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Cristina, una capa / Que los hermanitos Rucci devuelvan la plata / Irán, la AMIA: cómo zafar del corset sionista

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Me interesan las fotos de abajo. Verlas mientras se escucha música ligera, amorosa. Dicen mucho más de la natruraleza contrera que un tratado sociológico. Pero no puedo sino reparar en los tuiters de Christian Sanz y Lanata, dos colosos de la lucha contra la corrupción. Y ante los agravios de maricas malas, señoras malcogidas y varones que la miran con cariño y se hacen los taitas, decimos aqui, a estas altas horas de la madrugada y con mucho sueño, que vi apenas algunos pasajes de la exposición de Cristina en la ONU y que me siento feliz de encontrarme muy bien representado, no como los pobres europeos que o bien son tan cornudos de haber votado al que los apalea (España), o bien soportan un jefe que no han votado y que los organismos multinacionales les han encajado, enchufado como un dildo en el tujes (Italia). Cada vez que sale del país, como si fuera un poncho, Cristina se pone la patria al hombro.
Con todas las críticas que se pueden y se deben hacerle (ver las propuestas de Carta Abierta) la presidenta que tenemos es un lujo. Y el pueblo porteño que me circunda (mayoritariamente bostero y macrista) no se la merece en lo más mínimo, qué duda cabe.
Ahora bien, es necesario constreñir al gorilaje enfermo de odio a una minoría que pueda vomitar a piacere, pero que si infringe la ley, pagará las consecuencias. Y hay que hacerlo ampliando las fronteras hacia la clase media, como propone Carta Abierta, y hacia la clase obrera organizada.
En este sentido, está pendiente un debate. El hecho de que Hugo Moyano haya desbarrancado hasta el punto de volverse irrecuperable no debe opacar el error que supone visitar Wall Street y criticar al movimiento obrero desde una asociación patronal y no haber pisado jamás la sede de la Confederación General de Trabajadores. Prueba de la mala política para el sector, anataño columna vertebral del movimiento nacional, es que el anterior candidato a reemplazarlo fue agente de inteligencia de la dictadura desaparecedora (condición que heredó de su valedor en la Unión de Trabajadores de la Construcción) y el actual acaba de prenderse en una reivindicación fraudulenta: los hijos del asesinado secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci, aceptaron oficiar de arietes de La Corneta reclamando un absurdo: que el Gobierno y/o la Corte cambien la sentencia de la Cámara que señala que la muerte de su padre de ninguna manera es producto del Terrorismo de Estado, y que por eso mismo, la persecucion penal de sus autores (que por otra parte, hasta donde sé, están muertos) prescribió. Porque a su padre lo mataron (en el colmo de la imbecilidad o de ser influidos por una mano negra) los Montoneros, cosa que ellos sabían perfectamente cuando se presentaron a cobrar el resarcimiento previsto por la ley para las víctimas del Terrorismo de Estado dijeron que a su padre lo había matado la Triple A, no los montoneros. Grosero artilugio (su padre era íntimo de los sicarios de la CNU, tan íntima aliada de la Triple A lopezrreguista, villarista y gordonista -rama dependiente del Ejército, como el Comando Libertadores de América cordobés- que muchas veces se mezclaban a la hora de perpetrar sus cobardes asesinatos) que les permitió cobrar mucho dinero en concepto de resarcimientos  por haber sido su padre supuestamente víctima del Terrorismo de Estado (que hasta ese momento había prohijado: vale recordar que el pretexto montonero para asesinarlo fue que sus pistoleros amigos de la CNU habían baleado inmisericordemente a la multitud en Ezeiza). Si ahora los hijos de Rucci, acompañados por la UOM y toda la derecha peronista y adyacente, pretenden torcer la ley, doblarle el brazo al más elemental sentido común y a la justicia del bracete de Ceferino Beato, lo menos que pueden hacer, postulo, es devolver el dinero.
Que se pongan, y después hablamos.
Una nueva cosa de Cris. Con la ayuda de Timerman (es justo consignar, aunque yo siga prefiriendo a Taiana) zafó del corset que pretendía ajustarle el lobby sionista… que lo tiene en casa ¿no?, y abrió una hendija para ir mejorando la relación con Irán, país que (con la autoridad que me da haber estado tres años contratado como investigador por la propia AMIA) a mi entender no sólo no tiene que ver con los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA sino que incluso es una de las víctimas ya que desde un primer momento quienes volaron la Embajada de Israel dejaron un mensaje anónimo repleto de falsedades para culpablilizar a la república islámica. .
A esta altura de la soireé mis únicas dudas van desde el extremo más naïfr: que a quienes ordenaron el ataque a la AMIA les importaban un bledo las consecuencias, o, lo más probable, que objetivos del ataque haya sido evitar la diáspora-desperdigamiento de la colectividad judía galvanizándola en el miedo a ataques exteriores detrás de defensas, masas de concreto, barreras y almenas, y evitar que Irán se convirtiera en el principal comprador de Argentina en reemplazo de la desintegrada Unión Soviética. Conseguir ambos y lograr de paso también que angurrientos banqueros judíos protagonistas de un mexicaneada devuelvan el dinero que (aprovechando la volteada de Pablo Escobar y el revoleo de las valijas de Amira) se habían quedado, lleva una marca, la de Monzer al Kassar.
Me parece que Cristina marcha en dirección a una reunión tête à tête con Ajmadinejá. Y que sabe muy bien que Irán no puede entregar a la lista de altos funcionarios cuya captura pide el impresentable fiscal (dicen que israelí en comisión) Alberto Nisman, con la misma autoridad con que un fiscal iraní puede pedir la captura de Menem, Anzorreguy, Cafiero, Stiuso, Verbitsky y Piñón Fijo acusándolos de haber puesto una bomba en Teherán aunque no haya el menor indicio de quew siquiera hayan pisado la capital iraní. Un absurdo.

Un comentario final: Cuando el Pepe Sabatella le aplicó la justamente vilipendiada Ley Antiterrorista a una empresa de administración de casinos de propiedad de los Vildoza (El pater, Jorge, fue segundo jefe de la ESMA en sus peores años, apropiador de un hijo de desaparecida y prófugo desde hace un cuarto de siglo, siempre con protección de la Armada) me dije: eso es kirchnerismo en estado puro. Y recordé lo que me dijo un cineasta sueco que vivía en un velero y se bancaba sin chistar el zangoloteo de las tormentas: «Hay que acostumbrarse a vivir soportando la incertidumbre. Que el piso se mueva debajo de tus pies te recuerda permanentemente que no somos eternos, que nada es para siempre».

Violencia

El cacerolazo tampoco fue pacífico como lo quieren pintar, sólo basta ver algunos de los carteles que llevaron los presentes, además de los cánticos como «Andá con Néstor, la puta que te parió.» Ni reclamos, ni propuestas: insultos y burlas.


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