Lo que la prensa comercial (aún la cercana al gobierno) no dice sobre el asesinato de Gadafi

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A veces no hay mucho que agregar y lo mejor es reproducir. Como quien dice "en cadena".  La primera nota (cuya traducción deja bastante que desear)  ha de haber sido publicada originalmente en la red Voltaire como todas la de Meyssan. Como bien dice Jorge D., el de Gadafi fue un asesinato preventivo que culminó una escalada de bombardeos humanitarios que redujo a escombros a la pequeña ciudad de Sirte, acabando con su heroica resistencia. Ahora, los Estados Unidos ya podrán ubicar su comando aricano (Africacom) en el continente (hasta ahora estaba en Sttugart, Alemania) y desde allí y en alianza con una Francia que ha liquidado la memoria de De Gaulle, recolonizar África. O, lo que es lo mismo, iniciar una sorda lucha contra China, que ha hecho pie en Sudán y en varios países del África negra. 

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El linchamiento de Muammar al-Gadafi

Posted: 21 Oct 2011 02:15 PM PDT

por Thierry Meyssan

La muerte de Muammar al-Gaddafi ha sido celebrada con suma alegría en los palacios presidenciales occidentales, esa misma alegría ha estado ausente en la mayoría del pueblo libio. Para Thierry Meyssan, este asesinato militarmente inútil ha sido perpetrado por el Imperio no solamente como ejemplo, sino también para desestructurar la sociedad tribal libia.

Jueves, 20 de octubre 2011, a 13h30 GMT, el Consejo Nacional de Transición (CNT) de Libia anunció la muerte de Muammar el-Gaddafi. A pesar de las gran confusión inicial, los primeros elementos sugieren que una caravana de coches intentaban salir de la ciudad de Sirte, ciudad sitiada, en donde la caravana fue bloqueada o en parte destruida por los bombardeos de la OTAN. Los sobrevivientes de esta caravana, dicen, se refugiaron entonces en las tuberías de una canalización. Gaddafi, que habría resultado herido, fue entonces capturado por la brigada Tigre de la tribu de los Misrata que habría aprovechado la ocasión para lincharlo.

El cuerpo del «Guía» de la Gran Jamahiriya Árabe Socialista no fue autorizado a que sea conservado en su ciudad natal de Sirte, o transportado a Trípoli, la capital, para su entierro, el cuerpo ha sido enviado como un trofeo de guerra por los Misrata a la ciudad del mismo nombre.

La tribu de los Misrata, que durante bastante tiempo dudo que campo escoger [el de los rebeldes o el de Gaddafi] y que en la actualidad prácticamente no tiene representante dentro del CNT, habrá dado finalmente el asalto de Trípoli después del bombardeo de la OTAN, y habrá linchado a Muammar el-Gaddafi tras el bombardeo de su caravana por la OTAN. E incluso ha trasladado el cuerpo del «Guía» a su ciudad para celebrar su triunfo. En julio, el «Guía» habría maldecido a los Misrata, instándolos de partir hacia Estambul y Tel Aviv, refiriéndose al hecho de que su tribu proviene de judíos turcos (sefaradíes) inmigrantes que se convirtieron al Islam.

Una avalancha de comentarios preparados bien de antemano han sido lanzados masivamente en todos los medios comerciales atlantistas con finalidad de demonizar una vez más a Gaddafi, y por lo tanto, hacer olvidar las condiciones bárbaras de su linchamiento y muerte.

Los principales dirigentes de la Coalición [de la OTAN] han celebrado jubilosamente la muerte de su enemigo y dicen estos que marca el acto final de la operación «Protector Unificado». Al hacerlo, ellos admiten implícitamente que dicha operación no tenía como finalidad hacer respetar y aplicar la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, sino derribar un sistema político y matar a su líder, y esto a pesar que el asesinato de un jefe de estado en función está prohibido por la ley [jurisprudencia] de EE.UU. y condenado universalmente.

