Galo, protector de las gallinas y las ocas, pero no de los osos. ¿Por qué?

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16 de octubre

Galo

Misionero, m. hacia 645

Misionero irlandés que siguiendo a su maestro Columbano, pasó con otros monjes a las Galias y de ahí a toda Europa, a la que sembraron de monasterios.

Al intentar convertir a los helvecios, llevado por su celo Galo arrojó los ídolos paganos al lago de Zürich, lo que aumentó la ira y la testarudez de los lugareños. A raíz de esto, los monjes no tuvieron nada que comer, hasta que de súbito se abrió el cielo y durante tres días seguidos llovieron codornices asadas. Pero ni aun así los monjes pudieron vencer la obstinación de los irreductibles helvecios, quienes atribuyeron la peculiar granizada a sus ídolos de barro y no al Dios Verdadero.


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