La sombra azul de las malas bestias del D-2 de la Policía de Córdoba
Hoy por la mañana me puse a buscar noticias sobre el libro La sombra azul, del periodista Mariano Saravia, que oh casualidad, acaba de declarar en el juicio que se le sigue a Videla, Menéndez & Co. en Córdoba. Estuve en la presentación del libro en Buenos Aires, hace ya un par de años largos en el Club Armenio. Lamentablemente no compré entonces un ejemplar… y nunca más lo vi. El siniestro Departamento 2 (D-2) de la Policía de Córdoba es su eje y está en estos días a a causa de aquél juicio en el pináculo de la actualidad. Sobre todo desde que declararon el ex policia Miguel Robles (cuyo padre fue asesinado por los sicarios del D-2, que le atribuyeron la muerte a Montoneros) y, particularmente, Carlos Moore, un militante del ERP que los represores dieron vuelta y cuyo testimonio es estremecedor, como ya contamos en un post anterior.
Acabo de conseguir que un buen compañero me facilite un ejemplar del libro de marras (debo ir a su casa a buscarlo), me enteré de que La sombra azul pronto será una película, y encontré una versión entre tarzanesca y telegráfica de la declaración -desde Londres, mediante teleconferencia- de Charlie Moore, aún así, muy alucinante (cliquear aquí).
Hubo centros clandestinos de detención en los que algunos represores mostraron rechazo a las torturas, alguna conmiseración con sus víctimas. No es el caso de las malas bestias que fueron concrentrándose en el D-2, que se ensañaban particularmente con sus prisioneras de una manera que ni el film más demencial de Tarantino podría empardar.
Por cierto, el jefe del bloque de diputados de la UCR, Oscar El Milico Aguad aparece muy comprometido como encubridor de al menos uno de los asesinos más repugnantes del D-2, Carlos El Tucán Yanicelli, que gracias a ello pudo escalar en 1997 hasta la Plana Mayor de la policía cordobesa. Un asco.