Además, el linchamiento de Muammar el Gadafi, demuestra la voluntad de la OTAN de no querer llevarlo ante la Corte Penal Internacional para juzgarlo simplemente porque no hubiera sido capaz de condenarlo por crímenes contra la humanidad a falta de pruebas fehacientes, de la misma manera que el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia no pudo demostrar la culpabilidad de Slobodan Milosevic, a pesar de dos años de proceso.

En el torrente de barro y de calumnias vertidas por los medios de comunicación comercial atlantistas para ensuciar el legado y la memoria de Gaddafi, las mentiras y falsas acusaciones son repetidas constantemente, lo que demuestra al contrario que estos medios de comunicación tienen en realidad pocos elementos auténticos pasibles de ser utilizados contra Gaddafi.

Así llega el caso del atentado contra la discoteca La Belle en Berlín (5 de abril de 1986, tres muertos, era en esa entonces la RFA República Federal de Alemania), suceso que fue utilizado como pretexto por la administración Reagan para bombardear su palacio y matar a su hija (14 de abril de 1986, por lo menos 50 muertos). Entonces, el fiscal alemán Detlev Mehlis (el mismo fiscal alemán que veinte años más tarde lo vamos a encontrar a cargo de la investigación del asesinato del primer ministro libanés Rafik al-Hariri y la falsificación de esta investigación) se basó en el testimonio de Eter Mushad para acusar a un diplomático libio y su cómplice Mohammed Amair. Sin embargo, la televisión alemana ZDF descubrió más tarde que Mushad Eter era un testigo falso y agente de la CIA, mientras que el atacante Mahammed Aamir era un agente del Mossad [1].

O el caso del atentado de Lockerbie (21 de diciembre de 1988, 270 muertes): los investigadores identificaron al dueño de la maleta que contenía la bomba y el sistema relojero para activar el explosivo gracias al testimonio de un comerciante maltés que había vendido un pantalón, pantalón que fue encontrado en la misma maleta-bomba. La justicia escocesa acusó entonces a dos agentes libios Abdelbasset Ali Mohmed Al Megrahi y Al Amin Khalifa Fhimah y el Consejo de Seguridad de la ONU tomó las sanciones contra Libia.

En última instancia, para poner fin a las sanciones, Libia accedió extraditar a los dos agentes (el primero fue condenado a cadena perpetua, el segundo fue absuelto) y a pagar $ 2.7 mil millones en compensación, mientras que el acusado prisionero continua proclamando su inocencia hasta hoy.

En definitiva, en agosto de 2005, uno de los responsables escoceses encargado de la investigación declaró que la principal prueba, el sistema auto-disparador (temporizador o sistema relojero desencadenando la bomba) había sido colocado en el lugar del accidente por un agente de la CIA.

Más tarde, el mismo experto que había analizado el temporizador (relojero) para el tribunal admitió que él mismo había fabricado ese aparato antes que la CIA lo ponga sobre el lugar del accidente [donde cayeron los restos del avión]. Finalmente, el comerciante y vendedor de pantalones de Malta admitió haber recibido 2 millones de dólares para dar un falso testimonio. Las autoridades escocesas decidieron revisar el caso y el proceso, pero la salud de Abdel Basset Ali Mohmed Al Megrahi no lo permitió.

La actual campaña de desinformación [sobre Libia y Gaddafi] incluye también un aspecto sobre el estilo de vida del reciente difunto. Se le describe como un faraón con su suntuoso y lujoso modo de vida, de su astronómica fortuna oculta. Pero todos aquellos que conocieron de cerca a Muammar el Gadafi, o simplemente aquellos que han visitado su casa de familia y su residencia después de los bombardeos pueden dar fe de que él vivía en un ambiente similar al de la burguesía de su país, lejos de la ostentación jet-set de su ministro de Planificación, Mahmoud Jibril.

Del mismo modo, ninguno de los países que siguen investigando el paradero de la fortuna oculta de Gadafi, busqueda que se ha prolongado durante meses, ha sido capaz de encontrarla.Todo el material y sumas incautadas pertenecían al gobierno libio y no al «Guía».

Al contrario, los medios de comunicación comerciales atlantistas sólo mencionan la orden de arresto internacional emitida por Interpol contra Muammar el-Gaddafi antes que comience la ofensiva de la OTAN sobre Libia.

Pero estos mismos medios de comunicación no dicen nada de la acusación de la justicia libanesa contra Gadafi por haber eliminado al imán Musa Sadr y sus compañeros en 1978. Esta omisión se debe al hecho de que el secuestro fue patrocinado por los Estados Unidos que quería eliminar a este imán chiíta antes de dejar que el ayatolá Ruhollah Jomeini regresara a Irán, por miedo a que Sadr extendiara al Líbano la influencia de la revolución iraní.

Los medios de comunicación atlantistas no mencionan las críticas formuladas por la Resistencia civil antimperialista libanesa y las que también hicimos nosotros contra Muammar el-Gaddafi por sus compromisos oportunistas con Israel.

Por mi parte, puedo asegurar que, hasta la batalla de Trípoli, el «Guía» negoció con los enviados de Israel, con la esperanza de poder comprar la protección de Tel Aviv.

También debo testimoniar que, a pesar de mis críticas a su política internacional, y a pesar del expediente completo acerca de mí que la DCRI francesa le había proporcionado amablemente en julio en un intento de conseguir que me arrestaran, Muammar el Gadafi me dió su confianza y me pidió que ayudara a su país para hacer valer sus derechos ante las Naciones Unidas [2], un comportamiento que no refleja la de un tirano abyecto.

Los medios de comunicación comerciales atlantistas no mencionaron tampoco las injerencias de Libia en la vida política francesa, ingerencia que condené, sobre todo el financiamiento ilegal de la campaña electoral presidencial de Nicolas Sarkozy y de Ségolène Royal. El «Guía» había autorizado a su cuñado Abdallah Senoussi a corromper a los dos principales candidatos presidenciales franceses a cambio de la promesa de darle una amnistía o de ejercer presión sobre la justicia francesa para que cerrara su expediente penal. [3]

Pero sobre todo, los medios de comunicación atlantistas nunca mencionaron el principal trabajo del «Guía»: el derrocamiento de una monarquía títere impuesta por los anglosajones, la expulsión de las tropas extranjeras estacionadas en Libia, la nacionalización de los hidrocarburos, la construcción del Man Made River (el sistema de irrigación más importante en el mundo), la redistribución de las ganancias del petróleo dentro de la población (que hizo que una de los pueblos más pobres del mundo pasara a ser la más rica de África), el asilo generoso a los refugiados palestinos y la ayuda al desarrollo sin precedentes en el Tercer Mundo (la ayuda de Libia al desarrollo era más importante que la toda la proporcionada por los países del G-20).

La muerte de Muammar el Gadafi, no va a cambiar nada en el plano internacional. El acontecimiento más importante fue la caída de Trípoli, ciudad bombardeada masivamente y conquistada por la OTAN —sin duda el peor crimen de guerra en este siglo—, seguido de la entrada de la tribu de los Misrata para controlar la capital [y la masacre de inocentes].

Semanas antes que comience la batalla de Trípoli, la gran mayoría de los ciudadanos libios participaron, viernes tras viernes, en masivas manifestaciones contra la OTAN, contra el CNT y a favor de Gaddafi.

Ahora el país está destruido y están gobernados por la OTAN y sus títeres fantoches del CNT.

La muerte del «Guía» tendrá por otro lado un efecto traumático y durable en la sociedad libia. Al matar con sus sicarios al líder del país, la OTAN ha destruido la esencia misma del principio de autoridad. Será necesario muchos años y mucha violencia antes que un nuevo líder pueda surgir y sea reconocido por el conjunto de las tribus, o que el sistema tribal sea remplazado por otro modo de organización social.

En este sentido, la muerte de Muammar el Gadafi, abre un período de incertidumbre y desestabilización para el país, país que puede ir camino a una iraquización o somalización de su territorio.

Fuente:

Premio Nóbel de la Paz celebró asesinato de Gadaffi

Posted: 21 Oct 2011 09:11 AM PDT

"Era de uno de los peores dictadores», expresó el presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Barack Obama, al pronunciarse sobre el asesinato del líder libio, Muammar Gaddafi, por parte de combatientes del Consejo Nacional de Transición (CNT), brazo local del imperialismo y la OTAN en Libia.

«Ustedes ganaron la revolución y ahora nosotros seremos socios en la construcción de la nueva Libia», le manifestó Obama a los insurgentes.

En su breve discurso, señaló que en Libia habrá un proceso de transición al mando de un gobierno interino que permitirá convocar un proceso electoral para nombrar un nuevo Ejecutivo en el país del norte de África. «No tenemos ilusiones, serán días difíciles para los días de tranquilidad», expresó.

Comentó que el asesinato de Gaddafi se originó porque el pueblo libio no pudo aguantar más violaciones de derechos humanos. Entre tanto, aseguró que dentro del proceso de cambio que debe sostenerse en Libia está construir una nación más tolerante que cierre por completo el capítulo de Gaddafi.

«En un régimen de mano de hierro siempre llegará a su fin, porque los ciudadanos se levantan y derrotan la dictadura» mencionó tras manifestar que Estados Unidos, la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) y las naciones árabes debieron intervenir para garantizar la paz en ese país. «Logramos nuestros objetivos», puntualizó.

Gaddafi

Posted: 21 Oct 2011 08:59 AM PDT

por Enrique Lacolla

El último exponente de la revolución árabe de la posguerra ha sido eliminado. El futuro de Libia está por ahora en la mesa de juego que controlan Estados Unidos y la UE.

Muammar el Gaddafi ha muerto a manos de la OTAN y de miembros del movimiento rebelde. Según los datos más atendibles, un ataque aéreo destruyó el vehículo en que viajaba retirándose de Sirte, su último bastión, y luego fue retirado herido de ese lugar, y asesinado. Era un final previsible: desde el comienzo de la operación contra Libia, los intentos de eliminarlo habían menudeado –en uno de ellos perecieron uno de sus hijos y varios de sus nietos- y estos ataques habían sido antecedidos por otros, en uno de los cuales –en 1986- perdió la vida una hija adoptiva del gobernante libio.

La hipocresía reinante a nivel global intenta disimular con una nube de palabras la realidad de los hechos. Y esta no es otra que estamos –desde hace tiempo- sumidos en una ola de bestialidad colonialista que ha reemplazado el viejo lema imperial de la lucha de la civilización contra la barbarie, por el de la lucha por los derechos humanos de los pueblos oprimidos por sus «dictadores». Una oleada de abnegación asesina conmueve a los gobiernos de occidente: se trata de liberar a naciones cuya libertad se ve sofocada por sus mandantes tiránicos. No importa que esos mismos gobiernos del Occidente avanzado estén aliados a gobernantes que estrangulan a sus pueblos a la vez que son ejecutores eficientes de las políticas del Imperio. Esta contradicción no tiene importancia, la máquina mediática está allí para atontar al público y para recubrir la crudeza de los hechos con un velo de palabras y de información arbitraria, inconsulta y banal, que otorga la misma importancia a un desnudo en la televisión o a un partido de fútbol que a una agresión imperialista. Todo pasa, todo se renueva, y el flujo de las imágenes y el martilleo de conceptos desasidos de toda conexión dialéctica con la realidad, somete a la masa del público a una jibarización mental a una escala que era imposible en el pasado.

Nunca se pone de relieve que el abatimiento de los «tiranos» -y la fragmentación de sus países, que suele ser su inmediata consecuencia- está vinculado a la existencia en ellos de recursos estratégicos importantes para la consecución del poder global, ni al detalle de que los déspotas en cuestión tienen la originalidad de pretender usufructuar esos recursos en beneficio de sus propias sociedades. Y eventualmente en provecho propio, por qué no, cosa que permite inflar el discurso redentor de los filibusteros occidentales con los vientos de una retórica de lo más indignada.

