Manifestaciones opositoras: Hay que cortarlas de cuajo

Compartí

Recibí este e-mail de un raro uruguayo peronista, que alerta que hay que salir ya mismo al paso de las manifestaciones opositoras. 

Esto recién empieza. Pronto se van a sumar los opositores temerosos y después los vacilantes o dubitativos. Hasta ahora la izquierda y Moyano no se sumaron de pura casualidad.

Hay que cortarlo de cuajo. No hace falta un acto en Plaza de Mayo. Con un acto de 20 mil personas en Callao y Santa Fe alcanzaría. Hay que volver a la tiza y el carbón, al ferrite o al marcador indeleble. Y a empezar a avisar en los restoranes y bares de los bacanes, en los ascensores de los edificios, que no les saldrá gratis, que podemos darle la pelea en sus propios barrios. Tienen que sentir la respiración en la nuca.
Lo segundo: para hacer cumplir la ley de medios basta con que el gobierno nacional haga lo que hace el de la ciudad, que tiene una pauta que incluye a los medios más chiquititos, a los periódicos barriales. Pero el kirchnerismo sigue empecinado en hacer negocios con editores delincuentes y con una elite culturosa de lo más pelotuda. El resultado es un seleccionado de figuritas repetidas que están en todas partes diciendo las mismas cosas, mientras los pequeños grupos y las organizaciones comunitarias no tienen un sope no digo ya para una radio, sino para un programa de radio. Todo es a pulmón, y así sale.

Tercero: Si se sigue concentrando la comunicación en Cristina nos vamos al carajo porque Cristina ya parece 678: se habla encima. Dicho más educadamente: nos habla a nosotros, los convencidos.

Y lo cuarto, que ruego al mismísimo dios santo que el gobierno sea menos arrogante y sectario. Los peronistas nos peleamos y nos volvemos a juntar, pero en líneas generales, la mayoría de las veces es para peor. Pero la cosa está ahí: evitar las fisuras del frente interno, que el gobierno y la propia presidenta se ocupó de resquebrajar. Creo que con Moyano ya no hay vuelta, lamentablemente, pero hay que evitar que eso mismo pase con Scioli.

Ya sé que parezco conservador, pero esta película ya la vi y no la quiero seguir viendo. Además, las revoluciones se hacen con hechos decisivos y menos palabras. Apuntando al corazón del enemigo y dejándose de pavadas.
Hay mucho control del dólar para puerilidades, pero se siguen subfacturando granos y se pierde cualquier cantidad de divisas en fletes y seguros.
Mientras, se sigue sin establecer que la única manera de hacer una operación inmobiliaria sea con un  cheque certificado. Dejando claro que si se la hace de otro modo, se comete un delito.
ALBERTO ACEVEDO DÍAZ

Compartí

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *