacen ver a los narcotraficantes como que están en la falopa, que son tipos rústicos que andan a los tiros. Pero en Colombia, los que manejan todo eso son tipos con estudios universitarios, tipos que analizan las oportunidades, las líneas de envío de drogas. No son ningunos pelotudos. Son tipos preparados a nivel universitario. Entonces, para combatirlos, necesitás estar al mismo nivel, porque si no te cagan.

– A usted se lo denunció por narcotráfico, prostitución y trata de personas.

– Eso es por la cantidad de pelotudeces que se escriben. Ahora este (Miguel) Bonasso dice que yo lo conozco a Raúl Martins (empresario de la noche acusado de proxeneta). Está en pedo, porque yo no lo conozco. Ni sé quién es. Ahora compré el libro y se lo voy a mandar al juez que tiene la causa donde dice que yo ando con la trata de personas, para que vea qué escribió Bonasso y que lleve las pruebas. ¿Y qué va a decir Bonasso? «Lo leí en el artículo tal o cual», pero nunca aparecen las pruebas. Primero dice que estuve con la represión, después con la trata, pero nunca hay ni una prueba.

– ¿Cómo está su relación con Héctor Icazuriaga y Francisco Larcher, jefe y vicejefe de la ex SIDE?

– ¿Cómo me voy a llevar? ¿Cuál es el problema?

– Las fuentes dicen que la relación es tensa.

Stiuso: Las fuentes deben estar trastornadas. Acá estamos laburando.

– ¿Le molestó que Cristina haya dicho por cadena nacional que se había enterado de las amenazas de muerte del ISIS por los diarios en vez de por ustedes?

– Eso fue otra cosa. Ahí inventaron lo del tunecino. El tunecino ese (del que habló el diario Clarín) no existió. Fue una farsa. ¿Por qué nos vamos a molestar? Era todo irreal. Lo del ISIS es cierto. Esos mails con amenazas llegaron, pero lo del tunecino y lo de la Triple Frontera es un invento.

– ¿Quién atentó contra la AMIA?

– Esos temas son secretos de Estado. Yo no te puedo decir a vos quién voló la AMIA, porque yo dependo de lo que tengo que informar a la Justicia.

– ¿Pero usted sabe quién voló la AMIA?

– No es que yo sepa, yo tengo que laburar y presentar las cosas. Esos no te lo puedo decir a vos.

– ¿Tiene miedo de que lo maten?

– En los trabajos que me ha tocado hacer a mí en todos estos años, ¿a vos te parece que yo puedo tener miedo de que me maten?

– Dijo que la última amenaza que recibió y que va a presentar en la Justicia es muy pesada.

– No, vos me preguntaste cómo eran las amenazas y yo te dije que todas terminan en la muerte. No me entendiste.

– Sí, lo entendí, pero nunca antes se había publicado que lo amenazaban.

– Pero eso ya venía de hace más de un año. Hasta mi familia está acostumbrada a las amenazas. Mi familia ha recibido bombas en la casa, en otros años. No ahora, ni con este gobierno. O sea que… ¿miedo a la muerte de qué? Ahora, eso no quita que manden boludeces, pero miedo a la muerte no podés tener. No podría haber hecho los trabajos que hice en estos 30 años si tuviera otras tareas. Que no son las que dice el pelotudo este de Bonasso, que yo andaba con dictadura y todas las pelotudeces que dice él. Dice que yo lo conozco a Raúl Martins. Está en pedo, porque yo no lo conozco, ni sé quiéen es. Ahora compré el libro y se lo voy a mandar al juez que tiene la causa, donde dice que yo ando con la trata de personas, para que vea qué escribió Bonasso y que llevé las pruebas. ¿Y qué va a decir Bonasso? ‘Lo leí en el artículo tal o cual’, pero nunca aparecen las pruebas.

Se enoja y agrega: “Primero dice que estuve con la represión, después con la trata, pero nunca hay ni una prueba”. “Además dice que yo entré a la SIDE en la última dictadura y yo entré en el ’72”, remata.

…………….

Bonasso: «El jefe de la SIDE me amenaza por decir la verdad»

El jefe de la Secretaría de Inteligencia, Antonio «Jaime» Stiusso, cuestionó la investigación del periodista en una entrevista en Noticias. La respuesta del autor Lo que no dije en Recuerdo de la muerte.

En la última edición de la revista NOTICIAS, se entrevistó al jefe de la Secretaría de Inteligencia, Antonio «Jaime» Stiusso, y desde allí lanzó una serie de severas críticas e insultos contra el periodista Miguel Bonasso, autor del libro Lo que no dije en Recuerdo de la muerte.

Entre las menciones que Stiusso lanzó contra Bonasso, figuran algunas cuando se le preguntó por las «denuncias por narcotráfico, prostitución y trata de personas»: «Eso es por la cantidad de pelotucedes que se escriben«, lanzó el espía.

Y agregó: «Ahora este Bonasso dice que yo lo conozco a Raúl Martins. Está en pedo, porque yo no lo conozco, ni sé quien es. Ahora compré el libro y se lo voy a mandar al juez que tiene la causa donde dice que yo ando con la trata de personas, para que vea qué escribió Bonasso y que lleve las pruebas».

Y más adelante concluye: «No podría haber hecho los trabajos que hice en estos 30 años si tuviera otras tareas. Que no son las que dice el pelotudo este de Bonasso, que yo andaba con la dictadura y todas las pelotudeces que dice él».

Tras esto, Bonasso respondió desde su blog personal: «En un país serio, el jefe de los servicios secretos jamás le diría ‘pelotudo’ a un periodista, que además fue elegido diputado por el voto popular en dos períodos. Cuesta creer que la Presidenta de la República, Cristina Fernández de Kirchner –de quien Stiusso depende orgánicamente- autorice a sus funcionarios a insultar en tono barriobajero, propio de los ‘barras bravas’ que la Secretaría de Inteligencia usa a veces para darle un violento correctivo a quienes molestan al poder».

«Stiusso me amenaza con llevar mi libro a la justicia, a la causa sobre “trata”, para que aporte las pruebas que tengo en su contra y se muestra muy enojado ante el cronista que lo entrevista. En rigor me manda un mensaje encriptado: ‘Esta vez te pasaste de la raya y me la vas a pagar’. Mensaje tenebroso que conviene tener en cuenta. En mi último libro ‘Lo que no dije en Recuerdo de la muerte’ relato precisamente que en enero del 2001, el entonces jefe de Contrainteligencia, el mayor carapintada Alejandro Brousson había planeado un atentado en mi contra, que sería disfrazado de incidente callejero», remarcó.

Lo vinculó además con la trata: «En un gobierno terminal que trata por todos los medios de resultarle simpático al otrora odiado cardenal Bergoglio, no queda muy prolijo que altos funcionarios de los servicios secretos, que dependen directamente de la Presidencia de la República, tengan vínculos con la trata de personas».

«A Stiusso, amenazado por el creciente poder del espionaje militar del general Milani y su oscura bronca con la Bonaerense, que fusiló a uno de sus agentes más cercanos y antiguos, el ‘Lauchón’ Pedro Viale, no le conviene para nada que se lo vincule públicamente con la trata de personas y su inevitable compañía: el narcotráfico», añadió el autor de Recuerdos de la muerte.

Para Bonasso, Stiusso miente «descaradamente» al afirmar que no conoce a Raúl Martins. «Si fuera verdad que el Jefe de Operaciones no conociera a Martins, el ‘pelotudo’ sería él y no yo, como él dice», apuntó». «Pero yo no lo voy a insultar, prefiero refrescarle la memoria: Raúl Luis Martins Coggiola, ex profesor de historia e instrucción cívica en un colegio católico allá por los setenta, se unió a la SIDE y la Triple A en la banda de Aníbal Gordon. Como agente de la SIDE usaba el nombre de fantasía Aristóbulo Manghi. Vamos, Stiusso, haga un esfuerzo de memoria: usted se tiene que acordar. Sobre todo porque su querido y ametrallado Lauchón, al que sí reconoce como agente propio, era íntimo del proxeneta Martins, y hasta le avisaba cuando algún juez le ordenaba a la SIDE pincharle los teléfonos. No me diga, Stiusso, que eso Viale lo hacía por las suyas y usted no se enteraba».

Y denuncia: «Pero usted no puede admitir la relación con “el Yabrán de los burdeles”, porque eso lo lleva de cabeza al negocio de la trata. Y al de la extorsión cinematográfica de algún que otro funcionario judicial o político a quien habrían sorprendido (por ejemplo) con una esclava sexual menor de edad. ¿No le parece posible?»

«Más aún: según ha denunciado Lorena Martins, la hija del proxeneta, éste le pidió al Lauchón que le sacara la molestia de encima. El finado Viale mandó a los pistoleros, que desistieron de matar a Lorena al advertir que estaba fuertemente custodiada. La hija de Martins lo llamó por teléfono al Lauchón y este admitió que había enviado a los asesinos, pero jurando y perjurando que no sabía que ella sería la víctima. ¿Usted autorizó la operación?»

«Es curioso “Jaime”, que usted no se enterara de que la jueza María Romilda Servini de Cubría archivó la denuncia judicial de Lorena Martins contra su padre, cuando una hija suya, Stiusso, trabaja en el juzgado. ¿No le dijo nada su hija? Es muy curioso que un espía veterano como usted no se de cuenta de lo que pasa a su alrededor. Ya lo dije: yo no pienso que usted es un pelotudo. Pienso que es un peligroso delincuente al que los Kirchner han conservado durante once años en una Secretaría que depende directamente de la Presidencia de la Nación. Con tanto poder en los juzgados como para mantener al ex ministro de Kirchner, Gustavo Béliz, procesado y en un largo exilio. Esto es lo que hay en los sótanos del proyecto “nacional y popular” (Continuará)», concluyó.


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2 comentarios

  1. Este gordo (hablo de Bonasso), me hace acordar y mucho a Lozano, dos botarates que de la mano del ladri progresismo llegaron demasiado lejos y venden humo sin cesar….son patéticos……

  2. Gracias. había leído solo lo de Bonasso y no me cerraba mucho, pero bueh… cosas de espías.
    Me encantó eso de que la presidenta autoriza a sus empleados a insultar a periodistas. ¿cómo hará’ ¿manda un memo?

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