Desde comienzos del nuevo siglo o incluso un poco antes, las prácticas agresivas de la coalición liderada por Estados Unidos se han cobrado una serie de piezas. Slovodan Milosevic murió en la cárcel en circunstancias poco claras, Yasser Arafat fue envenenado –un dato sobre el que sobrevuelan los medios-; Saddam Hussein fue ahorcado tras una parodia de juicio durante el cual fueron eliminados físicamente y en forma sucesiva los abogados encargados de defenderlo, y ahora Muammar el Gaddafi ha caído, abatido por la OTAN y los rebeldes del CN.T. Aunque la autoría del asesinato no cambia nada. ¡Si hasta Itzak Rabin fue liquidado por un extremista de derecha judío porque estaba llevando el proceso de paz con los palestinos demasiado adelante!

En este carrusel siniestro, cabe destacar que con Gaddafi desaparece uno de los últimos protagonistas de la revolución colonial posterior a la segunda guerra mundial. Había llegado al poder en 1969, derrocando a una monarquía consubstanciada con los intereses de los países occidentales, y en particular con los de Italia, antigua potencia colonial que había regido al país desde 1911, en ocasiones con brutalidad suma. Fue el último de los insurgentes contra el orden colonial. Coincidió –en el tiempo-con el estallido del Mayo francés y la oleada subversiva e inconformista que lo sucedió, pero sobre todo con los últimos fuegos del nacionalismo militar árabe, que había despuntado con la revolución egipcia encabezada por Gamal Abdel Nasser. Muy poco después Nasser falleció, y el proceso por él encabezado entró en declive, siendo suplantado por regímenes sin duda despóticos que, o arreglaron con los Estados Unidos, o se mantuvieron en un difícil equilibrio entre estos y la Unión Soviética. Los casos de Siria e Irak fueron demostrativos de lo último.

Gradualmente Gaddafi fue evolucionando hacia actitudes que combinaban una mayor aceptación del Islam, el ejercicio del terrorismo como expediente para replicar el acoso a que era sometido y una apertura al África negra como forma de escapar al aislamiento y también como instancia susceptible de avivar los fuegos revolucionarios en el continente negro. Después de la caída de la URSS, sin abandonar sus intereses en el África profunda, arregló sus cuentas con Occidente, renunciando a cualquier maquinación de corte terrorista y abandonando su programa nuclear. Esto le valió el reconocimiento de los gobiernos de la UE y de Washington, muy interesados en explotar el petróleo libio, de gran calidad, y de pisar sobre los recursos hídricos que esconde el subsuelo de ese país. A partir del 2000 Gaddafi dio entrada al país a las grandes compañías de hidrocarburos norteamericanas y británicas, aunque manteniendo celosamente la soberanía sobre los recursos del subsuelo.

Si esto indujo a Gaddafi a sentirse seguro, pronto tuvo oportunidad para desencantarse. En la ola de la reconfiguración del Medio Oriente que la «primavera árabe» ha consentido a Estados Unidos, se convirtió en un blanco predilecto. Desarzonarlo del poder, dividir a su país a través de fronteras de diferenciación étnica, como las que pueden significar la Cirenaica –poblada por árabes puros-, la Tripolitania y el Fezzan, donde la población es más bien mestiza o de origen beduino, se ofreció como una posibilidad muy apetecible. De pronto surgieron grupos que reivindicaban «libertades democráticas» al estilo de los tunecinos y los egipcios. Pero esa evolución hacia la modernidad tuvo de peculiar el que fue movilizada en gran medida por ex colaboradores de Gaddafi y por fundamentalistas musulmanes. Y no tanto de adentro, sino provenientes de Arabia saudita y otras regiones. Algunos –o muchos- de ellos fueron identificados como pertenecientes a células de Al Qaida. Los «mujaidines de la libertad» redivivos, en una palabra. Entre todos montaron una guerra civil que fue explotada de inmediato por Occidente a través de una parafernalia judicial y mediática que puso fuera de la ley al mandatario libio, y de unos emprendimientos militares en apoyo de los rebeldes que violaron todas las reglas del derecho internacional, invirtieron la situación operativa en el terreno y provocaron víctimas incontables entre los civiles. El resultado estaba cantado.

A lo largo de su carrera Gaddafi experimentó transformaciones, que lo convirtieron, del coronel de apariencia austera que era al principio, en una especie de líder tribal ataviado con ropas típicas. Si esto obedeció a un histrionismo de ribetes patológicos o era parte de una adecuación de su personaje a las necesidades que le planteaba su nueva forma de entender su misión, no podemos saberlo. Pero sí que en la última etapa de su carrera su apariencia para nosotros estrambótica no impidió a los mandatarios de Occidente abrazarse con él y cumplimentarlo con gusto.

Hoy Gaddafi ha pasado a la historia. Su lugar en ella debe ser determinado aún. Pero estamos seguros de que será mejor que el de sus verdugos.

http://www.enriquelacolla.com/sitio/notas.php?id=252

El presidente Chávez honra la memoria del líder Gadafi asesinado brutalmente por el imperialismo

Posted: 21 Oct 2011 08:34 AM PDT

octubre 21, 2011- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, honró la memoria de Muamar Gadafi a quien recordará siempre como un mártir, gran luchador y revolucionario, informó la prensa latinoamericana. «Lo recordaremos toda la vida como un gran luchador, un revolucionario y un mártir», dijo Chávez, quien apoyó a Gadafi desde que comenzó en febrero pasado la sublevación en Libia, apoyada por la OTAN.

Chávez hizo las citadas declaraciones durante su visita al templo del Santo Niño de La Grita, en el Estado de Táchira (Oeste), para agradecer a Dios por recuperarse del cáncer, una enfermedad que dio por superada. Asimismo, condenó el asesinato del ex líder libio a quien consideraba «amigo» y «hermano» y destacó que la historia de Libia apenas está comenzando pues aseguró que en el país árabe hay un pueblo digno.

«Esta historia en Libia apenas está comenzando, porque allí hay un pueblo, hay dignidad. El imperio ‘yanqui’ no podrá dominar», señaló el mandatario venezolano tras lamentar las afirmaciones del presidente de Cuba, Raúl Castro, quien le decía durante su estadía en La Habana: «lo van a matar». «En Cuba (el presidente) Raúl Castro me decía ‘lo van a matar’.

Lamentablemente se confirmó la muerte de Gadafi. Lo asesinaron, es un atropello más a la vida», comentó Chávez a periodistas. Chávez aprovechó la ocasión para pedir a Dios por la paz en América Latina, por que EEUU y sus aliados respeten el derecho de los pueblos latinoamericanos a ser libres e independientes. «Pido a Dios y al Cristo de la Grita por la paz de Venezuela, por la paz de América Latina. Que respeten nuestro derecho a ser libres e independientes, tanto los yanquis como sus aliados europeos», apuntaló
Chávez.

Fuente http://sp.rian.ru/international/20111021/151207342.htm

Destacado dirigente político senegalés dice que la muerte de Gadafi es «el retorno de la colonización»

octubre 21, 2011

El prominente líder religioso senegalés, hombre de negocios y dirigente del Frente de Alianzas Patrióticas Ahmed Khalifa Niasse afirma en un artículo en el diario «Le Quotidien» que Muamar Gadafi «ha muerto con las armas en la mano tras un ataque aéreo de los franceses, ingeleses e italianos». La muerte del Guía de la Revolución libia «es un retorno de la colonización porque estos tres países han colonizado Libia en un momento u otro». El dirigente del FAP rinde homenaje al coraje de Gadafi. «No ha abdicado, no ha pedido asilo político en ninguna parte. Ha sido muerto porque rechazaba que los occidentales pusiesen la mano sobre las enormes riquezas del pais, en particular el patróleo y por esa razón lo odian». Muamar Gadafi «era la encarnación del panafricanismo y el panarabismo. Sus ideas están mas vivas y de actualidad que nunca. Su credo: gobernar de otra manera. Gadafi es un ejemplo a enseñar a la juventud, ha concluido.

Fuente http://www.pressafrik.com/Mort-de-Mouammar-Kadhafi-Ahmed-Khalifa-Niasse-parle-de-retour-de-la-colonisation_a70075.html


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